Los grandes igualitarios de América

Nino Gandarilla GuardiaDos próceres destacan en la historia de América del Sur por sus pensamientos igualitarios y sus acciones en consecuencia; con un detalle en común: El igualitarismo ligado al Federalismo y viceversa. Así lo demostraron en sus tiempos los líderes federalistas José Artigas (1764 – 1850) y Andrés Ibáñez (1844 – 1877).Sobre el Igualitarismo, como doctrina, el historiador Daniel Pérez Velasco a principios del siglo pasado decía: “Fue una teoría política y económica, surgida en los siglos pasados, de la Democracia Liberal. En todos los sectores sociales pueden crearse grupos igualitarios, así sean en los altos círculos de la burguesía conservadora, como en el propio pueblo…”En los casos de Artigas e Ibáñez, ambos fueron hombres con muy buena formación familiar y académica. En el transcurrir de sus vidas, forjaron sus ideales viviendo en contacto con el pueblo, con sus maestros y con los políticos de su época, hasta convertirse en estadistas al servicio de la Patria. La característica de ambos fue que defendían la igualdad de los ciudadanos y en especial de la gente pobre, tratando de elevar su condición de vida; pero de la misma manera defendían la igualdad de sus territorios, frente al centralismo de sus épocas.Hagamos a continuación un breve análisis de sus pensamientos, a través de los documentos que pudimos tener a mano.EL PENSAMIENTO DE ARTIGASDon José Gervasio Artigas fue un hombre que luchó codo a codo con la gente humilde de su pueblo, en tiempos de la emancipación. La mayoría de sus fuerzas la componían gauchos, negros e indígenas de la Banda Oriental. Conformó la Liga Federal que planteaba en el Estado: “Independencia, República y Federación” y en la Provincia: “Autonomía Provincial y Soberanía Popular” (El Protectorado – Liga Federal).Su pensamiento puede ser extraído, de manera directa, estudiando sus proclamas, cartas e instrucciones escritas o emitidas bajo su liderazgo. Por ejemplo, en las instrucciones del año 1813, del Congreso de los pueblos de la Banda Oriental, realizado en Tres Cruces, se puede verificar perfectamente el pensamiento del prócer:Establece que el sistema FEDERAL es el mejor camino para el Estado y “no admitirán otro sistema que el de la Confederación, para el pacto recíproco con las Provincias que formen nuestro Estado” (Art. 2).Para Artigas, la IGUALDAD PROVINCIAL es esencial en la conformación armónica de la nación: “Como el objeto y fin del gobierno debe ser conservar la Libertad, Igualdad y Seguridad de los ciudadanos y del pueblo, cada Provincia formará su gobierno bajo esas bases, a más del gobierno supremo de la Nación” (Art. 4).El rol del ESTADO CENTRAL debe ser limitado a sus facultades peculiares: “El gobierno supremo entenderá solamente en los negocios generales del Estado. El resto es peculiar al gobierno de cada Provincia” (Art. 7).Diversidad en las CONSTITUCIONES PROVINCIALES: “Que esta Provincia tendrá su Constitución Territorial, de todos los habitantes de ella, teniendo aquellas cualidades que se establecieren en la forma de gobierno…” (Art. 18).Planteó una interesante DEMOCRACIA IGUALITARIA, que garantizaba la rotación en el gobierno: “Que el Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas se compondrá de un sólo individuo, ejerciendo éste su oficio por el término de un año, debiendo ser elegido por los pueblos y sorteado de entre lo que nombren, a fin de que turne por individuos de todas las provincias el tal empleo y no se haga hereditario a los de una sola, que exija la preferencia, pues todos deberán ser iguales” (Art. 14).La historia tirante con el poder central de las Provincias Unidas del Río de la Plata continuó y en junio de 1815 Artigas insistió terminantemente en la IGUALDAD PROVINCIAL: “Toda provincia tiene igual dignidad e iguales privilegios y derechos y cada una renunciará al proyecto de subyugar a la otra” (Tratado de Concordia).Tenía principios cristianos y los llevaba al nivel del Estado. La IGUALDAD, en el pensamiento de Artigas, se registra en sus escritos de la siguiente manera: “Todo hombre es igual en presencia de la ley. Sus virtudes o delitos los hacen amigables u odiosos. Olvidemos esa maldita costumbre que los engrandecimientos nacen de la cuna. Córtese toda relación si ella es perjudicial a los interese comunes…”La PROPIEDAD DE LA TIERRA, relacionada con la producción, fue una preocupación del líder: “El señor alcalde provincial y demás subalternos se dedicarán a fomentar con brazos útiles la población de la campiña. Para ello revisará cada uno, en sus respectivas jurisdicciones, los terrenos disponibles y los sujetos dignos de esta gracia, con prevención de que los más infelices serán los más privilegiados…” (Reglamento para el fomento de la campaña).Obviamente todos esos avanzados pensamientos de civilización justa encresparon a quienes ostentaban el poder y vieron al general Artigas como un enemigo, al que desairaron en diversas oportunidades. Sin embargo, también recibió el título de “Protector de los pueblos libres”.Finalmente, en su propio juicio histórico, destaca esta declaración contundente:“Yo no hice otra cosa que responder con la guerra a los manejos tenebrosos que el Directorio me hacía, por considerarme ENEMIGO DEL CENTRALISMO, el cual sólo distaba un paso del realismo (monarquía). Pero los Pueyrredones y sus acólitos querían hacer de Buenos Aires una nueva Roma imperial, mandando sus procónsules a gobernar a las provincias militarmente y despojarlas