La Quinta Municipal, la obra de la irresponsabilidad y del atropello

Hernán Cabrera M.

El periódico El Día anuncia que la Quinta Municipal seinaugurará en septiembre de 2019, seis años después de que empezara suconstrucción. Notable y sospechoso retraso y millonaria inversión.

Las autoridades municipales le metieron nomas, pese a que violaron normativas ambientales y no respetaron los dictámenes del SEARPI, que indicó el 2013, que “La Quinta Municipal era inviable en el cordón ecológico”; de igual modo, la ABT dijo que para empezar la obra destruyeron cientos de árboles en el bosque de protección, ni tampoco tomaron en cuenta las advertencias de la Defensoría del Pueblo y del Colectivo Árbol, que señalaron que esta monstruosa obra iba a generar serios daños ambientales, como ser, la paulatina destrucción del cordón ecológico del río Piraí, fundamental para la seguridad de la población de Santa Cruz.



Lamentablemente la Secretaría de Medio Ambiente de laGobernación se aplazó con este tema. Otorgó la licencia ambiental para suconstrucción, y en nada menos que en la categoría plena, es decir, que no iba aocasionar ningún daño ambiental. Un tal Roca fue el que firmó y que luego fuera“renunciado”, pero posteriormente esta instancia departamental no quiso metersemás en la polémica quinta.

De modo, que la lucha fue de titanes contra enanos. David vsGoliat, ya que la Defensoría del Pueblo en su momento tenía entre sus pilaresla defensa de los derechos de la Madre Tierra y sus seres vivos, y la luchacontra la Quinta Municipal marcó huellas y dejó heridas.

Pero ahí está la monstruosa quinta municipal a punto de ser inaugurada,con bombos y platillos, que impulsó con uñas y dientes, el que fuera concejalRomel Porcel, quien con sus huestes insultaba, agredía, enjuiciaba a quienes seoponían, como en su tiempo lo hiciera contra el concejal Hugo Siles, que alparecer hoy cambió de discurso y de posición. Muchas voces hoy se callaron. Esque la quinta movió mucho y mueve mucho dinero.

Con lujos y detalles el secretario municipal de Parques yJardines, Roberto Añez, anuncia que se instalarán aire acondicionado,tecnología de punta, azulejos, parqueos, donde se trasladarán las oficinasadministrativas de las áreas jurídicas, transparencia, auditoría yplanificación. “La obra será entregada a finales de septiembre con todo,incluso equipamiento», dijo Añez.

Mire usted lo que va a producir que todos los días vayan a trabajar alrededor de 700 funcionarios municipales a la quinta: claro que producen basura y desechos orgánicos e inorgánicos; la mitad de ellos deben tener un vehículo o motocicleta, necesitan un lugar donde dejar sus cacharros, éstos generan ruidos y contaminan; y cuando empiece a funcionar, empezarán a llegar los vendedores callejeros de papitas fritas, sodas, chicles, caramelos, agua, etc. Y estos producen basurita y basura, y la mayoría no tienen educación y la desparraman donde se les da la santa gana; luego los tramitadores y las fotocopias, y de yapa, los transportistas, que coparán la zona del cuarto anillo entre las avenidas San Martín y Roca Coronado. Ahí la paramos.

No soy arquitecto, ni ingeniero ni experto urbanista, solo un ciudadano comprometido con los derechos humanos y con la madre tierra que tiene bastante sentido común y sensibilidad para afirmar que definitivamente la monstruosa quinta municipal nunca debió construirse en las riberas del río Piray, debido a los varias afectaciones ambientales que ya generó en su construcción, y que lo seguirá haciendo en su funcionamiento. Pero ahora una vez concretada la obra, se deben realizar algunas acciones integrales, para evitar más daños irreversibles al cordón ecológico. Por ejemplo, convertirlo en un centro cultural y de educación ambiental, antes que sea oficinas administrativas, evitar el parqueo de los vehículos por los alrededores, prohibir el asentamiento de vendedores callejeros en las cercanías de la quinta; como también oficinas de tramitadores, fotocopias, etc. Instalar un servicio de transporte público eficiente, para que no se concentre el tráfico vehicular en esa zona.

Acciones que deben ser integrales, no parchees ni de emergencia, porque una vez que funcione la quinta municipal, nada podrá parar el caos vehicular, el asentamiento de vendedores callejeros, la contaminación ambiental, la acumulación de basura, el ruido y el permanente deterioro del cordón ecológico, porque la quinta está en el cordón y a menos de un Km de las orillas del Piraí. Fue una total irresponsabilidad total encarar esta obra, que en su momento y ahora callaron las juntas vecinales, el Concejo Municipal, el Ministerio de Medio Ambiente y ramas anexas, pero no olvidemos que la historia y el futuro nos pasarán una factura bien cara, tanto a la sociedad como a las autoridades.

Hernán Cabrera M. – Periodista