La Nomenklatura boliviana

Carlos Federico Valverde Bravo

El término Nomenklatura definía a la élite de los países de la óribita soviética; entiéndase de los paises comunistas. Significa “lista de nombres» en ruso. Esos hombres o nombres, se encargaban de las responsabilidades de gobierno. Sus integrantes, gozaban de grandes privilegios; la nomenklatura abarcaba también el poder discrecional del PCUS para nombrar o revocar cargos… la historia es más o menos conocida: la Nomenklatura se tragó al Estado, lo derrotó y, aparece camuflada en algunos gobernantes y líderes de la Rusia actual y empresarios que dilapidan fortunas… nada que no se sepa

En Bolivia no hay, oficialmente Nomenklatura… pero tenemos privilegiados del Poder que tienen ventajas y oportunidades que no tienen los demás ciudadanos funcionarios; lo curioso es que en la “lógica socialista”, funcionarios de alto y mediano nivel, están en casi los mismos niveles en cuanto al dinero que cobran del Estado; ninguno puede ganar más que el Presidente, pero los niveles medios no tienen la posibilidad de incrementar su fortuna como lo hizo él y varios otros “privilegiados” del Poder.



El salario del Presidente subió a Bs 22.987 después de haberse mantenido por varios años en Bs 20.290 y subir a Bs 21.483. Los ministros reciben Bs 20.432 y el viceministro Bs 19.156 mensuales. Recordemos que, al asumir el gobierno, Morales disminuyó su salario en 57%. El Presidente anterior recibía Bs 34.900 al mes y él bajó su sueldo a Bs 15.000 mensuales.

Con rebajas o no, el privilegio funcionó, pues el sueldo del Presidente le dio la posibilidad de incrementar su patrimonio en un 196% (casi tres veces de lo que tenía cuando comenzó su gestión, el 2006).

El trabajo de El Deber (una investigación/informe de 12 años de gobierno) muestra lo siguiente: Morales declaró tener Bs 1.127.000 en activos, Bs 240.000 en pasivos o deudas, Bs 244.530 en rentas y un patrimonio neto de Bs 887.000. Su vez, su declaración jurada del 23 de noviembre de 2017 muestra que concluye 12 años de gestión con sus deudas saneadas y con sus activos elevados a Bs 2.625.470,34 (lo que significa un incremento del 133%); su patrimonio neto, a Bs 2.625.470 (lo que refleja un incremento del 196%) y sus rentas, a Bs 336.387 (lo que representa un aumento del 38%).

El Vicepresidente es el caso paradigmático de lo que logran los privilegios: según declaración jurada del 21 de enero de 2006, comenzó su gestión, con Bs 0 en pasivos y el 30 de octubre de 2017 (Contraloría General) sus deudas habían ascendido a Bs 1.168.903,57 (me dicen que a nadie le dan crédito sobre nada en esa cantidad… ese es un privilegio del poder; no hay dudas)

Superó al “líder”, tras de 12 años, “sus activos, rentas y patrimonio muestran un alza; los activos ascendieron a Bs 1.887.587,44 (incremento del 4.190%); su renta, a Bs 276.551,98 (aumento del 106%) y su patrimonio a Bs 718.683,87 (en 1.533 %).

Y hay detalle de todos, me quedo en 2 y pregunto: de no tener tanto poder, de no controlar como se controla el Poder, no hubiera más de uno en problemas? Claro, a la CGE no se le va a ocurrir preguntarle al Presidente cómo hizo para incrementar como lo hizo, sin posibilidad de desempeñar otros trabajos o de lograr otros ingresos. Los cargos de los gobernantes son de dedicación exclusiva y está claro que no da para crecer de la manera que crecieron.

Morales dice que le regalaron ponchos y otras cosas que valen mucho, pero esa es una trampa porque no han sido debidamente auditados y, una vez más entra la pregunta: los regalos al Presidente son personales o son al Estado? En países serios, sólo el 10% de los mismos son del Presidente y sobre lo demás, una vez tasados, deben pagar el impuesto correspondiente para hacerse de ellos, cosa que, por supuesto no va a pasar en Bolivia.Se puede entender que existe una Nomenklatura en Bolivia y está a la vista; los privilegios, viáticos abultados, gastos pagos, casa, comida y demás, a cargo del país… son la regla y no la excepción: parece que el Presidente no gasta, que es obligación del Estado mantener todos sus requerimientos, al fin de cuentas, es una obligación por sus servicios tan dedicados… ya sabemos el discurso.