Después de la Segunda Guerra Mundial, una catástrofe cuyo culpable fue un populista, a los refugiados de aquellos países arrasados por los alemanes se les daba la opción de emigrar y en América los principales destinos elegidos eran Estados Unidos, Argentina y Venezuela por su nivel de desarrollo y por brindar oportunidades de trabajo y progreso. A tierras venezolanas fueron a dar muchos de los exiliados latinoamericanos en periodos dictatoriales, entre ellos bolivianos. La industria petrolera de Venezuela generaba innumerables puestos para obreros, técnicos y profesionales y los colombianos eran los que más aprovechaban al vecino rico. Lamentablemente ahora el viaje se ha vuelto a la inversa, pues los venezolanos ahora son los parias del continente, se han vuelto balseros y huyen a cualquier lado que les brinde un espacio para vivir en libertad y saciar el hambre. Recientemente se conoció que en Perú hay más de cien mil venezolanos que han escapado de la dictadura. Algunos parlamentarios peruanos se han quejado de esta situación y han propuesto limitar la “invasión”. Los representantes de los inmigrantes han tenido que salir a clamar que no los echen.
Fuente: eldia.com.bo