Corruptos arrepentidos



En Italia frenaron a la mafia gracias a los miembros de las poderosas familias que se arrepintieron y delataron a los capos de la “Cosa Nostra”. Lo mismo pasó con los “narcoarrepentidos” en Colombia y los testigos encapuchados que señalaban a los implicados en actos terroristas en Perú. De alguna manera había que darles batalla a los poderosos carteles y así pinta la guerra contra la corrupción que debe encarar América Latina, víctima de muchos males, pero ninguno como el saqueo cometido por bandidos disfrazados de dirigentes políticos. Esa fue la forma que usó Brasil para destapar la olla más podrida de su historia. Negoció con Marcelo Odebrecht y lo convenció de denunciar a la plana mayor de la política brasileña, empezando por el intocable Lula, con ramificaciones que empiezan en México y terminan en la Patagonia. Justo en Argentina podría escribirse el segundo capítulo de este argumento. El pasado lunes se entregó y se acogió al sistema de protección de testigos el abogado Alejandro Vandenbroele, el testaferro del ex vicepresidente Amado Boudou, ahora detenido.

Fuente: eldia.com.bo