Carlos Toranzo: «Hay que recuperar la democracia, la validez de la ley, la palabra empeñada»

Advierte que Evo Morales perdió la oportunidad de pasar a la historia como el presidente de la inclusión. El analista Toranzo cree que los partidos y los movimientos ciudadanos deben hallar vasos comunicantes.  El analista Carlos Toranzo conversa con la directora de Página Siete, Isabel Mercado. Foto: Víctor Gutiérrez / Página SieteEl analista político Carlos Toranzo, en conversación con Página Siete, evalúa la gestión 2017 y perfila escenarios para el futuro. Indica que Evo Morales perdió la oportunidad de pasar a la historia como el presidente de la inclusión. Alerta que opera en el país la inteligencia cubana y que eso podría frenar a los movimientos ciudadanos que rechazan el proyecto prorroguista del MAS.¿Cuál es su evaluación del año 2017 en el plano político?El presidente Morales, que podía ocupar un lugar en la historia como el gran reformador social, como el Presidente que impulsó la inclusión social,  va a quedar en la historia como un presidente autoritario que intenta prorrogarse en el poder a costa de la violación de la Constitución y de las leyes. Hoy hace parte de un trío que no es el mejor: Maduro, Ortega y Evo, porque todos ellos tratan de eternizarse en el poder. Ese joven humilde, el Presidente del jersey, ha pasado a ser un presidente soberbio, autoritario que se transporta en helicóptero, en autos blindados, que tiene un cordón policial muy grande. Antes, la prensa internacional lo veía como el indígena revolucionario capaz de generar inclusión social;  hoy, ya sea un periodista francés o la BBC, no tienen temor de preguntarle por qué él se parece a algunos dictadores que han expresado que se quedan en el poder porque el pueblo se los ha pedido. Eso mismo dijo García Meza, que si el pueblo se lo pedía se iba a quedar en el poder.¿No le parece paradójico que a nombre de salvar la revolución, se ponga en juego la democracia y la propia figura de liderazgo de Evo Morales?En la historia y en la teoría hemos aprendido que todo proceso revolucionario es autoritario, sea el de la Unión Soviética, de Cuba o de Venezuela. Evo Morales planteó hace 11 años una revolución social y cultural, y cuando uno revisa la historia, quien trata de hacer revoluciones deviene necesariamente en autoritario y muchas veces en dictador, no importa que sea de derecha o de izquierda. Estos procesos revolucionarios tienen al frente a caudillos fuertes, que siempre tratan de eternizarse en el poder, so pretexto de la revolución y de la inclusión social. No hay ningún proceso revolucionario en el mundo que respete la democracia, que crea en los check and balance, en la independencia de poderes, en la libertad de prensa, de expresión.En los 70 la agenda de la población era derechos humanos, libertades democráticas, libertad de prensa, libertad de expresión; curiosamente hoy la agenda de los bolivianos es exactamente la misma. Eso quiere decir que estamos otra vez ante un proceso autoritario, no quiero decirlo, y tengo temor a decirlo: ante un proceso dictatorial. Los caudillos son ciegos, los caudillos no miran la realidad, tienen a su lado un conjunto de obsecuentes que aplauden lo que hace el caudillo. Por eso, plantear que se gobierna oyendo al pueblo es una falacia;  el caudillo se oye a sí mismo y el mejor consejero del caudillo es su espejo.¿Se podría decir que para Evo el poder es un fin en sí mismo?Cuando dice respeto al pueblo y no acepta el mandato del 21 de febrero de 2016, quiere decir que no oye al pueblo y que está cegado por esta intención de perpetuarse en el poder. Es risible cómo se ha acudido al Pacto de San José para plantear que el derecho humano del presidente Morales es ser candidato. El sentido del Pacto de San José es otro, que aquellos que no tienen poder, puedan acceder a ser candidatos, a tener derechos políticos. Para el presidente Morales, el derecho humano número uno es eternizarme en el poder, o como lo han planteado, el derecho humano del presidente Morales es ser dictador. El 21 de febrero muchos ciudadanos fueron a votar por el No, pero cada colectivo tenía una idea diferente (género, abuso de poder, respeto a temas ambientales, indígenas); en cambio, el 21 de febrero de 2017 se van unificando por la no reelección de Evo Morales.Es un revés porque por primera vez los movimientos ciudadanos le ganan la calle al MAS. Y eso tiene una continuidad con las elecciones del Poder Judicial del 3 de diciembre, cuando la