Mujer acusada de parricidio fue enviada a la cárcel

 

Cochabamba.- La hija de una de las hermanas Caballero fue enviada a cárcel con detención preventiva acusada de ser la autora material del asesinato de su madre y tía.

Hija adoptada, acusada de matar a su madre y a su tía, va a la cárcel

La noticia de que la hija de una de las dos hermanas asesinadas el 27 de julio fue aprehendida como la principal sospechosa del doble crimen causó conmoción en Cochabamba. La joven, Isabel C.C. (23) fue imputada formalmente por los delitos de parricidio y asesinato y un juez la envió ayer, con detención preventiva, a la cárcel de San Sebastián. Sin embargo, aún no se ha descartado que el exesposo de una de las víctimas, Mario Claudio T.R., haya participado también de este caso.Según el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), coronel Iván Luque, el caso está esclarecido en un 60 por ciento . Todavía es necesario cotejar varios detalles para excluir, o no, al hombre.Isabel C.C. fue adoptada por Carmen Caballero Ovando (59) y su esposo, el militar Manuel Cardozo (79). La profesora Carmen no pudo tener hijos propios y decidió repetir el acto de amor que sus padres hicieron con ella y con su hermana Patricia (43), pues ellas también fueron adoptadas cuando eran niñas. Carmen y Manuel le dieron sus apellidos a Isabel y siempre tuvo todo lo necesario, pero madre e hija discutían con frecuencia por algunos hábitos que la niña tenía.Pagaron sus estudios en el colegio y al salir bachiller, ella quiso estudiar Psicología. Cursó dos semestres y abandonó la carrera. Luego ingresó a Medicina y tras cuatro meses, también la dejó. La joven no se inscribió a ninguna otra carrera, empezó a salir con sus amigos, quedó embarazada, tuvo a su hijo y continuó saliendo. Para presionarla, y lograr que estudie, Carmen Caballero decidió restringirle el dinero y solo le daba poco, lo justo para los gastos del niño. Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que la restricción económica profundizó la pésima relación entre las dos y generó un profundo resentimiento en Isabel.



LO QUE SE SABÍA

El 27 de julio, mucha gente en el país se asombraba cuando se informaba que Carmen y Patricia Caballero Ovando habían sido atacadas, dentro de su casa de la calle José Martí y Tarapacá, por tres hombres encapuchados que las apuñalaron múltiples veces y que también hirieron a la hija de Carmen, Isabel C.C., la misma que fue internada en Los Olivos.El día de la tragedia, dos niñas de 10 y 13 años, también hijas adoptivas de Patricia, se asustaron al ver llegar a la casa a su padre adoptivo Mario Claudio T.R., quien aseguró que se enteró de los crímenes por el informe de una unidad móvil de televisión. Una de las niñas que lo vio temblaba y se desvaneció.Este incidente y el hecho de que Mario Claudio T.R. era violento con Patricia, según las menores y otros testigos, lo convirtió en el primer sospechoso de un feminicidio íntimo contra su exesposa y un feminicidio por conexión contra su excuñada. El hombre está detenido preventivamente en El Abra.Su abogado, Jimmy Almanza, anunció ayer que pedirán la libertad de su cliente, porque existen testigos de que él estaba en su casa cuando ocurrieron los hechos. Sin embargo, la Policía aún debe indagar si tenía algún nexo con la sobrina de su exesposa Patricia, pues en la billetera de Mario Claudio T.R. la Policía halló la fotografía del hijo de Isabel C.C.

LAS CONTRADICCIONES

La reconstrucción de un crimen permite contrastar, verificar y comparar las versiones de todas las personas que estaban en la casa el día de los hechos, para establecer si corresponden con la realidad física. Durante la reconstrucción del caso Caballero Ovando, Isabel C.C. cambió la versión que dio el 27 de julio. En una versión dijo que ella había salido a comprar a la farmacia mientras sucedían los hechos, y llegó cuando los sicarios salían de su casa. Agregó que reconoció a Mario Claudio T.R. y a un amigo de él.En otra versión sostuvo que estaba en la casa cuando ocurrió todo y que cuando fue a tratar de ayudar a su madre, uno de los sicarios la atacó hiriéndola en los antebrazos cuando ella lo empujaba y le cerraba la puerta. La joven mostró cómo se defendió de un atacante de estatura más baja y las heridas leves que tiene en los antebrazos no corresponden al tipo de ataque que ella describió. Más bien, se puso en evidencia que ella se habría autolesionado. Otro indicio es que para asesinar a las dos hermanas se usaron tres cuchillos de la cocina de la misma vivienda. Los sicarios van preparados para el ataque, llevan sus armas y luego de consumar sus objetivos se las llevan para no dejar evidencias.Los investigadores y peritos también se percataron de que Isabel C.C. ejercía presión sobre las niñas de 10 y 13 años. Mientras una de ellas respondía sobre dónde estaba el cuerpo de su tía Carmen, Isabel C.C. le hacía señas y miraba muy enojada a su prima.La menor estaba atemorizada y la fiscal tuvo que ordenar que Isabel fuera aislada mientras las niñas contaban su versión. Las versiones de ambas menores coinciden plenamente con la realidad física de la casa y con la declaración de la vecina que las auxilió cuando ellas gritaban pidiendo socorro. Los dos abogados que contrató Isabel C.C., al darse cuenta que la participación de ella se había hecho evidente en la reconstrucción, y que su cliente les había mentido, decidieron abandonar el caso. Ayer, la joven prestó sus declaraciones asistida por un abogado de la Defensa Pública. Las dos hijas adoptivas de Patricia Caballero, de 10 y 13 años, fueron derivadas a distintos hogares de acogida en tanto se avanza con las investigaciones.El ataqueLa Policía cree que Isabel C.C. atacó a su madre adoptiva Carmen y luego a su tía Patricia, cuando ella quiso defenderla.27 de julio de 2017 es la fecha en la que ocurrió el doble crimen, en una casa de la calle José Martí esquina Tarapacá, cerca del puente Cobija. La familia Cardozo Caballero tiene varios bienes inmuebles y se cree que ese fue el móvil del atentado.

Fuente: Opinión  atb.com.bo