Expertos: Situación argentina impactará en cinco aspectos a Bolivia

Puntual. Una muestra de ello es Yacuiba, cuya población se ve afectada casi en el 80% de sus habitantes que se dedican al intercambio comercial, en gran medida informal.



Ref. Fotografia: Dinamismo. La actividad comercial en la zona fronteriza, a diferencia de otros tiempos, se encuentra paralizada.

La crisis económica argentina está golpeando fuerte en nuestra débil economía fronteriza», exclama en tono de angustia y desesperación  Ramiro Vallejos, alcalde del municipio de Yacuiba, departamento de Tarija. Es que la reciente devaluación del peso argentino afecta directamente a las poblaciones colindantes con el vecino país, entre ellas: Bermejo y Villazón (Potosí).  



Los economistas Germán Molina, Gary Rodríguez y Carlos Schlink, refieren que el golpe empezó a sentirse y que más adelante tendrá cuatro  consecuencias: caída del comercio en la frontera, demora en pago por la venta de gas, fuga de divisas al vecino país, reducción de ingresos por remesas que provienen de Argentina y caída de las exportaciones que acentuará el contrabando. 

Entre esos cinco aspectos, el primer golpe lo siente la población en la frontera. El alcalde de Yacuiba, narra que cuando el peso argentino estaba al mismo tipo de cambio que el dólar, el comercio en esta frontera era muy fluido y de mucho movimiento económico. «Ahora que el peso argentino, bajó al tipo de cambio de pesos 28 a 30 por cada dólar o tres pesos argentinos por cada boliviano, el comercio quedó estancado, con tiendas comerciales, restaurantes, hoteles y medios de transporte vacíos, sin ventas o usuarios», señala Vallejos.

«La situación es desesperante», dice Rafael Pérez, dirigente del mercado campesino de Yacuiba, al citar que la gente está optando por irse hacia otras latitudes del país. «Comercialmente convivíamos con Salvador Mazza (población al otro lado de la frontera), ahora de un momento a otro se acabó. La gente no sabe qué hacer, más aun cuando no hay trabajo y menos industrias», precisó el dirigente.

Un contexto al tema.  Exceptuando la venta de gas, nuestra balanza comercial con Argentina es negativa. Pese a ello, refiere el economista Molina, nuestro país mantiene una elevada dependencia de dicha economía, por las exportaciones de gas, de banano, de piña y otros productos, que aportan al ingreso de divisas y acumulación de las reservas internacionales netas del Banco Central de Bolivia. 

Según datos al mes de marzo, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), da cuenta que durante los últimos diez años las exportaciones bolivianas a la Argentina acumularon $us 13.216 millones, en tanto que las compras externas sumaron $us 9.498.  Al primer trimestre del 2018, el saldo comercial alcanzó los 116 millones a favor de Bolivia. 

Excluyendo las ventas de gas natural a la Argentina, el saldo comercial con este país es totalmente deficitario ya que en el último decenio las exportaciones solo alcanzarían los 1.422 millones de dólares.

Al primer trimestre, las importaciones serían casi 14 veces más que las exportaciones si no se contabilizan las ventas de este combustible. En esto, Molina remarca dos situaciones: la primera fue cuatro años acumulado de nuestra balanza comercial deficitaria de $us 679 millones y la segunda durante seis años acumulado de balanza comercial superavitario de $us 3.934 millones, quedando un saldo neto a favor de Bolivia de $us 3.255 millones durante el período.

«Si bien, en términos no tradicionales es poco lo que vendemos a la Argentina; sin embargo, es un país importante para Bolivia en comercio bilateral. Esto puede empeorar si el vecino país sigue en una inflación permanente», corroboró, Gary Rodríguez, Gerente General del IBCE.

A su vez Horacio Villegas, Presidente de la Cámara Nacional de Industria (CNI), la situación evidentemente es preocupante y amerita tomar medidas. «Nuestro gran problema en todo esto es que se viene un incremento del contrabando, la principal amenaza para nuestro sector. El gobierno debe tomar medidas para atenuar esta situación», precisó.

Los impactos que se vienen.  A su turno, los economistas describen los principales efectos de la crisis argentina. Para Schlink, fundamentalmente son tres los efectos. Primero, que con la inestabilidad de la moneda argentina, muchos querrán beneficiarse con el tipo de cambio, por lo tanto provoca fuga de divisas de Bolivia hacia argentina.

El segundo impacto es referente a la reducción de las exportaciones bolivianas e incremento de las importaciones de productos argentinos. «Esto provoca un efecto negativo sobre la balanza comercial que ya viene con cifras negativas por cuatro años consecutivos», asegura Schlink.

Y el tercer elemento, señala el experto, que afectará a la economía es precisamente el incremento del contrabando de productos argentinos porque sus precios van cayendo. «Sus productos se abaratan y los bolivianos contrabandeamos mucho desde Argentina por la falta de seguridad en fronteras y falta de empleo en Bolivia que obliga a que las personas se dediquen a la informalidad», señala.  

A ello le añade Molina, como otro de los impactos la demora que podría tener Argentina en los pagos de la venta de gas que realiza nuestro país, como sucedió en los años 90, durante el gobierno de Jaime Paz Zamora. «Esta demora puede ser una de las consecuencias de la falta de liquidez del vecino país que va a priorizar internamente algunos pagos urgentes, y además está en un desgaste continuo de sus reservas internacionales”, argumentó.

