Kim Kardashian: la historia de la cinta porno que transformó el siglo XXI

Hace diez años se publicó el vídeo donde Kim y Ray J tenían sexo. A partir de ese momento, la fama de la modelo se disparó.

Kim Kardashian

Hubo un tiempo en el que Kim Kardashian no era el ubicuo vórtice de la celebridad que es hoy, sino una secundaria con frase en la vida televisada de la famosa más importante de su momento. Entonces, en 2007, un vídeo sexual casero grabado años atrás hizo su aparición y cambió la cultura pop tal y como la conocemos. Diez años después, recordamos qué sucedió; qué se rumorea que sucedió realmente; cómo transformó a sus protagonistas y a nosotros como público.¿Quién era Kim Kardashian en 2007? La respuesta supone evocar cómo era el mundo en aquel año, considerado una de las fechas claves en nuestra concepción sobre la fama, cómo se muestra en los medios y cómo, en resumen, las historias de la frivolidad eran una máquina de hacer dinero en la que el juego sucio se daba por hecho. Fue el año en el que Britney Spears tocó fondo y se rapó la cabeza ante una nube de fotógrafos, en el que su hermana Jamie Lynn Spears se quedó embarazada a los 16, en el que estrellas jóvenes como Lindsay Lohan, Nicole Richie o Mischa Barton protagonizaban escándalos relacionados con alcohol, drogas y una vida sexual activa con la regularidad de un culebrón y en el que webs como Pérez Hilton o TMZ daban buena cuenta de ello para un público hambriento de cotilleos.Era la misma línea que hizo famosos e infames a tabloides de los 50 como Confidential pero en los contagiosos y frenéticos tiempos de internet y las fotos tomadas a famosos llorando en el supermercado o borrachos saliendo de un club. Casi todos los implicados formaban parte del juego, aunque el juego tuviese muy a menudo consecuencias peligrosas. A veces el propio famoso estaba conchabado con la prensa; a veces no, pero en última instancia el escándalo le repercutía de forma favorable, porque lo importante era estar ahí; y a veces, muy a menudo, todo se traducía en pan (portadas, invitaciones, contratos, atención mediática) para hoy y hambre para mañana (que no te tomen en serio como cantante/actor/artista y quedes relegado al olvido y ostracismo). El funcionamiento de aquella industria quedó plasmado en la serie de Courtney Cox Dirt, que tuvo una existencia efímera pero fue hábil en plasmar a tiempo real cómo la prensa amarilla/rosa era una pieza clave en la construcción y destrucción de carreras profesionales. Y la reina sin discusión de aquellos años era Paris Hilton.Paris no venía del arroyo, precisamente. Hija de los dueños de los hoteles Hilton, había sido rica desde la cuna y cercana a la celebridad de una forma natural, pero fue su capacidad para ser famosa por ser famosa lo que la hizo, perdónennos el retruécano, famosa. Estaba en todas partes, y su aspecto de Barbie humana –hasta tenía su propio complemento, el chihuahua Tinkerbell que iba mutando de cuerpo pero siempre mantenía el nombre y la raza- la convirtieron en una celebridad mundialmente conocida, en algo parecido a un ejemplo a seguir y una figura aspiracional (la misma Chabelita Pantoja contaba que cuando ella era niña quería ser de mayor Paris Hilton; los chicos de The Bling Ring soñaban con robar su casa). La inteligencia de Paris fue hacer de ese estilo de vida como de personaje de dibujo de Jordi Labanda una lucrativa empresa. Pese a los que aún hoy siguen dedicándole comentarios del estilo de “que se ponga a trabajar”, Paris no vive de su familia multimillonaria (fue desheredada en 2007), sino de su marca. De ser ella misma y de convertir su presencia en fiestas, su carrera de dj, sus canciones, su imagen al frente de una escudería de motos, su ropa, en una industria que le reporta pingües beneficios. ¿Y cuáles fueron los pilares de esa industria? Una cinta de porno casero y un reality show. Justo lo que hizo de Kim Kardashian lo que es hoy.Si es cierto que la celebridad no se crea ni se destruye, sólo se contagia, el de nuestras protagonistas es un ejemplo preclaro. Ya conocida como socialité en eventos, el salto a la fama mundial de Paris vino a raíz de la difusión en 2004 de 1 Night in Paris, el vídeo casero en el que ella y Rick Solomon practicaban sexo grabándose ellos mismos para su propio recreo. Su aparición ayudó mucho al éxito del vehículo más potente de promoción que tenía Paris a mediados de los dosmiles, The simple life, el reality show en el que ella y la también niña rica (hija del cantante Lionel Richie) Nicole Richie se enfrentaban a la vida “real” en la América profunda con trabajos “de verdad”. Las mismas cosas cimentarían el camino al estrellato de Kim K.



