El secuestro en Roma, en 1973, de John Paul Getty, nieto del magnate del petróleo John Paul Getty, tenía todos los elementos para convertirse en una historia de película: un adolescente descarriado y sin blanca que llevaba el apellido del hombre más rico del mundo; la negativa pública del singular y avaro abuelo a pagar un solo céntimo por la liberación de su descendiente; la implicación de la mafia; una oreja mutilada que los secuestradores envían a la prensa; y un escenario tan bello como oscuro: la Roma de los años 70. Sobre el suceso han corrido ríos de tinta, se han publicado varios libros y finalmente Ridley Scott lo ha llevado a la gran pantalla con la cinta Todo el dinero del mundo, que se ha estrenado en España el viernes 23 de febrero.
En 1973, el joven Getty no parecía un rico heredero. Tenía 16 años, el pelo largo y una vida bohemia. Deambulaba por las calles de la Ciudad Eterna, después de haber sido expulsado de ocho escuelas privadas; vendía quincalla y algún cuadro pintando por él para sacarse un dinero en la céntrica Plaza Navona; flirteaba con la cocaína; de vez en cuando frecuentaba manifestaciones de la izquierda italiana y rodaba alguna escena como extra en los estudios de Cinecittà. Llevaba “una vida de hippie”, escribían los periódicos de la época. Vivía con su madre, la exactriz Gail Harris, y con sus tres hermanos en un apartamento en el acomodado barrio de Parioli, al borde del desahucio por impago del alquiler. Su padre, John Paul II, después de dirigir durante años la filial italiana del imperio familiar, lo había dejado todo para recorrer Europa con su nueva mujer, la actriz holandesa Talitha Pol. Les enviaba una escueta pensión, nada boyante, no manejaba mucho dinero. Al viejo y excéntrico Getty su padre lo desheredó a los 24 años porque decía que los hijos de los ricos no deberían recibir dinero si tienen edad para valerse por sí mismos, y él decidió aplicar la misma fórmula con sus vástagos.
John Paul Getty III escoltado por la policía en 1973. GETTY IMAGESPaul fue liberado el 15 de diciembre. Lo encontraron vagando en una carretera del sur. Su madre le pidió que llamara a su abuelo para agradecerle el pago del rescate, pero el viejo gruñón Getty rechazó hablar con su nieto. La policía detuvo a nueve personas, entre ellas varios jefes de la mafia calabresa.Paul se trasladó a Nueva York después del trauma, donde recayó en las drogas. En 1981 una sobredosis de valium y metadona lo dejó paralizado. Murió en 2011 en Inglaterra.Fuente: elpais.com
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