Chatarra, se vende

Humberto Vacaflor Ganam

La planta de urea de Bulo Bulo, que costó 953 millones de dólares, está usando solamente 30% de su capacidad  instalada, la planta separadora de Yacuiba, que costó 700 millones, opera a 25% de su capacidad, pero lo que se lleva la flora es el ingenio de Huanuni, que costó 50 millones, y opera a 0% de su capacidad, es decir no opera para nada.

La lista es muy larga. Las cosas que ha comprado este gobierno, a sola firma, sin licitación, sin saber si sirven o no sirven, si van a tener la materia prima que necesitan, son cientos. Aparte de los museos de homenaje a la egolatría del dictador, que no tienen público.



Dice la gobernación de Santa Cruz que la planta de Bulo Bulo está subutilizada, a pesar de que pronto cumplirá dos años de estar funcionando ni siquiera a media máquina, sino a un tercio de máquina.

Desde que se inauguró en septiembre de 2017 la planta ha tenido muchos “paros programados”. Los discursos de la inauguración no hicieron alusión a esos paros, quizá para no entrar en detalles.

Tenía que producir 750.000 toneladas de urea pero el año pasado apenas produjo 150.000, y se supone que todo está en orden, porque hay plantas similares en otros países que demoran muchos años en comenzar a operar al 100 por ciento de la capacidad instalada que tienen.

El problema es que esa práctica no  puede ser adoptada por los acreedores y el país está pagando los 953 millones de dólares que costó hasta ahora la planta más cara de la historia de Bolivia.

En vista que no fueron tomadas las previsiones de transporte, y un ferrocarril encargado a una empresa china representada por la señorita Gabriela Zapata no cumplió sus compromisos, la poca urea que sale de la planta se apelmaza, por la humedad. Empresas de afanosos masistas se ocupan de devolverle su forma granulada, con costos muy altos.

Por eso es que se anuncia la compra de  un equipo de 55 millones de dólares para superar ese problema.

Y lo mismo pasa con la planta de Yacuiba, que no opera porque no tiene  gas suficiente y cuando lo tiene no puede hacer ninguna separación porque los argentinos se molestan.

Vender estas plantas al mejor postor, o al peor, podría ser un buen negocio. Al fin y al cabo, Bulo Bulo solo debe vender urea a los cocaleros del Chapare, como precursor,  y eso se podría importar.

Fuente:  Vacaflor.obolog.com