Kim y Paris

El espectador avispado reconocerá entre los secundarios de la vida retransmitida de Paris a una joven morena y atractiva llamada Kim, una mezcla de asistente, mejor amiga y esbirra/comparsa. Ella tampoco venía del arroyo, por supuesto. Su padre Robert Kardashian había sido el abogado de OJ Simpson, tenía muchos amigos famosos y, sobre todo, estaba deseando ser una de ellos, una celebridad de la lista A, famosa de primer nivel.Kevin Dickson, editor de In Touch, le contaba a Oli Coleman en la Page Six del New York Post que el deseo de Kim Kardashian de fama y salir en la prensa del corazón era notorio y explícito. Él le puso una condición: tenía que salir en televisión, aunque fuese durante unos instantes. Su presencia en The simple life de Paris ayudó a que In touch empezase a cubrir sus movimientos. La relación de Kim con Paris había empezado gracias a su primer proyecto profesional, convertirse en una especie de estilista para sus amigos ricos (su interés por la moda se manifestó en la creación de Dash junto a sus hermanas). Kim se dedicaba a organizar armarios y vender las prendas desechadas a través de eBay. Una de sus clientas había sido la cantante Brandy, con cuyo hermano pequeño, Ray J, Kim salió durante un tiempo… con eróticos resultados.En 2006 el ascenso de Kim a la fama intentó dar una acometida al ser fotografiada con Nick Lachey, exmarido de Jessica Simpson recién separado (la pareja también había protagonizado su propio reality show, Newlyweds: Nick and Jessica, otro exitoso fenómeno en Estados Unidos). Años después Nick Lachey afirmaría estar convencido de que Kim había llamado a los paparazzis para que quedase constancia de su cita ante los medios. Ella siempre lo ha negado; la relación se quedó ahí, en una efímera cita.Entonces, a principios de 2007, se publicó en varios medios que existía una grabación de contenido sexual explícito entre Kim Kardashian y el rapero Ray J, hermano de Brandy. La cinta no era ni mucho menos reciente; se había grabado en octubre de 2003, cuando Kim y Ray celebraron el 23 cumpleaños de la joven en el Esperanza Resort de Cabo San Lucas, México. Steven Hirsch, fundador de la productora de pornografía Vivid Entertainment, la había obtenido por alguien cuya identidad nunca había sido aclarada, y la lanzó con el premonitorio nombre de Kim Kardashian, Superstar el 21 de marzo de 2007.

Kim supo sacar oro de la vergüenza de que medio mundo vea un primer plano de tus genitales

