Ronald Nostas: Nosotros fuimos discriminados y nos hacen bullying cada día

Los empresarios consideran que las medidas laborales desfavorecen a los trabajadores del país.

 Página Siete / La Paz



Fue una mala semana para el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, porque el Gobierno anunció un sorpresivo aumento salarial del 7% al haber básico. En conversación con Página Siete indica que el desempleo ha subido, que la informalidad también ha crecido y que los empresarios no pueden aumentar sus inversiones en esas condiciones.

 En síntesis, cree que se están haciendo mal las cosas y que no se está construyendo país con las medidas laborales.

¿Cómo ha recibido el sector empresarial el incremento salarial y cuáles son las consecuencias de las medidas en el sector?

Lamentablemente, una vez más hemos sido apartados de un diálogo en el que nosotros creemos que deberíamos estar por razones  económicas, para darle el lugar que corresponde a un proceso de negociación donde dos partes deciden lo que un tercero debe hacer y eso no está bien. La OIT, cuyo convenio el Gobierno ha ratificado en la presidencia de Evo Morales, obliga a un proceso de negociación en el que las tres partes puedan participar. Creemos que las cifras no corresponden con la realidad de la desaceleración que ya es evidente.  Hemos sentido que este ha sido un golpe muy duro al sector empresarial. Encima, se manejan diferentes consideraciones para el sector público, eso nos demuestra que el Gobierno una vez más actúa de forma discriminatoria junto con la COB y bajo presión de la COB. Esto va a tener consecuencias para el sector formal, para los trabajadores y para la inversión privada.

El diálogo entre Gobierno, trabajadores y empresa hace tiempo que se ha roto. ¿No es culpa de los empresarios que la trilogía no se haya respetado?

No, por qué va a ser culpa de los empresarios, nosotros no tenemos el mecanismo legal para obligarlos.


Pero tal vez no han gestionado lo suficiente para que eso se mantenga.

No creo, yo estoy en la confederación desde hace cinco años y le puedo asegurar que se ha  intentado de todas formas. Hace cinco años se intentó y cuando llegamos a la reunión invitados por el Gobierno, la COB se levantó, ha habido una posición intransigente de la COB que no podemos entender.


¿Cuál es el tipo de relación que el Presidente tiene con los empresarios? Políticamente están muy bien, pareciera que los empresarios cruceños se han unido al proceso de cambio, sin embargo, no pueden negociar el incremento salarial.

Es un extremo decir que los empresarios cruceños o bolivianos tengamos una afinidad política con el Gobierno. Los empresarios en cualquier lugar del mundo necesitamos ser  objetivos, lo que nos obliga a tener un proceso de diálogo constante con quien gobierna. Tenemos que lograr construir esa confianza que nos permita llegar a esa relativa afinidad.  Lo que sí tiene que quedar claro es que compartimos muchas cosas con el Gobierno, como visión. El plan de desarrollo, por ejemplo, lo hemos compartido; el país va a invertir 50.000 millones de dólares. La pregunta es cómo participamos para generar riqueza.

¿Usted tiene algunas estimaciones del impacto que va a tener el incremento salarial en el empleo?

Este tipo de medidas va a traer siempre consecuencias, porque son medidas que apuntan a un fin político, para conservación de espacios de poder, para lograr un mayor poder.  Desde el año 1999, la informalidad del empleo no ha variado, estaba alrededor del 50% y ahora está en 51%, y la realidad de 1999 era absolutamente diferente. Es el resultado  de un proceso mal llevado  y que no obedece a ninguna lógica económica. Ahí es donde nosotros preguntamos si esta estrategia ha dado resultado. Yo  le puedo decir que no. El diálogo bipartito entre la COB y el Gobierno no ha llevado a nada bueno a los bolivianos. Me pregunto para quién trabaja la COB  y la dirigencia de la COB.


¿Para quién trabaja?

No sé, quisiera saberlo, porque para los trabajadores no. La COB  no está buscando beneficio real para los trabajadores.

El salario se ha aumentado casi 100% en estos años.  Eso podría significar una mejor calidad de vida para los trabajadores.

Pero  el costo de vida también ha subido. Habría que evaluar cuánto ha mejorado el poder adquisitivo de ese incremento.

