La justicia teledirigida desde el Palacio sentenció a diez años de prisión a la ex novia de Evo Morales, fallo que podría tener alguna rebaja en el proceso de apelación de acuerdo a eventuales negociaciones políticas.La decisión busca cerrar el caso CAMC, exculpando tanto al ex ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana -protegido en la embajada boliviana en Cuba- como al propio mandatario cocalero de las sospechas de tráfico de influencias.De esta forma, el asunto central ha quedado oculto por un juicio que solamente se abocó a cuestiones secundarias, sin tocar interrogantes fundamentales como la de quién le facilitó a Gabriela Zapata desde lo alto del Estado los contratos multimillonarios para la empresa china que gerentaba.Visto el sometimiento del “Órgano” Judicial al régimen evista, el esclarecimiento del caso CAMC quedará como asignatura pendiente para el momento en que Bolivia logre restablecer plenamente la división de poderes y las libertades democráticas…[email protected]