“Las huellas de desarrollo”, vida y obra de Luis Añez Escalante

La historia de Santa Cruz la han construido no solo los generales, los presidentes o los mártires. La han hecho también hombres y mujeres que desde el lugar donde han estado han aportado al crecimiento y al desarrollo de este pujante departamento.  Y precisamente un libro rescata a uno de los personajes anónimos, que desde donde estuvo jugó un rol fundamental para la integración, como su participación en la Guerra del Chaco, el desarrollo de la ganadería y agricultura , que ahora son  pilares de la economía cruceña.Sale a la luz pública el libro “Luis Añez Escalante, las huellas del desarrollo, héroe Nacional de la Guerra del Chaco”, escrito por la periodista Mabel Pantoja Añez, que en base a una minuciosa investigación de documentos por más de tres años en  periódicos del siglos pasados, testimonios, fotografías y otros,  ha logrado construir la historia donde se muestra los riegos que pasaron Luis Añez y su descendencia, aportando a las sendas del progreso de Santa Cruz.La historia arranca desde 1904 para ir armando el perfil de una gran familia, liderada por Luis Añez Escalante, un hombre visionario, en la época de la Guerra llegó por su valentía al grado de Sargento, además de emprendedor, dirigente cívico, empresario,  llevó adelante grandes proyectos de apoyo al progreso de Bolivia, creaciones de puertos para el tránsito de carretones y ganados.   Lo interesante es que su ascendencia tuvo el asentamiento en las orillas del rio Grande, donde crearon puertos como Toledo, Céspedes y Pailas que eran los lugares donde todos pasaban de venida a la ciudad de Santa Cruz.Fue gestor  para el entablado del puente de Río Grande en Pailón, ya que a finales de los años 60, fue parte de una movilización para conseguir la promesa de la construcción de este puente. Con ello Santa Cruz empezaría su despegue y una mayor integración, además de ampliar los mercados para sus productos de la agricultura y la ganadería, precisamente a estos rubros y su desarrollo aportó don Luis Añez. Su descendencia concreto la creación de instituciones como la CAO, FEGASACRUZ, ASOCEBU, aportando en el sector pecuario.El libro se adentra en los esfuerzos de él y  sus descendientes de la familia Añez que  ha tenido que desplegar a través de la selva, abriendo brechas,  soportando lluvias, calores, fríos, atravesando ríos en canoas, viajando meses en caballos, carrozas, corriendo riesgo de enfrentar animales feroces,  sufriendo enfermedades y muertes, por lo que es un aporte documental importante para conocer y comprender mejor el proceso de desarrollo que ha tenido Santa Cruz, pero desde la mirada de estos grandes héroes anónimos, que sin embargo jugaron un papel fundamental en la historia de Santa Cruz.Después de 81 años, de la Guerra del Chaco, los 41 nietos de Don Luis, mostraron el interés de conocer su bases familiares, grande fue la sorpresa, que la escritora  de esta historia, encontró un diario escrito por Luis en el tiempo de las contiendas bélicas en manos de su hija menor Mary Luz, donde relata todo lo vivido, las miles de leguas andadas a pie, las enfermedades, la falta de alimentación  y los destaques  que logró en esos tres años y meses,  además su nombre está registrado actualmente en los libros de los Ex combatientes. Al finalizar la Guerra, en Villamontes se les manifestó a todos los sobrevivientes,  que todo lo vivido les cambiaría su vida y su actitud, que desde donde estén tendrían que luchar por su patria y hacerla productiva, desde entonces Luis, arriesgó muchas veces su identidad para lograr sembrar un grano de arena en tierra fértil y que ahora todos cosechan.En toda esta historia relatada se encuentra una gran mujer  Victoria Ruiz Iriarte, que lo acompañó en todas las fases de su vida,  e incluso fue la que atendió la hacienda la Cubanita, que era como un pueblito, cuando Luis se fue a la Guerra y a su retorno había producido.Lo relevante también está en su genealogía, investigada por el historiador Julio Osuna,  que Luis, proviene de una ascendencia de generales, lo cual coincide en haber llegado al grado de Sargento y toda sobre todo haber habitado en las regiones de los llanos orientales, caminos que fueron senderos del Capitán Ñuflo de Chávez.Todos han sido condecorados y muy distinguidos en el medio cruceño por la labor que han realizado y que ahora sus nietos la cuentan para poder seguir el camino que ellos trazaron.La autora del libro, Mabel Rossy Pantoja, es comunicadora, egresada en Brasil, ha trabajado en la red Universo, Bolivisión, como también en instituciones importante como el Comité pro Santa Cruz, Fegasacruz, Infocal Santa Cruz y otras. Ha escrito 2 libros de historia institucionales de Fegasacruz y Asocebu.  Es su primer aporte literario de investigación.Indicó que no hubiera sido posible esta obra literaria, sin la inquietud de la tercera generación de Luis Añez Escalante y que también se eleva la obra como un homenaje a los hombres y mujeres luchadores que murieron en medio de la Selva  haciendo caminos para  apoyar al desarrollo económico y social de Santa Cruz y Bolivia toda.Este año Luis Añez Escalante cumpliría 113 aniversarios y en donde esté, estará orgullo de que su historia de él y  sus descendientes sea plasmada para inmortalizar su paso por esta vida.   Con información enviada por Mabel Pantoja