Fue un hit. Acabaría convirtiéndose en el vídeo porno más visto de la historia, con 100 millones de visitas, y por supuesto el producto más exitoso de Vivid Entertainment. Cómo una empresa podría distribuir y vender una grabación privada de unas personas sin su consentimiento ha sido objeto de mucha especulación a lo largo de los años. La versión oficial es que tanto Kim como Ray se indignaron con furia (y ella lloró desesperada al enterarse); de hecho en un primer momento Kim demandó a Vivid. Pero, conscientes tras el escándalo de la cinta robada a Pamela Anderson y Tommy Lee de que en los tiempos de Internet detener algo así es una entelequia, decidieron sacarle provecho y llegar a un acuerdo económico. La cifra nunca confirmada que recibió la protagonista es de 5 millones de dólares; según TMZ, Ray J cobra unos 90.000 dólares cada tres meses en concepto de derechos por los beneficios de la grabación. Hay quien defiende que la denuncia inicial fue sólo una cortina de humo y que la venta había sido organizada por una tercera persona con el permiso de los implicados. Con el tiempo, un rumor jugoso cobró fuerza: que todo había sido orquestado por Kris Jenner, madre y agente de Kim, para conseguir catapultar la carrera a la fama de su hija. El mismo Ray J acabaría asegurándolo, y Kris Humphries, esposo de Kim durante un efímero matrimonio de tres meses, estaba convencido de lo mismo. Steven Hirsch de Vivid Entertainment y las poderosas madre e hija siempre lo han negado.“¿Por qué alguien querría humillar a su familia así?”, declaraba Kim Kardashian a Oprah en el año 2012. “Es algo con lo que voy a tener que vivir el resto de mi vida y que algún día tendré que explicarles a mis hijos. ¡Tuve que hablar de ello con mi abuela! Lo más duro fue contárselo a mi padre”.“No soy naif sobre el hecho de que así fue como fui presentada al mundo”, afirmaba. Fue una forma muy negativa, así que siento que realmente tengo que trabajar diez veces más duro para conseguir que la gente vea mi yo real”.Si realmente fue un efecto negativo o positivo es algo que podría discutirse durante horas. ¿Se hizo Kim famosa superando el escándalo o más bien todo se lo debe a la sex tape? Los que ven en ella una Eva Harrington de la Margo Channing que sería Paris Hilton no tienen dudas acerca de que le copió la estrategia a su jefa/amiga/mentora. Primero el video porno, luego el reality show. En octubre de 2007 se estrenaba la primera temporada de Keeping up with the Kardashians. The simple life no se renovó y Paris y Kim rompieron su relación. Al año siguiente la rubia estrella estrenaría otro reality, My new best friend forever cuyo propósito de “encontrar una nueva mejor amiga”, podría verse como un guiño a todo lo ocurrido con Kim. A partir de 2007, el ascenso del clan Kardashian a los altares de la fama ha sido imparable. Con perspectiva, si la maniobra de difundir el video fue a propósito, se trató de una decisión maestra. Si no lo fue, Kim supo sacar oro de la vergüenza de que medio mundo vea un primer plano de tus genitales. En cualquier caso, fue de las últimas ocasiones en las que la aparición de un video de contenido íntimo favoreció tanto a sus implicados. En 2010 Montana, la hija de Laurence Fishburne, puso en circulación su propio video porno “por el éxito que le ha traído a Kim Kardashian”. Que apenas sepamos de ella es la prueba de que no le funcionó.Hoy, el concepto de utilizar una sex tape para asaltar la fama suena a desesperado y sobre todo pasado de moda. En el caso de que la grabación se distribuyese de verdad sin el permiso de los implicados, las tornas han cambiado. Scarlett Johansson tuvo que ver cómo varias fotos de desnudos que había tomado en su móvil eran robadas y difundidas sin su consentimiento mientras una parte de la opinión pública la culpaba ¡a ella! por habérselas sacado (el responsable acabó en prisión), pero tras el “Fappening” o Celebgate que afectó a Jennifer Lawrence o Kate Upton el mundo comenzó a ver esos actos como lo que eran: una agresión intolerable en la que las robadas eran las víctimas. En un momento en el que todavía se culpabilizaba a las mujeres (nunca a los hombres) por grabarse teniendo relaciones sexuales al mismo tiempo que se las animaba a ser atractivas y aparentar estar disponibles para el sexo todo el tiempo, Kim supo ir más allá del bochorno público y erigir un negocio desde los cimientos de algo que unió su nombre a una vergüenza.El otro protagonista del vídeo, Ray J, siguió sacando discos de éxito desigual, tuvo varios reality shows (uno de ellos con su hermana Brandy, Brandy & Ray J: A Family Business), presentó algún programa de televisión y en este mismo 2017 entraba a participar en el Gran Hermano VIP británico. Tras una semana de concurso, abandonó la casa.Mientras, Kim Kardashian es el mayor fenómeno mediático de los últimos años, y en torno a ella se ha levantado un imperio del entretenimiento de proporciones épicas. Como Paris, también ha logrado hacerse de oro gracias a su fama. Lo interesante y la diferencia con la Hilton es que Kim se ha creado de forma muy clara en torno a su cuerpo, a su fisicidad. Su silueta, su culo, sus pechos, su libro de selfies elevados a la categoría de arte, la portada de Paper Magazine… el cuerpo de Kim Kardashian y su forma de mostrarlo ante el mundo va mucho más allá del tradicional posado en Playboy –cosa que también hizo- y se ha convertido en unas de las piedras de toque con más significado de nuestra cultura. Su marido Kayne West la bautizó como su musa y le dio credibilidad artística incluso ante los más escépticos. El video Bound 2 en el que la pareja aparecía teniendo sexo sobre una moto, con los pezones de Kim extrañamente borrados, inspiró al crítico Jerry Saltz a acuñar en Vulture el término “the new uncanny”. Se le dedican piezas casi filosóficas hablando de su importancia en la percepción de la belleza femenina con la misma alegría con la que Kim se transforma a sí misma en un kimoji, posa en la portada de Vogue o vende flotadores para la piscina con la forma de su culo. En esta narrativa, que todo empezar a raíz de una grabación de sexo real resulta de lo más coherente.

Muchos episodios de la vida y del reality show constante que es la vida de Kim y su familia han obedecido a cierto tipo de guionización, pero los más importantes no podrían haber sido planeados por nadie. El coma de Lamar Odom (exmarido de Khloé), la transformación de Bruce Jenner en Caitlyn, la retirada del anuncio de Pepsi de Kendall que sin duda veremos en el futuro, el atraco de Kim en París… La historia del video porno de Kim funciona como un episodio 0, una precuela o la génesis de una superheroína a la altura de todo lo que vino después.Fuente: revistavanityfair.es