10 maneras de cuidar mejor el agua

En Bolivia, desde hace años, no es nada nuevo escuchar que varias ciudades están sufriendo sequías y crisis de agua importantes. Lamentablemente, esto no sucede solo en nuestro país: el problema de la escasez del agua es un problema mundial; muchos países tienen acceso escaso a este recurso y la contaminación no hace más que agravarlo. Cuando tenemos agua corriente a disposición, muchas veces reflexionamos sobre la importancia de cuidar el agua, pero pocas veces pasamos a la acción. Es hora de dar un paso más y comenzar a usar este recurso con responsabilidad y respeto desde casa. Ahorrar en agua no solo significa cuidar nuestro bolsillo, sino que, sobre todo, significa cuidar el medio ambiente donde vivimos. 

Diez consejos para cuidar el agua en el hogar

 

  1. Cerrar grifos, siempre

  Como dice el refrán: agua que no has de beber, no la dejes correr. ¿Sabías que cerrar el grifo mientras te lavas los dientes o te afeitas ahorra hasta 10 litros de agua por minuto? Lo mismo sucede si dejas que corra el agua en vez de usar un tapón cuando lavas la vajilla. Pero sin dudas, lo mejor que puedes hacer es cerrar la ducha mientras te enjabonas. ¿Te atreves?



  1. Cargar el lavarropas

 Un truquillo muy fácil para ahorrar agua (y electricidad) es llenar el lavarropas al máximo. Cargarlo de esta forma incluso ayudará a que la máquina no se deteriore tan rápido.Por otro lado, y si estás dispuesto a hacer una inversión por la causa, también existen específicamente lavadoras ahorradoras que utilizan 80 litros de agua (las convencionales pueden gastar hasta 200 litros por cada carga de ropa). 

  1. Reparar goteras

 Las fugas y los goteos de los grifos son un mal invisible. Si no nos damos cuenta y no los reparamos, estaremos perdiendo alrededor de 30 litros de agua al día

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  1. Reciclar el agua

 Como el agua es un recurso muy valioso, debemos aprovecharlo al máximo cada vez que lo utilicemos. La reutilización de la llamada “agua gris” es una gran manera de hacerlo, y podemos adoptar tácticas variadas para lograrlo. Por ejemplo, puedes regar las plantas y el jardín con el agua con que cocinaste; solo debes asegurarte de que ya esté fría cuando lo hagas. Otra opción consiste en almacenar el agua usada en la ducha, el lavado de platos o en el lavarropas y usarla en el inodoro.

  1. Regar por la noche

 Si almacenaste el agua de la cocina y vas a regar tus plantas, puedes aumentar el efecto de ahorro regando por la noche. De esta manera, estaremos evitando la evaporación por el sol y se conservará mejor la humedad. 

  1. Recolectar lluvia

 Usar el agua proveniente de la lluvia es el máximo buen ejemplo de aprovechamiento de este recurso. En un metro cuadrado se acumula 1 cm de agua por cada 10 litros que caen.Claro que esta agua no es apta para el consumo, pero podemos utilizarla para regar y lavar baños, autos, pisos o incluso utensilios de cocina. Coloca recipientes en el jardín, pasillos y techos, pero no dejes que el agua que se acumule pase más de un día al aire libre por cuestiones de salubridad. 

  1. Otra forma de lavar los vegetales

 Para no desperdiciar tanta agua, evita dejar el grifo abierto cuando lavas frutas y verduras. En vez de eso, puedes lavarlos en un tazón.

  1. Balde en vez de manguera

 Usar baldes y una esponja cuando lavas el auto ahorra un 50% de lo que gastarías utilizando manguera: se emplean unos 60 litros en lugar de 120. 

  1. La basura en la basura

 Muchas veces utilizamos el inodoro para desechar cosas que podrían perfectamente ir dentro de un canasto de basura, o tiramos restos de comida al desagüe cuando lavamos. Todo eso también afecta al consumo innecesario de agua, así que lo más recomendable es tener siempre en cuenta que la mayoría de los desechos pueden ir dentro del basurero y, mucho mejor, los restos orgánicos pueden utilizarse como abono para nuestras plantas. 

  1. No todo es agua y jabón

 Muchas veces podemos prescindir de usar agua y jabón para limpiarnos las manos y podemos recurrir a opciones alternativas igual de eficientes. Las toallas húmedas y el alcohol en gel, por ejemplo, son económicas y muy fáciles de conseguir.El agua es un recurso vital, y por esto cada uno de nosotros tiene la capacidad y el deber de cuidarla y usarla de forma responsable. Si aplicamos estas recomendaciones, seguro estaremos aportando, al menos un poco, a la salud del planeta (y por ende, a la salud de todos).