Según, información recogida por El Día, Yacuiba, cuya población llega al menos a 100 mil habitantes, el 80% vive  del comercio informal, junto a San José de Pocitos ¿al otro lado de la frontera). Ambas poblaciones por años están ligados del movimiento socioeconómico que genera la localidad de Salvador Mazza, población de la provincia de Salta. 

Prácticamente «nos ha llegado la crisis» en un contexto donde la actividad hidrocarburífera está en cero y una recesión económica que se agrava, señala  Nery Zurita, presidente del Comité Cívico de Yacuiba. 

«Los ingresos por regalías petroleras han caído en un 70%, no hay movimiento económico y ahora con la crisis argentina, no sé qué vamos a hacer. Es una situación desesperante, donde las familias están obligadas a dividirse,dado que gran parte se está yendo ya de nuestro pueblo», finalizó Zurita.

14 Veces más
Fueron al primer trimestre 2018 las importaciones respecto a las exportaciones.

80 Por ciento
De la población se dedica a la actividad comercial en la población de Yacuiba.


Autoridades locales sin políticas para aplacar  

Panorama. Villazón, Bermejo y Yacuiba, son tres poblaciones fronterizas colindantes con Argentina que están sintiendo, «la peor debacle económica», dice el alcalde Ramiro Vallejos del municipio yacuibeño.

«No hay turistas argentinos que ingresen a hacer compras, no hay movimiento hotelero, gastronómico, transporte y por ende las tiendas están sin concurrencia de compradores, hoteles semivacíos, restaurantes sin comensales y transporte público sin pasajeros», señaló en contacto directo con El Día.

Paradojas. En contraposición al análisis de los economistas y empresarios del sector, en estos momentos Yacuiba, dice Vallejos, vive una situación distinta al año 2000, paradójicamente los precios de productos argentinos se han disparado de precio por la situación cambiaria. «No resulta atractivo, para los que vivimos en la frontera, ir a comprar a la Argentina, porque los costos están elevados», señaló. Además confesó que las autoridades locales están atadas de manos para atenuar la crisis. «Poco o nada podemos hacer para contrarrestar los efectos negativos que genera la crisis argentina, porque como se dijo, no tenemos implementado planes ni programas de empleo ni de asistencia», sentenció la autoridad edil de Yacuiba.

Contrastes

• Desde principios de mes de mayo, el derrumbe del peso argentino ante el dólar americano afecta a los ciudadanos de ciudades fronterizas, comerciantes y el sector privado porque las ventas comerciales se redujeron por la poca afluencia de ciudadanos argentinos.

• El movimiento de capitales que hacían los ciudadanos argentinos en zonas fronterizas bolivianas; sin embargo, afirma  los economistas Schlink y Molina, es aún no determinado, dado que habría que esperar algunos días para determinar dicho efecto.

• Durante el período 2016-2017 las remesas enviadas de la Argentina aumentaron $us 10 millones que representó 7,1% de incremento y ocupó el tercer lugar de origen de envío de remesas, siendo el primero España y segundo Estados Unidos.  Como efecto de la crisis argentina, esto podría resultar seriamente afectado al disminuir los envíos y al mismo tiempo vinculados al retorno de ciudadanos bolivianos al país.

• Para la Cámara Nacional de Industrias (CNI), la devaluación argentina se va a sentir más por el contrabando que por la vía formal de la relación de comercio bilateral entre ambos países. Además, Horacio Villegas, presidente de esta institución, señala que en estos 12 años del gobierno de Evo Morales, la lucha contra ese mal fue prácticamente una batalla perdida. «En los hechos, esa falsa competitividad de precios es compleja y discutible, en cambio la gran batalla y por el que nos afectará esta crisis argentina es el contrabando. Nosotros de parte del gobierno, no hemos sentido ningún resultado positivo», señaló.

• Gary Rodríguez, Gerente General del IBCE, señala que si la inflación no neutraliza la subida del dólar podría tener más efecto en el contrabando, incluso reactivando escenarios no deseados de años anteriores con el ingreso de alimentos desde el vecino país sin control alguno.

Punto de vista

«Amerita hacer ajustes ante los efectos desfavorables»

«La situación de la desaceleración económica de Bolivia, también conocido como la ralentización del crecimiento económico, o enfriamiento económico que comenzó desde 2014, porque se registró una declinación continua de la tasa de crecimiento del producto y aumento de la tasa de desempleo. Exige una mayor previsión, cautela, monitoreo permanente de las variables económicas nacionales, regionales y mundial.

Eso permitirá  atenuar sobresaltos y turbulencias de shocks externos, particularmente de los que acontece en Brasil y Argentina por el elevado grado de acoplamiento de nuestra economía a través de nuestras exportaciones de gas y otros productos. 

Precisamente la crisis Argentina de mayo de 2018, que es un shock externo regional, afectará a la economía boliviana.

El grado de vulnerabilidad de nuestra economía ante los shocks externos regionales como el que acontece actualmente por la crisis económica de la Argentina se podrá cuantificar durante el segundo semestre 2018.  

Desde ya los ingresos de la población que viven en las ciudades fronterizas dependen del comercio, turismo y casas de cambio,  fueron impactados negativamente.

Es importante que las autoridades gubernamentales realicen un monitoreo continuo de los efectos desfavorables hacia la economía boliviana y asuman medidas de ajuste según principios y fundamentos económicos».

Germán Molina
Economista

Fuente: eldia.com.bo