El caso Rósza llega al décimo año sin justicia

Dos de los sobrevivientes del operativo en el hotel Las Américas (Santa Cruz, Bolivia) “reiniciaron” su vida en Hungría.

Beatriz Layme  / La Paz

“Reinicié mi vida, pero aún tengo pesadillas”, cuenta Elod Toasó  desde Hungría. Él es uno de seis acusados que se declararon culpables y recuperaron su libertad. A diferencia de ellos, dos, desde hace diez  años, continúan en la cárcel, acusados de terrorismo.En tanto, 15 acusados se  beneficiaron con detención domiciliaria y 16 están refugiados en diferentes países, según el recuento que realizó Página Siete.Hace diez años, después del operativo del Hotel Las Américas, hecho que ocurrió la madrugada del 16 de abril de 2009, el entonces fiscal Marcelo Soza acusó a 39 cívicos, empresarios y dirigentes cruceños de terrorismo.En esa acción policial  fueron abatidos el croata húngaro boliviano Eduardo Rózsa, el rumano Arpad Magyarosi  y el irlandés Michael Dwyer.Entonces,  la Policía capturó  a Toasó, quien  ahora  tiene 39 años, y Tadic, hoy de 65 años.



Ambos permanecieron en la  cárcel casi seis años. En marzo de 2015 se sometieron a  juicio abreviado y recuperaron su libertad,  luego de involucrar al gobernador Rubén Costas y al excívico  Branko Marinkovic con el grupo Rózsa.“Las persistentes presiones y amenazas directas e indirectas, las que después de la última opinión de las Naciones Unidas  se hicieron prácticamente insoportables, nos llevaron a aceptar el juicio abreviado”, declaró a Página Siete  Mario Tadic, quien ahora reside en Hungría.Asumieron similar decisión Ignacio Villa Vargas -considerado al inicio del proceso “testigo clave”-, Juan Kudelka, Zoilo Salces y Gelafio Santiesteban. La decisión de ir a juicio  abreviado reforzó la  teoría del Ministerio Público de que en Santa Cruz se gestaba un grupo terrorista.“Por mi libertad admití una culpa”, manifestó Toasó, quien agregó que en Bolivia “hay una Política de Estado para violar los derechos humanos”.

El resto de los acusados insiste en su inocencia. 15 se defienden en libertad, pues se beneficiaron con  detención domiciliaria, algunos tienen permiso para trabajar. A diferencia de ellos, Juan Carlos Guedes y Alcides Mendoza se defienden  tras las rejas, pues continúan -desde hace diez años- detenidos preventivamente.“Somos inocentes. Si fuera culpable me hubiera sometido a juicio abreviado, pero eso sería dar razón al Gobierno y no lo haré. Perdí mi familia, mis hijos, pero no perderé mi dignidad, yo no soy ningún terrorista”, afirmó Guedes en breve contacto con Página Siete.De los 39 acusados por la Fiscalía, 16 se refugiaron en diferentes países. Ante su ausencia en el proceso,  la justicia los declaró rebeldes.El ministro de Minería, César Navarro, exdiputado del MAS que presidió la comisión que investigó el caso Rózsa, afirmó a este medio que hallaron suficientes indicios que apuntan a cruceños de tener vínculos con el presunto grupo irregular.La autoridad dijo  que durante las pesquisas Tadic reveló, “con lágrimas”, que Rózsa “le retuvo su pasaporte, pues les había indicado que ‘salía más barato una bala que pagar un pasaje hasta Hungría’. Habían suficientes pruebas. Incluso quien mandó a instalar internet en el stand de Cotas fue Rózsa, hay un documento firmado por él”.En ese marco, el ministro Navarro manifestó  que la documentación obtenida apunta a que los 39 acusados tenían relación con Rózsa.

Mario Tadic y Elod Toasó “reiniciaron” su vida en HungríaMario Tadic y Elod Toasó, los sobrevivientes del  operativo  al Hotel Las Américas del 16 de abril de 2009, reiniciaron su vida en Hungría, a donde llegaron después de estar detenidos por casi seis años en la cárcel de San Pedro de La Paz y de Palmasola de Santa Cruz.Toasó, en entrevista con Página Siete desde Budapest,  contó  que le costó reiniciar su vida y confesó, además,  que  aún tiene pesadillas con el operativo policial.“Reinicie mi vida. Obviamente por todo este caso todavía tengo pesadillas. Mi familia  me ayudó mucho a recuperarme. El trabajo y los estudios fueron otra forma de sanación”, expresó.Tadic, jubilado y quien radica en Hungría, señaló que fue “todo un  caos” retomar su vida, pero gracias al apoyo de su familia lo logró.“Mi  familia, en todo momento, me apoyó”, aseguró Tadic, quien manifestó  que una vez libre lo primero que hizo fue ir al médico.“Tenía que realizar los tratamientos dentales y médicos que me fueron imposibles durante mi encarcelamiento. Las consecuencias físicas son permanentes y deben ser controladas”, expresó Tadic.El segundo paso fue -dijo- “reanudar mis actividades, para salir del debacle económico tras cinco  años de detención arbitraria”. Ahora,  hace seguimiento al proceso contra el Estado boliviano    que está en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.Página Siete / La Paz