Nicaragua es uno de los pocos países que no han firmado el pacto, al que se opone por ser deficiente, según el Gobierno. Un discurso progresista que no se materializa en sus políticas ambientales.
Falta plan de trabajoLa región de Centroamérica ya siente las consecuencias del cambio climático; países como Honduras, Nicaragua y Guatemala encabezan los rankings anuales de los más afectados por eventos climáticos extremos, según los informes de la ONG alemana Germanwatch. Sin embargo, no hay mucha cooperación entre los diferentes gobiernos de la región en este tema, aunque sí existen instituciones como la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), un órgano del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).»Hay estrategias, pero no se ponen en práctica», dice Hajo Lanz, de la Fundación Friedrich Ebert. «Hace falta más cohesión regional y menos rivalidades, sobre todo entre Nicaragua y Costa Rica». Mientras países como Costa Rica, Guatemala y Honduras entraron en las negociaciones climáticas de París como parte del grupo regional AILAC, Nicaragua defiende sus intereses a través de la Alianza Bolivariana ALBA.Hace varios años ya, Costa Rica empezó a reducir su dependencia de combustibles fósiles y designar grandes áreas protegidas como parques nacionales. Más del 90 por ciento de su energía proviene de fuentes renovables. Costa Rica también pretende ser el primer país a nivel mundial que llegue a la carbono neutralidad. «Tienen una meta clara y la quieren lograr», dice Lanz. Esta meta clara, en cambio, le falta a Nicaragua. En el país hay varios proyectos de adaptación y mitigación, la mayoría de ellos financiados con créditos y donaciones de la comunidad internacional. Sin embargo, «no existe una política que dé una orientación estratégica de largo plazo a estos proyectos», dice Alemán. «El discurso internacional del país no se materializa en el ámbito nacional».Por ello, es la sociedad civil de Nicaragua la que está elaborando una ley nacional de cambio climático. Ahora quieren ponerla en la agenda del sector privado. «El tema representa oportunidades para algunos sectores, particularmente aquellos asociados a la generación eléctrica», dice Alemán. Igual que en Costa Rica, lo que se busca es una sociedad más resiliente y sustentable y menos dependiente de los combustibles fósiles.
Fuente: www.dw.com