Una de las claves para el triunfo en segunda vuelta de Sebastián Piñera en Chile (algo que parecía muy difícil en primera instancia) fue el lanzamiento de un spot televisivo que caló hondo en la opinión pública. Su contendor, Alejandro Guillier, pretendía conquistar al electorado con un discurso populista al estilo Chávez y compañía, redoblando la apuesta de Michelle Bachelet, una socialista que salpicó a su país con algunas de las manchas que en el resto del continente, especialmente en Venezuela ya son imposibles de borrar. Esto mismo le sirvió en bandeja el argumento a Piñera, pues el citado anuncio no hizo más que poner la situación venezolana en el contexto chileno, haciendo una proyección de lo que pasaría en el 2024, con escasez de alimentos, inseguridad, abuso de poder y todas las lacras que nos ha dejado el Socialismo del Siglo XXI. El spot es muy malo, pero lo interesante es que la ciudadanía lo creyó porque está segura de que el destino será el mismo de continuar el camino de los seguidores del castro-chavismo. En Argentina y en Ecuador pasó lo mismo ¿quién sigue?
Fuente: eldia.com.bo