«Ahora soy más esposa, más hija y más amiga»

Marciana SolizMarciana Soliz



Está tan radiante como siempre, a pesar de que acaba de terminar su jornada laboral, que, según cuenta, redujo de 16 a 10 horas diarias en los últimos meses. Anabel Angus elige su departamento para la entrevista; es sencillo, sin muchos adornos, salvo dos cuadros gigantes de ella y su esposo, pero cálido y ordenado, aunque se disculpa por dos vasos que ‘descansan’ en su mesa central. 

Como con un superpoder, entra a una habitación y en pocos segundos aparece con otra ropa. ‘Peló’ zapatos, se ‘enchineló’ y se puso la pijama. 

Así quedan en evidencia la pérdida de algunos kilos y su operación de busto, a la que se sometió hace un mes. Tiene más novedades, su negocio propio sigue creciendo y, dentro de un año y medio, planea convertirse en madre.

Sobre la televisión, pasó de estar en tres programas de Unitel, a quedarse solo con dos, pero hay Anabel para rato.

Hace un año le detectaron escoliosis y desgaste de disco lumbar, afecciones que la hicieron reflexionar sobre su carga laboral y la obligaron a retirarse de Telepaís, donde presentaba el sector de Espectáculos y los datos del tiempo, y a quedarse solo en Calle 7 y en La Revista.

“Estoy conduciendo un programa local y uno nacional, y creo que es lo que siempre debí tener para cuidar mi integridad física y no sobreexponer mi imagen. Durante dos años no sabía lo que era almorzar con mi familia, no me di cuenta en qué momento crecieron mis hermanos”, recuerda.

Pero asegura que no se arrepiente de nada. “Veo todo esto como una inversión. Solo debo regularlo. Ahora soy más esposa, más hija y más amiga y estoy disfrutando de hacer cosas que postergué”, afirma.
Así disfruta a plenitud todas sus facetas. Dice que no es rica, pero sí feliz.
 
Del otro lado de la pantalla
Frente a las cámaras sonríe, pero en cada pausa se quita los tacones por el daño en su columna. Esto también la dejó sin gimnasio y sin ciclismo, y con una dieta obligatoria, pues debe evitar que la lesión se agrave y derive en una hernia de disco. “A finales de año debo someterme a nuevos estudios que determinarán si debo viajar a Argentina a hacerme unas infiltraciones para frenar el desgaste. Hasta el momento todo va bien”, minimiza esta afección que suele provocar dolores y pérdida de fuerza, y que puede necesitar operación.  
“Cambiemos de tema. Nada opaca mi felicidad”, pide. 

Anabel, la empresaria
Dice que está cumpliendo uno de sus sueños. Hace un año decidió lanzarse como diseñadora de modas y empresaria. Resalta que su esposo, Marco Antelo, la animó a asumir este riesgo. Inauguró una tienda de ropa que ella diseña. 

En ese entonces eran solo Marco, una vendedora, un sastre, Anabel y una cuenta bancaria con 100 bolivianos de saldo.
En la actualidad da trabajo a más de 20 personas y dentro de algunos días abrirá una sucursal de Anabel Angus-Moda.

En su faceta más sexi
Hace un mes se animó a someterse a una mamoplastia, confiesa que se aumentó una talla y que lo hizo para sentirse bien consigo misma. “Siempre pensé que las cirugías eran buenas si hacen que te sintás mejor y se realizan con responsabilidad”, manifiesta.
Nunca lo negó, dice que no tiene problema con ello.

La familia crece
Con su compañero de vida sueñan con ser padres, pero ella nunca imaginó que mantener un hogar fuera tan caro; dice que trabajaron duro por cada uno de sus muebles. Así que decidieron que lo serán dentro de un año y medio. “Queremos darle lo mejor a nuestros hijos, y no tener que trabajar tantas horas, para disfrutar de verlos crecer”, finaliza. 

Fuente: sociales.com.bo