mayoría de los bolivianos acude no a elegir magistrados, sino a un plebiscito en el cual debían manifestarse si estaban con Morales o contra Morales. La suma del voto blanco y el nulo es que casi dos tercios de los bolivianos    no están con Morales. De inmediato, se genera un ánimo optimista de quienes dicen que en 2019 se le puede ganar en elecciones presidenciales a Morales; pero también surge un estado de ánimo pesimista porque hay quienes dicen que es difícil que Morales vaya a una elección sabiendo que él puede perder;  por tanto,  creen que es posible que no haya elecciones en 2019, que bien podría haber una constituyente, de tipo corporativo como la venezolana, para perpetuar a Morales en el poder.Con todo, la juventud cruceña ha salido de su letargo, especialmente las jóvenes mujeres, haciendo grandes movilizaciones planteando el respeto al 21F. Los empresarios cruceños piden respeto al 21F, los cívicos han previsto un paro cívico y una movilización el 21F  de  2018;  los empresarios privados de Bolivia también salieron de su letargo, la Asamblea de la Paceñidad hizo su marcha, también Tarija, Cochabamba; y la Iglesia, que fue más lejos y  en su comunicado plantea “estamos muy cerca del totalitarismo”, por eso hay que aceptar el 21F.¿El 21 de febrero puede ser el punto de inflexión en este proyecto de perpetuidad para Evo Morales?Para Morales hay dos puntos de inflexión en su gobierno. El 2015 es la inflexión económica por la baja de los precios de las materias primas y el otro es el 21F porque ahí la mayoría absoluta opta por el No. Hoy los movimientos ciudadanos ya no tienen consignas muy dispersas, tienen una consigna muy clara y única, no a la reelección de Morales y respeto al 21F. Y la historia me expresa lo siguiente: Si se han separado las ONG del MAS, los indígenas de tierras bajas, los cooperativistas mineros, los cocaleros de los Yungas, el movimiento campesino de Achacachi, algo está pasando con el resquebrajamiento del MAS.Eso mismo pasó en 1956 tras la Revolución Nacional, sus movimientos corporativos se alejaron del MNR; pero la pregunta ahora es cómo este desgajamiento conducirá a que el MAS se aleje del poder. Muchos nos dicen que la situación de hoy no es la de 1956 porque entonces no estaba presente la inteligencia cubana: un modelo de represión y de domesticación de la sociedad. Si no tendrías inteligencia cubana o la experiencia venezolana, dirías “Bolivia siempre ha sido capaz de alejar gobiernos autoritarios y de aquellos que querían perpetuarse en el poder”.¿Dónde se puede advertir esta presencia de la inteligencia cubana?En absolutamente todos los pasos que ha dado el Gobierno: No aceptar los resultados del 21F e,  igual que en Nicaragua, ir a pactos internacionales y plantear el derecho prevalente de ser candidato; generar enfrentamiento con movimientos sociales y tratar de dividirlos.¿Cuáles son los ejemplos?Cocaleros, campesinos, cooperativistas, movimiento indígena, a todos los movimientos sociales no solo trata de dividirlos, sino de humillarlos, de destruirlos para que no tengan capacidad de reacción. Por eso la pregunta política del futuro es si la Bolivia rebelde, de sociedad civil, de movimientos sociales intensos, que no ha gustado de gobiernos autoritarios, volverá a estar en escena o será domeñada por estas políticas represivas que huelen mucho a inteligencia cubana. Hay un trabajo especial y puntilloso en tratar de acallar por vías más finas, más inteligentes; ya no te matan, muchas veces no te meten a la cárcel, pero te atemorizan, te mandan a la Renta.¿No le parece mucho optimismo hablar de derrotar al MAS, tomando en cuenta que todavía tiene un gran apoyo. En las judiciales ha conservado el respaldo en la mayoría de los municipios sobre todo rurales?Las encuestas plantean que en una segunda vuelta Carlos Mesa podría ganarle al MAS. La encuesta del 21F de 2016 y la encuesta del 3 de diciembre de 2017 me dicen  que sería posible ganarle en elecciones al MAS, pero, en las elecciones entran partidos, no movimientos ciudadanos, no vota el Facebook, vota el ciudadano por un partido y el MAS sigue siendo el primer partido de Bolivia y Evo Morales sigue siendo el primer político del país. Ese es un dato, otro dato es, si algo tiene la oposición partidaria en Bolivia es mezquindad, y una incapacidad de unirse y de tener una mirada estratégica para alimentar a la democracia. No creo, como no cree la mayoría de la gente, en los partidos políticos; pero, es con partidos que se tiene que acudir a las elecciones y lo que siento es que sin líderes de oposición fuertes es difícil oponerse a Morales. Es fuerte el MAS y ha ganado en muchos municipios rurales, pero este es un país urbano, y el resultado del nulo y blanco es fundamentalmente urbano.