¿Si sólo se trata de nivelar el costo de vida,  por qué es tan pesado para los empresarios el aumento salarial, por qué representa una amenaza tan grande?

Nosotros estamos plenamente de acuerdo que los incrementos salariales tienen que ajustarse anualmente, como en cualquier parte del mundo, pero tienen que obedecer a una lógica económica responsable, que mida ciertas variables y que no deteriore el mercado laboral. Ahora afecta a los empresarios porque las condiciones de las empresas no están dadas. Hay un sector constructor que se espera que crezca 8% este año,  pero sólo en el eje troncal; mientras que en Pando, Beni, Tarija y Chuquisaca están fundidos. Es muy dispar nuestro crecimiento.

 

Necesitamos planificar una estrategia en conjunto con el Gobierno que permita hacer sostenibles las alzas salariales; fortalecer la lucha contra el contrabando, que ha crecido de 300 millones de dólares a 2.200; tenemos mucha informalidad en el empleo. Se dice que el mercado interno ha crecido, pero, ¿a quién ha favorecido el mercado interno? A los empresarios no; fortalece a los empresarios de otros países. 

¿Qué está mal como política estatal, hay estudios que indican que el salario boliviano sigue por debajo de la media latinoamericana y, por otro lado, no ha recuperado el poder adquisitivo.

Nosotros se lo venimos diciendo al Gobierno hace muchos años que lo que está mal es que  no están construyendo país. 

¿Pero acaso no  estamos en bonanza según el Gobierno y según las cifras macroeconómicas?

No es todo macroeconomía, lo estamos demostrando nosotros con nuestra situación. Los datos macroeconómicos dicen que estamos con un crecimiento de 5% en los últimos años, pero la realidad es que cada vez la empresa privada está más golpeada.  Los  textileros están fundidos porque ingresa ropa usada indiscriminadamente, nadie puede competir con un negocio ilegal.


¿Qué pasa con las exportaciones?

Eso siempre va a ser una limitante. La política monetaria de este Gobierno ha traído sus consecuencias, porque eso nos hace menos competitivos, si bien ha traído estabilidad interna, ha traído consecuencias al sector.


¿Qué sería lo ideal?, ¿que se devalúe el boliviano?

Eso tendría que responder a un diálogo profundo. Lo hemos pensado varias veces y no hemos definido una posición porque tiene muchas aristas. Después de 10 años de bonanza deberíamos tener un sector privado fortísimo, pero no lo tenemos por falta de una política de Estado.


El modelo de desarrollo social y productivo del Gobierno  ¿sería un fracaso?

No diría que ha sido un fracaso, sino que no es completo porque fortalece a la empresa estatal en detrimento de la empresa privada, y eso no está bien; generar competencia desleal tampoco está bien.


¿Qué empresas hacen competencia desleal?

Nosotros hemos tenido muchas quejas de empresas que tienen ciertos privilegios. Por ejemplo, el caso de BOA en su momento. Los fondos deberían destinarse a empresas estratégicas, donde el sector privado no llegue. Subieron los empleos de 480 que se generaron el 2005 a  17.000 empleos en la actualidad,  con 10.000 millones de dólares de inversión. ¿Cuánto generó el sector privado con 2.500 millones de dólares que invierte en los dos últimos años? Les puedo asegurar que por lo menos  cuatro veces más empleo formal.

Sin embargo, el desempleo también ha crecido bastante.

Porque las normas laborales se han vuelto muy duras. La inamovilidad laboral, no es que estemos en contra, pero creemos que en Bolivia se ha perdido el equilibrio, porque se ha privilegiado al trabajador, sin medir las consecuencias que eso podría provocar. Ahora somos más exigentes cuando contratamos, porque no hay posibilidad de retirar a nadie, no hay posibilidad de contratar a nadie eventualmente. Cómo quieren que nosotros incrementemos nuestras inversiones si nos ponen normas como esas. No queremos que se vuelvan para atrás todas las conquistas laborales de estos años, hemos pedido que se equilibre, que se regule, ahora no podemos botar ni a los que roban porque los reincorporan. El 85% de los casos demandados de reincorporación han sido resueltos a favor del trabajador. Eso juega en contra de los trabajadores, por eso el desempleo ha aumentado.

Usted denuncia discriminación, pues los estatales sí pueden negociar el incremento, ¿no se puede demandar eso?

