Descuido y falta de atención, la tragedia del pequeño Hernán que se pudo evitar

https://youtu.be/0qj9n7rErvs Cochabamba.- Hernán Guzmán Ricaldez, de 7 años, perdió la vida el miércoles al caer a un pozo séptico de su escuela que permaneció cuatro años abierto, hasta hoy. El pequeño quedó dentro del pozo al menos 30 minutos sin que ningún adulto se percatara de su situación.

Hoy al visitar la escuela tras la tragedia, en el lugar se ve una tapa metálica amarilla con un gran candando que la Alcaldía puso esta mañana, alrededor hay otra cubierta de cemento y una madera que se presume es la que estaba antes de la caída de Hernán.

La regenta del colegio, Carolina Burgoa, recibió varias llamadas en teléfono móvil al promediar las 17:·30 del miércoles. En la unidad educativa, René Barrientos, de la zona Minero San Juan de la ciudad de Cochabamba, no encontraban ni ella ni la directora.



«Ha pasado a la salida, cuando pasaban educación física, yo he llegado más o menos a las  18:00 y todos estaban alborotados. Todos estarían en sus cursos, por eso no vieron», manifestó la regenta.

El aviso llegó primero a la secretaria que fue al pozo de agua pensando que ese era el lugar de la caída, según el relato de los niños. «Yo en el tiempo que trabajo no lo veía abierto, no conocíamos eses pozo séptico, es como un lugar abandonado», alega Burgoa.

Hernán es el segundo de cuatro hermanos,  solía irse del colegio junto a su hermana de 10 años. El miércoles a las 17:30, ella solo recibió la mochila de Hernán y en su desesperación fue a su casa a buscarlo.

«Mi niño estaba pasando clases de educación física, había oportunidad de salvar si le escuchaban a la niña que lo vio, una mamá había ido y había tapado otra vez el hueco con la madera», relató Cinthya Guzmán, la tía del menor.

La bomba para extraer el agua y el equipo de bomberos recién fueron notificados del hecho al promediar las 19:00, cuando el niño ya había muerto.

El asistente administrativo de la  unidad educativa, en el turno mañana, Elvis Mamani, explicó que la ampliación del pozo se realizó hace cuatro años. La tapa de cemento se rompió al momento de la entrega de la obra, cuenta.

«Ellos hicieron una tapa de madera, lo han dejado así la empresa. Se pidió que se arregle; cada año viene la Alcaldía pero cambia cuatro, cinco focos».

Sin embargo desde la Alcaldía, la secretaria de Desarrollo Humano, Jenny Rivero, aseguró que cumplieron con el mantenimiento y responsabilizó a la dirección del colegio.

Este medio intentó contactarse con la directora, sin éxito, en tanto la maestra, no se presenta a clases desde ayer.

Las aulas improvisadas donde los estudiantes de secundaria pasan clases. Gerardo Bravo

«El gallinero»

Las condiciones del colegio son precarias. A falta de espacios para pasar clase y debido al hacinamiento de los estudiantes, los padres construyeron cuatro paredes de ladrillo y yeso apoyados en palos de madera y un muro. No tienen puertas, ni ventanas y en la unidad le llaman » el gallinero».

Son «aulas» en la que los estudiantes de secundaria se turnan para pasar clases a la interperie, «cada semana cambian, si toca lluvia es terrible porque entra el agua, golpea la calamina, en el frío igual».

El concejal Edwin Jiménez, informó que hasta ahora el municipio gastó 2,2 millones  de bolivianos de los 4 que se tienen para el mantenimiento de unidades educativas. Adelantó que se pedirá un informe a la Alcaldesa, Karen Suárez.

Los Tiempos / Jessica Vargas