Más de 500 estaciones meteorológicas monitorean amenazas de fenómenos adversos

Hoy se conmemora el Día Internacional para la Reducción del Riesgo. El trabajo en la gestión de esta temática en el país avanzó con la promulgación de la CPE.

desastre natural En 2014, el desborde de las aguas de los ríos Mamoré inundó la localidad beniana de San Ramón. Fuente: UGR San Ramón.La Paz, 13 de octubre (ANF).- Bolivia cuenta con una red de más de 500 estaciones meteorológicas e hidrológicas que realizan mediciones de diferentes variables como lluvia, temperatura, humedad, viento, presión atmosférica, nivel de río y caudal, entre otras. Así como sus posibles efectos en las diversas regiones climáticas del territorio.Estas mediciones, realizadas por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), permiten el monitoreo y evaluación de la magnitud de los fenómenos que se registran en el país como olas de calor, tormentas, inundaciones y riadas.Este sábado se conmemora el Día Internacional para la Reducción del Riesgo, fecha promovida por las Naciones Unidas, con el propósito de concientizar a los gobiernos y a las familias para que asuman medidas que minimicen el impacto que causan estos fenómenos.Según el Viceministro de Defensa Civil, Carlos Brú, la política que tiene el país respecto a esta temática se basa en el entendimiento del riesgo como un componente importante para el desarrollo, “busca privilegiar las condiciones óptimas de seguridad para la sociedad en general, sus sistemas de vida y sus componentes, aplicando medidas efectivas para la reducción de riesgos y atención de emergencias o desastres”, indicó.En Bolivia, al igual que en otros países, estos fenómenos afectan la vida de las personas, animales e inciden directamente en el impacto socio-económico del país.Ante esta situación, el Senamhi proporciona información relacionada a las amenazas meteorológicas, climatológicas e hidrológicas. Cuenta para este fin con herramientas informáticas de análisis y predicción de fenómenos hidrometeorológicos que apoyan en la producción de pronósticos y alertas de vientos fuertes a extremos, precipitaciones torrenciales, heladas, riadas, inundaciones y otros.“Tenemos la capacidad de alertar sobre la presencia de fenómenos extremos en el territorio nacional, con una anticipación de por lo menos cinco días. La información es de conocimiento primario del Viceministerio de Defensa Civil, gobernaciones y municipios”, informó Leo Pereyra, jefe de la unidad de Gestión de Riesgos y Planificación, de esta instancia gubernamental.Actualmente en Bolivia se implementa el Plan Nacional de Capacitación que responde a la planificación del desarrollo en temas de gestión de riesgo y en informar sobre esta temática en los 340 municipios del país. En estas capacitaciones se tocan distintos temas desde conceptuales hasta técnicos.Al respecto, Oscar Mendoza, responsable de gestión de Riesgos de Desastres de la FAO comunicó que esta organización apoya a los tres niveles de gobierno y a las comunidades en la reducción de riesgos de desastres agropecuarios y en el desarrollo de capacidades institucionales. También se enfocan en el mejoramiento de la resiliencia en las familias más vulnerables que habitan las zonas de alto riesgo en el país.“Una de las actividades importantes que ha realizado la FAO en tema agropecuario tiene que que ver con la reducción de riesgos en la producción de alimentos a través de algunas estrategias como la adecuación del calendario agrícola a la variabilidad climática y la protección del ganado frente a inundaciones y sequías”, agregó Mendoza.La FAO ha implementado los Comités Municipales para la Reducción de Riesgos y Atención de Emergencias (Comurades) y en algunos casos fortaleció los sistemas de Alerta Temprana que están integrados con las instancias municipales, departamentales y nacionales.Según una evaluación que realiza el Director de Gestión de Riesgo (DGR) del departamento del Beni, Cristian Cámara han logrado que los efectos de las inundaciones sean mínimos gracias a la consciencia de la gente, al fortalecimiento de alerta temprana y a obras de infraestructura que se han realizado con el apoyo del Gobierno nacional y de organismos no gubernamentales.Cámara, agregó que después de 2007, año en que se registró una de las inundaciones de intensidad, se tomaron varias medidas preventivas como la construcción de un deflector que desvía el agua o la instalación de bombas de expulsión de aguas excedentes dentro de las ciudades. También se realizaron con mayor frecuencia la limpieza de drenajes principales y secundarios que evitan inundaciones duraderas.“Tenemos inundaciones, pero en su mayoría son temporales. Esto debido a estos trabajos y a la alerta temprana ya que con la anticipación adecuada logran evacuar su ganado, obviamente a un costo que les representa un gasto pero mucho menor en caso de sorprenderles el agua”, agregó la autoridad del Beni.NormativaBolivia da un salto importante en la gestión del riesgo en 2009 a partir de la promulgación de la Constitución Política del Estado que en uno de sus artículos menciona que cada boliviano está protegido y tiene el derecho de ser atendido.Posteriormente se crean otras leyes que tienen como eje transversal la gestión integral de riesgo como la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibañez”, la Ley 144 de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria, la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien y la Ley del Sistema de Planificación Integral del Estado.En noviembre 2014 se promulga la Ley 602 que transversaliza la gestión de riesgos a los diferentes niveles y diferentes sectores del Estado.Fuente: ANF/