Cada vez que sintamos nuestros derechos vulnerados, vamos a actuar en el marco de la ley y vamos a defender nuestro derecho,  si nosotros vemos que en algún momento legalmente podemos actuar en ese sentido, lo vamos a hacer.


¿Está abriendo la posibilidad?

 Si el día de mañana vemos que es una posibilidad, lo vamos a hacer. Pero no queremos entrar a eso, ¿cómo puede ser que los bolivianos no nos podamos entender?, ¿les parece lógico que los empresarios suframos todo este tipo de bullying que hemos sufrido en Bolivia, por parte de la COB, al no querer incorporarnos a los diálogos? 

¿Están siendo víctimas de bullying?

Cómo no nos vamos a sentir así. Miren lo que dicen de nosotros todos los días, que los empresarios no tienen derecho porque han manejado este país en los gobiernos neoliberales, no podemos vivir del pasado. El 80% de empleo lo generamos nosotros. 

Usted decía que hay coincidencias entre el empresariado y el Gobierno. ¿Cuáles son?

Hay que reconocer los grandes avances que ha tenido Bolivia. Ha crecido, tenemos mayor participación social, mayor distribución de la riqueza, las políticas sociales han tenido resultado  porque Bolivia como estaba no aguantaba más. No hay crisis en términos macroeconómicos. El plan de desarrollo es necesario. Totalmente de acuerdo con eso, que tenemos que lograr mayores niveles de crecimiento, pero cómo lo hacemos si el contrabando nos quita un 2% anualmente. Tenemos un sector privado que está en las mismas condiciones que hace años. Eso quiere decir que los bolivianos hemos hecho algo mal.  El 2005, el desempleo era  8% y logramos bajar a 2,2;  pero el año pasado otra vez ha subido a 4,4%. No les parece sugestivo que empieza a subir desde el momento en que se aplica el doble aguinaldo, entre otras políticas laborales normativas que consideramos extremas.


Ya se ha anunciado que sí o sí va a haber doble aguinaldo. ¿Qué van a hacer?

El año pasado decían que sí o sí, nosotros dijimos que charlamos en septiembre. Lo  mismo vamos a decir ahora.

El problema es que no les dan opción de charlar.

Charlamos en septiembre en cuanto a posiciones. Qué  boliviano no va a querer que el país crezca más de 4,5%. El problema es el desequilibrio que se da en el país. Qué sucede con sectores como el agropecuario, que está estimado que va a crecer 1,2%, o con los empresarios de Pando (que han quedado sin castaña) o los empresarios tarijeños que son acreedores de más de 500 millones de bolivianos de la Gobernación. ¿Van a poder pagar el doble aguinaldo? El doble aguinaldo está trayendo consecuencias que no vamos a poder revertir en años. Es un problema gravísimo y no están queriendo ver las consecuencias, y encima nos están pidiendo que invirtamos más.  


¿A cuánto cree que debería ajustarse el incremento salarial este año?

No quisiera entrar en eso, he evitado hablar de cifras. Yo sí puedo decirles  que las bases que debían ser tomadas en cuenta debieran ser inflación y productividad. Existen metodologías que se aplican en la mayoría de los países del mundo, avaladas por la OIT.


¿Sería una fórmula que no esté sujeta a tanto conflicto cada año, algo así  como una fórmula automática?

Seamos responsables. El país ha cambiado y tenemos la responsabilidad de establecer una política laboral que responda al tiempo en que vivimos y a las necesidades que tenemos. Se debe plantear un método de cálculo que no sea discrecional y que nos deje tranquilos para que  podamos trabajar.

¿Existe la posibilidad de negociar de alguna forma el aumento salarial con los trabajadores?

Nosotros hemos sido discriminados y nos hacen bullying, las empresas del sector público, las gobernaciones, universidades y otras que tienen que ver con el Estado, que establecen hasta un 7%, pero para el sector privado desde un 7%. Imagínese ustedes a lo que adicionalmente nos exponen. Gracias a ese «desde, muchas empresas están sometidas a la extorsión de parte de algunos sindicatos, porque piden aumentos hasta el 20 o 25%, porque no pone un límite. Los empresarios creemos que no merecemos algo así, siempre le hemos puesto el pecho al país.

Fuente: paginasiete.bo