Panorama, un año preelectoral será la agenda que marcará el 2018 en Bolivia


Mientras el MAS tiene seguro a Evo, la oposición es todavía un dilema.

Panorama,-un-ano-preelectoral-sera-la-agenda-que-marcara-el-2018Ref. Fotografia: Es lo que ha provocado la última acción constitucional del TCP, por el que hoy una parte de la ciudadanía le dice no a Evo.Se abre un escenario de fraccionamiento y polarización para diferentes organizaciones políticas. Ademas, los expertos prevén un año intenso, lleno de dudas y certezas.Llegó el 2018. El panorama político, este nuevo año que arranca, se muestra promisorio, disperso y cuanto más de certezas y dilemas a la vez. Para los políticos, será 12 meses de intensa actividad “preelectoral” con miras a las presidenciales del 2019. En cambio, los expertos en el tema, ven un año, sencillamente, de fraccionamientos y de esfuerzos por articular de mejor manera las organizaciones políticas, afinar sus liderazgos y propuestas, en esa pugna por el sillón presidencial.Incluido el Movimiento Al Socialismo (MAS) que por ahora, por el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) del pasado año, tiene a Juan Evo Morales Ayma, como firme candidato que buscará una cuarta reelección, debe aún definir el acompañante para hacer el binomio: el candidato a vicepresidente. En cambio, en el otro frente “de las oposiciones”, todas las agrupaciones y organizaciones políticas, están llamados a  concebir una propuesta país y a consolidar liderazgos en base o a sus conocidos caudillos o mostrándose remozados y con rostros nuevos.»El 2018 será un año inminentemente político. Mientras uno tiene un candidato claro y definido en la carrera hacia las elecciones del 2019, independientemente del fallo del Tribunal Constitucional sea interpretado como una usurpación por parte de la población. Al contrario, la oposición o las oposiciones, tienen el enorme reto de construir una propuesta alternativa. No es una tarea fácil», señala Marcelo Silva, politólogo.Un contexto sin certezas. Mientras el partido oficialista, a punto de cumplir 12 años consecutivos en el poder el próximo 22 de enero, no da tregua en su movilización social y su presencia política diaria, en una especie de campaña permanente, en todos los confines del país; los partidos de la oposición, en estos días,  dieron rienda suelta al descanso “oportuno” y las vacaciones.Sin embargo, la agrupación Soberanía y Libertad (Sol.Bo.), en la persona de su jefe nacional, Luis Revilla, señaló que este año el mayor objetivo es constituirse formalmente en un partido de alcance nacional. «Sabemos que nuestra gente ya no quiere ser engañada. Queremos proyectarnos ya el 2018 como una alternativa política novedosa que enamore a la gente, dado que es absolutamente posible derrotar al MAS el 2019″, precisó, en síntesis, en una larga entrevista con El Día.Por su parte, Samuel Doria Medina, jefe nacional de Unidad Nacional (UN), señaló tajantemente que por principio Evo Morales no debería postular el 2019, por el que su partido dará batalla el 2018.»El fallo del Tribunal Constitucional ha sido una especie de golpe de Estado en contra de la legalidad y la institucionalidad democrática del país. Nosotros enfrentaremos el fallo y defenderemos el 21F de manera consistente y continua, junto a la mayoría del pueblo boliviano»,Para Víctor Hugo Cárdenas, ex vicepresidente de la república, los partidos: UN, MDS, la agrupación Sol.Bo, entre otras organizaciones políticas de menor relevancia, serán las únicas que harán frente al MAS. Anticipa, que en el fondo no habrá mayores sorpresas. «Al parecer, son los principales contendores del MAS, salvo que surja otra alternativa o se divida el partido de gobierno», admitió.En el escenario predominante del MAS, Cárdenas observa que el 2018 será un año electoralista: el Gobierno, hace meses, ordenó un crecimiento mayor al 4.5%. «Se pagará el doble aguinaldo, habrá más prebendas y clientelismo y se olvidarán de la gestión pública».En cambio, para la politóloga y diputada opositora, Jimena Costas, que la oposición el 2018 entre  en el juego del MAS, en un escenario preelectoral, sería caer en una acción funcional al partido de gobierno, lo que peligrosamente legitimará la candidatura de Evo Morales.  «Sería realmente lamentable que la oposición entre en el juego del masismo, cuando hay otros temas importantes de gestión que debe atender este gobierno, en un contexto de desaceleración económica y la caída de los ingresos», apuntó.En el plano del MAS.  El MAS, a sabiendas que ya tiene asegurada, gracias al TCP, la candidatura del presidente Evo Morales hacia una cuarta repostulación, el vicepresidente Álvaro García Linera, hace tres días en La Paz, en contacto con los periodistas, descartó que este 2018 vaya a ser preelectoral. «La oposición que haga política, lo están haciendo con los conflictos. No señores, para nosotros es importante la economía de las familias», sostuvo.Carlos Cordero Carrafa, politólogo, observa que el partido de gobierno tiene el duro reto de recuperar la confianza y popularidad de Evo Morales perdida a partir del referéndum del 21 de febrero de 2016 y las recientes elecciones judiciales del 3 de diciembre 2017. «Hoy en día están deterioradas y ponen en riesgo su posible reelección», enfatizó.Asimismo, para la analista política, Erika Brockmann, el año nuevo se abre con un escenario hiper electoralizado. «Se intensificarán todos los dispositivos de propaganda para legitimar la reelección, revertir su rechazo pero ante todo descalificar y reducir toda credibilidad del bloque de oposición», finaliza.Cárdenas aún tiene fe que se puede revertir la reelección«El MAS aún no tiene candidato. El fallo del TCP es ilegal e inconstitucional», así refleja su postura el ex vicepresidente de la república, Víctor Hugo Cárdenas. Señala, además, que si la oposición entra en ese juego del partido de gobierno, estaría legitimando toda la cuestionada ilegalidad de la reelección de Evo Morales. «Efectivamente, hay la necesidad de construir un bloque alternativo que siente las bases de una opción opositora viable y sería frente a la frivolidad del gobierno del MAS», señaló.Colectivos.  Para Cárdenas en el país, empieza a moverse una corriente ciudadana y patriótica consciente y hostil a la irresponsabilidad y abuso del gobierno del MAS. «Esa oposición social debe sintonizar con las oposiciones político-partidarias, a fin de gestar una alternativa diferente y de esperanza para el país».Entrevista: Carlos Cordero carrafa cargo: politólogo y experto en el tema‘La opción política será posible con la unidad’Carlos Cordero, politólogo, describe sin duda alguna que la coyuntura política este año girará en torno a las elecciones generales del 2019. Su mirada expresa marcadas dudas y certezas a la vez de lo que vaya a suceder este año, donde lo político tendrá como destino más fraccionamientos y dispersión electoral.P. ¿Políticamente cómo se presenta este 2018?C.C: El 2018 será un año de preparación para las elecciones 2019. El Gobierno continuará realizando acciones para recuperar la confianza y popularidad de Evo Morales, que hoy en día están deterioradas y ponen en riesgo su posible reelección. La oposición intentará consolidar proyectos individualizados. Y creo que irán con varias candidaturas para las elecciones. Unos movimientos apoyarán a Evo y otros a los líderes de oposición. La tendencia será el fraccionamiento y dispersión.P. ¿Los partidos de oposición serán la punta de lanza de una opción alternativa?C.C:  El escenario político de la oposición será uno si Carlos Mesa es candidato y otro si CM no es candidato. Creo que él tiene las mejores posibilidades de polarizar y unir a la oposición. Si no candidatea, en la oposición se despertarán muchas ilusiones y frustraciones. Muchos liderazgos nuevos y jóvenes, en experiencia política, buscarán consolidar proyectos propios. Podría ser el último intento y fracaso de Doria Medina. La oposición buscará ir a una segunda vuelta electoral y en la segunda vuelta negociar alianzas, sobre la