La cunumi quiere que se la…

https://www.youtube.com/watch?v=TfuoJftkS7kHoy a la mañana me enviaron por whatsapp un video musical nacional denominado “Una cunumi”, dirigido por José V. López e interpretado por QmayB, agrupación que hasta la fecha no conocía. Su estribillo es simple: “Ella es una cunumi, ella quiere que la culée”. Sí, leyó bien. Y esa repetitiva frase es parte de algo mal llamado canción que también menciona otras descabelladas estrofas con pichis, eyaculaciones, culo café, leche y otras palabras que me parece –usando el sentido común- no deberían andar buscando espacio dentro de un arte llamado música.Desconozco si esta canción es la puerta de ingreso al mercado musical de este grupo, pero tengo la certeza de que será la de salida.Para que usted tenga en cuenta por qué escribo con indignación este artículo es porque mientras unos intentamos tapar el pozo… otros lo hacen más grande. No soy moralista, no me golpeo tres veces el pecho en misa, no me cuelgo de los brazos de cualquiera en el culto, ni ando poniendo a Dios por delante –pidiéndole ayuda- cada vez que cometo un error. Pero este mamotreto videomusical es una muestra cabal de que con tal de sobresalir y “tener éxito”, gran parte de estas nuevas generaciones tienen un serio problema con la preservación de los valores básicos de una sociedad civilizada, o bien –aunque esto suene a queja de viejo caduco- se creyeron eso de que “mejor que hablen mal de uno a que no digan nada”.Quiero creer que algún descerebrado u oportunista del escándalo fue el ideólogo de este paupérrimo trabajo musical, y como siempre ocurre, otros tantos descerebrados lo siguen. Hay muestras de ello a lo largo de toda la historia de la humanidad. Pero… Dios mío, ¡cuánta incitación al delito sexual, al alcoholismo y adicción a las drogas en una sola canción! ¿Y por qué me cabrea esta explícita incitación? Ya la OMS (Organización Mundial de la Salud), cita que actualmente, a partir de los 10 años de edad, los niños tienen acceso al sexo, droga y alcohol. Dicho de otra forma, la pólvora anda por todas partes y de pronto aparecen estos cojudos pseudomusicales con varios fósforos encendidos en la mano.Por eso creo que la democracia –en todos los campos- abre una puerta para que inadaptados e ignorantes supinos tomen en sus manos responsabilidades que van desde el poder hasta el mensaje social. Un burro solo puede hablar burreras. De una piedra no se puede extraer agua. Y no es posible que mientras tanta gente existe tratando de luchar para no caer –ni que sus familiares caigan- en la maldición de las drogas, el sexo –léase violaciones- y alcohol, aparezcan estos bellacos con un mensaje claramente dirigido a jóvenes como ellos. A jóvenes como sus hijas e hijos. A jóvenes que de pronto creen que los malos son los buenos de ahora (el cine y la TV muestran mucho esa contradicción ética).Yo los censuraría. Y desconozco qué pasa en el campo legal, pero debe existir algún ente entre las autoridades que pueda catalogar esto como apología del delito y les ofrezca a los autores una habitación con barrotes en Palmasola. Porque, reitero, este mamotreto videomusical sólo sirve para apoyar o validar una forma de pensamiento social que no deseo para mis hijos, ni para los suyos. Y no faltará quien diga que “seguramente crearon esa canción para que gente como yo se cabrée, escriba, salga en TV denunciándolos y de esta forma se propague su canción y se hagan famosos”.Pues bien, que se hagan famosos por huevones y desubicados, porque por músicos… ni cagando.Pedro CabreraPadre y profesional comprometido con una sana sociedad.https://www.youtube.com/watch?v=TfuoJftkS7kFuente: Pedro Cabrera