Un miembro de la Mara Salvatrucha fue acusado de asesinar a una adolescente musulmana

Por Justin Jouvenal

Darwin Martínez Torres está acusado de matar a una joven musulmana de 17 años (Archivo)

Darwin Martínez Torres está acusado de matar a una joven musulmana de 17 años (Archivo)

La fiscalía quiere presentar pruebas que relacionan un hombre con su pertenencia a la pandilla criminal Mara Salvatrucha. El hombre en cuestión está acusado de matar a una adolescente musulmana en Virginia el año pasado, según documentos judiciales.



El cuñado de Darwin Martínez Torres «creía» que el joven de 23 años tenía relación con la MS-13, mucho antes de que las autoridades apuntaran que él secuestró, agredió sexualmente y mató brutalmente a Nabra Hassanen, de 17 años.

Los fiscales no alegan que el asesinato esté relacionado con la supuesta afiliación de Torres con la pandilla. Pero esperan presentar el testimonio como evidencia de la conducta potencialmente peligrosa de Torres si es condenado en el juicio que se llevará a cabo en enero en el condado de Fairfax y cuando el jurado evalúe si lo sentencian a muerte.

Este caso podría tener repercusiones más allá del juicio, ya que el presidente Donald Trump han puesto de manifiesto la violencia cometida por pandilleros e inmigrantes indocumentados para abogar por políticas de inmigración de línea dura.

En los últimos días, Trump y algunos republicanos se han aprovechado del caso de Mollie Tibbetts, una estudiante universitaria de Iowa que, según las autoridades, fue asesinada por un inmigrante indocumentado de México. El abogado del hombre afirma que estuvo en Estados Unidos legalmente, pero no ha ofrecido ninguna prueba que respalde su afirmación.

En un mitin en Virginia, Trump manifestó que la Mara Salvatrucha esta «huyendo» y que matar a Tibbetts «nunca debería haber sucedido«.

«Las leyes de inmigración son una desgracia«, apuntó el presidente.

Las autoridades de inmigración también han dicho que Torres, que es originario de El Salvador, ingresó ilegalmente en el país.

Hassanen, de Reston (Virginia), fue atacada mientras ella y otros amigos regresaban a su mezquita de Sterling, después de una comida antes del amanecer, en la época del Ramadán, en junio de 2017. La policía explicó que Torres se acercó al grupo en su auto y se metió en un altercado con uno de ellos, antes de salir y perseguirlos con un bate de béisbol.

Nabra Hassanen, una musulmana de 17 años, fue secuestrada, agredida sexualmente y asesinada mientras iba de camino a la mezquita (Archivo)

Nabra Hassanen, una musulmana de 17 años, fue secuestrada, agredida sexualmente y asesinada mientras iba de camino a la mezquita (Archivo)

Finalmente, Torres atrapó a Hassanen y la golpeó con el bate. Luego la secuestró, la agredió sexualmente, la mató y arrojó su cuerpo en un estanque cerca de su apartamento en Sterling. Torres fue arrestado poco tiempo después y ha sido acusado de asesinato, violación y otros cargos.

La familia de Hassanen temía que fuera atacada por su fe, pero la policía lo calificó como «un incidente de furia en la carretera». Además, las autoridades indicaron que no encontraron pruebas de un delito de odio. El asesinato tuvo cobertura nacional y desató vigilias de costa a costa.

Joseph Flood, un abogado de Torres, se negó a comentar sobre el alegato de que su cliente pudo haber sido miembro de la Mara Salvatrucha, pero en el expediente judicial, el equipo de la corte ha intentado no admitir ese testimonio.

La ley de Virginia permite a los fiscales presentar pruebas de «conducta criminal no juzgada» durante la fase de sentencia de un juicio por pena de muerte para tratar de establecer si un acusado sigue siendo una amenaza continua para cometer actos de violencia. La defensa argumenta que ser miembro de una pandilla no es un delito en sí mismo, por lo que ese testimonio no es admisible.

«Su valor es sustancialmente superado por el prejuicio injusto que resultará«, escribieron los abogados de la defensa en una objeción a la inclusión de la referencia de pandilla propuesta.

Los fiscales escribieron en un documento, que está bajo secreto, que el cuñado de Torres señaló que el acusado había estado asociado con la pandilla hasta mayo de 2011, según un extracto citado en la presentación de la defensa.

Los documentos judiciales disponibles públicamente no detallan la relación de Torres con la pandilla después de eso, ni dicen si dejó la MS-13. Los fiscales tampoco detallaron ninguna supuesta actividad con el grupo criminal, de acuerdo con la presentación de la defensa.

No es la primera vez que se acusa a Torres de estar asociado con la pandilla más grande y violenta de la región, que ha experimentado un resurgimiento en toda la costa este en los últimos años.

La semana anterior a la muerte de Hassanen, una mujer acudió a una sala de emergencias en un hospital del condado de Loudoun e informó que Torres la había golpeado, estrangulado y agredido sexualmente y que era miembro de la MS-13, según dos personas familiarizadas con esta versión.

Las autoridades fueron informadas, pero la mujer se negó a presentar cargos.

Tras un informe sobre el incidente en The Washington Post, la policía del condado de Fairfax investigó y dijo que no encontraron «información creíble» de que Torres tuviera vínculos con pandillas.

La policía del condado de Fairfax se negó a hacer comentarios sobre la aparente discrepancia entre sus hallazgos y la evidencia que los fiscales planean presentar, ya que el caso aún está pendiente. Los fiscales del condado de Fairfax también se negaron a comentar cosas sobre las pruebas.

Las recientes declaraciones de defensa también indican que los fiscales planean introducir otros 15 casos de supuestas malas actuaciones por parte de Torres. La defensa se opone a la presentación de declaraciones de que Torres intimidó a niños mientras estaba en la escuela secundaria, robó dinero a su cuñado y destrozó un camión, entre otros incidentes.

Poco se sabe públicamente sobre Torres, pero los detalles se suman a una imagen de años turbulentos en su juventud. Su defensa había dicho que Torres estuvo sin hogar por un tiempo antes de cumplir los 18 años, vivió en un albergue juvenil y enfrentó cargos no especificados en el condado de Loudoun, que finalmente fueron retirados.

Los abogados defensores se están preparando para hacer de la capacidad mental de Torres un problema en el juicio. Un neuropsicólogo que examinó a Torres escribió que es «probablemente discapacitado intelectualmente» y debería ser evaluado para determinar si sufre un grado elevado de discapacidad para enfrentar la pena de muerte, según un expediente de la corte. Un juez nombró recientemente expertos para llevar a cabo las evaluaciones.

Próximamente, en el Tribunal del Circuito del Condado de Fairfax se realizará una audiencia sobre la moción de la defensa para evitar que los fiscales introduzcan la referencia de pandillas y otros presuntos incidentes previos en el juicio.

Fuente: infobae.com