base de  tener una bancada legislativa razonable.P. ¿Harán posible construir alianzas de un bloque único?C.C:  Intentarán construir un frente único porque saben que la posibilidad de vencer a Evo Morales pasa por la unidad, pero el MAS también hará lo posible por impedir aquello y patrocinará una diversidad de candidaturas: militantes, mujeres, sindicalistas, nuevos partidos.P. ¿En qué medida será posible ese bloque alternativo?C.C:  La unidad de todos los líderes opositores y de la Sociedad es lo ideal, pero reitero que solo será posible alrededor de la figura de Carlos Mesa. Si él decide no ser candidato, la oposición irá fragmentada y facilitará la victoria disminuida de Evo Morales.P. ¿Cuáles son las limitaciones para lograr una opción?C.C:  Los cálculos políticos. Todos los liderazgos buscarán tener una bancada en el parlamento y llevar a Morales a una segunda vuelta electoral. Recién en la segunda vuelta electoral se unirán para conformar gobierno. Todos querrán entrar en campaña u probar su fuerza, con miras a la elección 2024. Para C. Mesa esta es su última oportunidad, y también para viejos liderazgos. Para otros, más jóvenes, el 2019 es una primera prueba de fuerza pero su verdadero reto es el 2024.P. En términos de reglas claras y garantías, ¿cuáles son sus temores?C.C:  Tres aspectos fundamentales.  Falta de control electoral, lo que puede derivar en una  utilización de los recursos del Estado y mucho dinero en la campaña a favor del MAS; segundo, inequidad en el acceso a los medios de comunicación para hacer una campaña equitativa;  y tercero, falta de debate con Evo Morales, quien nunca debatirá, pues cree que esa es su fortaleza. La oposición deberá convertir esa fortaleza en su punto débil.P. ¿Se puede avizorar una derrota de Evo en el terreno electoral?C.C:  Sí, es posible derrotar a Evo Morales. La prueba es el Referéndum del 2016 y las elecciones judiciales de 2017. Fueron un duro revés para Morales. La otra prueba de la debilidad del MAS es la propia candidatura de Morales, si no tuvieran miedo a perder, no insistirían en Evo como candidato.P. ¿Y para el MAS qué se avizora según su criterio?C.C:  Trabajará más que antes, sabe que depende de sí mismo para las elecciones de 2019. Renunciará unos 6 a 8 meses antes, para dedicarse de lleno a la campaña y García Linera será ungido como presidente. El MAS entrará de lleno a la campaña.Punto de vista‘Tendremos un año políticamente muy complejo’Erika BrockmannAnalista político“Está claro que, independientemente, de los recursos legales para evitar la inconstitucional repostulación, el Gobierno ha definido asegurar la candidatura de Evo Morales y confirmar su reelección, por cualquier medio. No le importa pasar a la historia saliendo por la puerta grande y dar paso a la alternabilidad en democracia.El MAS trabajará en crear la imagen de Evo como símbolo de estabilidad y certidumbre contraria a la imagen  de atomización, desgobierno y retorno del fantasma neoliberal ( cliché discursivo) atribuida a las oposiciones.Hay mayor posibilidad de que para el 2019, el bloque de oposiciones se articule en condiciones adversas. Se verá forzado a adelantar mensajes de unidad de manera prematura, exponiéndose al asedio de gobierno.Lo que importa al bloque de poder es conservar y reproducir el poder a cualquier costo, aun cuando esto implique hacerlo por la puerta trasera o las alcantarillas. Reafirmarán el apoyo político ideológico y prevendal  con las FFAA y activarán si fuera necesario a los grupos de choque corporativos de la Conalcam para confrontar adversarios y medir fuerzas en casos de conflictos.Lamentó el pesimismo, pero el 2018 será un año complejo.  Se desnudará el alineamiento ideológico más radical, la moderación y el sinceramiento reflexivo tendrán poco espacio. Esto ocurrirá en un contexto regional y mundial adverso,  de países vecinos que no son ni serán una taza de leche, agudizado por   la crisis de gobernanza de los mecanismos multilaterales y del orden internacional».EL DÍA / Santa Cruz