¿Cómo se pueden vislumbrar estos escenarios considerando que no hay una oposición fuerte y los movimientos ciudadanos son interesantes, pero con poca capacidad de representación?Hay dos oposiciones, una es la oposición de los partidos políticos y otra es la oposición ciudadana. La oposición de los partidos políticos es débil, carente de visiones estratégicas y con una mezquindad extraordinaria sin capacidad de unificar criterios para dar un mensaje de oxígeno a la democracia. La otra oposición es de movimientos ciudadanos y esto demuestra  que en el mundo hay una crisis del partido como forma de representación política, pero los movimientos ciudadanos en varias partes del mundo han sido capaces de alejar gobiernos autoritarios, pero no construir su propio poder; esta es la dificultad, y no hay vasos comunicantes entre estos movimientos ciudadanos y los partidos. De alguna manera tiene que romperse el dogma de los partidos de no creer en los movimientos ciudadanos y estos romper su dogma de que todo en los partidos políticos es malo.¿Y esto se podrá dar en el corto plazo? En Venezuela la oposición otra vez está desbandada y sin capacidad de acción.No sé si sea posible, pero de lo que tengo certeza es que es necesario. Tendría que haber una mirada crítica de los partidos y movimientos de que no hay que negar al otro, en democracia se actúa sumando y no restando. Cuando uno siente el tufillo posible de un gobierno autoritario que trata de ser dictatorial es suficiente impulso como para generar los vasos comunicantes y saber actuar.¿No hay nada rescatable en la gestión gubernamental después de 11 años en el poder?Lo rescatable es que se ha ampliado la inclusión social, no se la ha creado, se ha ampliado. El primer pacto profundo de inclusión social fue la Revolución de 1952. El segundo momento fue la Participación Popular. El MAS, aunque no lo quiera aceptar, es hijo de la Revolución de 1952 y de la Participación Popular. Esto es lo más rescatable. Hay que rescatar este país de inclusión social porque si este país tenía algo en su profundidad era discriminación y racismo.¿Se habrá superado eso?No se ha superado porque hay un racismo de otro sentido;  ahora el aymara y el quechua odian al k’ara, al blanco y  ningún racismo ni el de antes ni el de ahora es bueno. El norte de un país viable es que todos puedan estar representados, y que quienes acuden a exacerbar nacionalismos  exacerban los racismos y hoy están exacerbados en sentido contrario; pero de manera fáctica la inclusión social está colocada y por eso el futuro político del país no puede olvidar ya a los sectores populares, esa es la gran herencia del MAS.¿Tras este fallo del TCP, será posible que algún organismo como la CIDH pueda obstaculizar el proyecto del MAS?Aunque el señor Almagro y la OEA se desgañiten contra Venezuela, no pasa nada en Venezuela. No confío en mecanismos internacionales para las soluciones democráticas en nuestro país. Ustedes han publicado cosas jocosas en las papeletas del voto, qué significaba ese dibujo, que no se cree en el voto, que no se cree en la ley, en la norma, este es el peligro del futuro boliviano, la anomia; y te refleja algo más profundo, crisis de valores y crisis ética, porque no se cree en la palabra empeñada, en la ley. Por eso es que hay que recuperar la democracia, la validez de la ley, la validez de la palabra empeñada y una convivencia que genere confianza y no dudas.¿Qué debe hacer el ciudadano?Lo fundamental para el ciudadano es creer en la democracia, impulsarla, y actuar donde esté;  no todo ciudadano está obligado a salir a la calle, pero está obligado a respetar la luz roja del semáforo, a saber que una democracia es con check and balance, independencia de poderes, libertad de prensa, retorno de los exiliados. Yo creo que el reto del ciudadano es ser respetuoso de la ley, de los valores democráticos, y jamás pensar que este Gobierno debe caer, eso es golpe de Estado; este Gobierno debe culminar su mandato como lo prevé la Constitución y debe renovarse por la vía de las elecciones y si se viola eso, el ciudadano debe rechazarlo. Los retos son cotidianos, son respetar la palabra empeñada, cumplir compromisos, porque eso va contra la lógica del poder.Página Siete / La Paz