Con demasiada frecuencia se repite el eslogan “socios y no patrones” para referirse a la estrategia gubernamental de hacer respetar la soberanía nacional a la hora de hacer negocios.
Pero los hechos demuestran algo distinto, pes según datos públicos del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes) difundidos por la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), la inversión pública ejecutada en infraestructura vial, entre las gestiones 2007 y 2017 “ha sido en un 74% adjudicada a empresas extranjeras, con un valor de Bs 25.939 millones; seguida de los contratos otorgados a empresas nacionales que solo llega a Bs 5.331 millones (15%), además de un 11 por ciento que está en manos de asociaciones de compañías bolivianas con consorcios del exterior.
Se ha dicho en algunas ocasiones como excusa de semejante desbalance, que las empresas locales no tienen ni la experiencia ni la capacidad para enfrentar obras de gran envergadura. Es raro que así lo digan cuando la gran mayoría de las adjudicaciones no han pasado por la licitación ni el concurso de méritos, lo que impide saber a ciencia cierta si existen o no condiciones. El otro dato curioso es que casi todas las obras ejecutadas en los últimos años han cobrado fama por la mala calidad. Habría que investigar cuál es realmente el criterio que hace inclinar la balanza.
Fuente: eldia.com.bo