de toda representación política, como lo hicieron rechazando los diputados al Congreso que los pueblos de la Banda Oriental habían nombrado y poniendo precio a mi cabeza…” (José Artigas).Décadas después, mientras el reloj biológico de aquella lumbrera oriental se apagaba, en el lado Oriental de Bolivia nacía otro igualitario federalista que en pocos años revolucionó la historia de este país con sus ideales, su ejemplo y su valentía.EL PENSAMIENTO DE IBÁÑEZSe han escrito varios tomos sobre su valor, sus capacidades y su historia, pero no se han detenido los investigadores en la misma medida para recoger su pensamiento político.En lo concerniente a la práctica de sus principios, podemos describir a un Andrés Ibáñez al lado del pueblo, con su casa, sus recursos y su profesión al servicio de la gente pobre. No hablaremos aquí sobre la influencia literaria de su época, pues su carácter era propio de la formación que tuvo y su doctrina bien ajustada a la realidad nacional, teniendo a otros pueblos sólo como referencias de Estado. Sin embargo, es muy probable que tanto en Artigas como en Ibáñez “El Contrato Social” de Rousseau (1762) haya influido en la organización sistemática de sus ideas.En la acción política, resalta su indiscutible defensa de la DEMOCRACIA y el Estado de Derecho, tanto en su participación electoral para obtener el curul de Diputado como en los actos revolucionarios. En el comicio del 2 de octubre de 1876, Ibáñez aceptó ser elegido Prefecto en un gobierno provisional, pese a que en este acto soberano se redactó un Acta del Pueblo, que fue firmado por más de 900 ciudadanos, que para ese entonces era formidable.Su concepto amplio de LIBERTAD lo podemos apreciar en lo más fundamental, a partir de la instrucción de los ciudadanos: “Los profesores deben tener amplia libertad para enseñar los principios que crean más racionales, no los que el gobierno les prescriba, puesto que esta facultad de fijar las doctrinas que deben enseñar, es pervertir la instrucción, convertirla en instrumento para favorecer los ensanches del poder, de los que ejercen la autoridad…” (Discurso en la Cámara de Diputados sobre la Libertad de Cátedra).Sobre la INDEPENDENCIA DE PODERES tomamos una parte de su discurso en la Asamblea Extraordinaria de 1873: “El principio de la independencia de los poderes está reconocido por la Carta Fundamental. Si los Diputados no pueden efectuar mociones, poniendo en práctica sus ideas y tienen que limitarse al examen de los asuntos determinados por el Ejecutivo, sin poder adicionarlos, entonces la Cámara carece de independencia y queda subordinada a la voluntad del Ejecutivo (…) Si los diputados no tienen el derecho de iniciativa, ni en la materia que les son sometidas, carecen de Libertad, puesto que la voluntad del Gobierno es la pauta que determina sus actos…”Su concepto de IGUALDAD lo relacionaba al Estado de Derecho y a la Soberanía, convocando a luchar por ella: “Vivimos en una República libre e independiente, donde todos los ciudadanos son iguales. Tienen idénticos derechos, ante la Ley y la Patria. Aquí no pueden haber privilegiados ni desheredados. La injusticia ya debe terminar. Debemos unirnos para hacer frente a la injusticia…” (Discursos en el barrio La Colorada).Su PROMESA de gobierno se describe en la proclama del día 27 de diciembre de 1876: “El momento se acerca. Una era de Paz, Igualdad y Fraternidad, se abrirá a través de cuantos obstáculos le presente la centralizadora y tiránica forma de gobierno unitario…” Sobre su rechazo al UNITARISMO podemos citar la Proclama de la Junta Directiva Federal, del 25 de diciembre de 1876 que dice: “El atraso, la miseria, han sido el resultado de esta fatídica válvula gubernamental…” Y en la proclama del día 27 de diciembre: “El rayo que desgaja hasta la robusta encina se cierne ya sobre tan siniestro sistema”.Sobre la PROPIEDAD sostenía: “La igualdad con la propiedad es el desiderátum de la ventura de los pueblos, ¡esforcémonos por aproximarnos a él y nos presentaremos más dignos ante toda la nación…” (Proclama del 3 de octubre). Ese deseo máximo de la propiedad para los pueblos, que significaba la Dignidad, no pretendía realizarlo despojando de la propiedad productiva sino a base de esfuerzo, igualando hacia arriba. La proclama no dice “tomaremos la propiedad” sino “esforcémonos”. Esto, en los hechos, queda claro en un comunicado de la noche de la revolución, donde expresan oportunamente que “Se respetará la propiedad”.Plantea sin lugar a dudas un Igualitarismo CRISTIANO: “La Libertad regada con sangre de tantos mártires. La Fraternidad, sagrado vínculo que enlaza todos los pueblos. Y la Igualdad, nivel santísimo emana del Mártir del Gólgota…” (Proclama del 27 de diciembre – 1876). En las disposiciones administrativas de su gobierno, escribía antes de su firma: “Dios y Libertad”Lo MILITAR, tiene un rol específico para sostener la cauda. Se refería a la Columna del Orden como “Sostenedores del Orden con Libertad” (Proclama del 2 de octubre de 1877).La opción FEDERAL, que como ya hemos visto en el pensamiento de Artigas, es una condición sine qua non​ para el igualitarismo, la emprendieron los Igualitarios cruceños cuando vieron que el centralismo altoperuano, como sistema, estructura y mentalidad, pondría todos los obstáculos para impedir la Paz, la Igualdad y la Fraternidad que ofrecían como Gobierno Federal (sistema que era tan conocido ayer como hoy).Entonces, en la Proclama del 27 de diciembre de 1876 sentencian: “La Federación, nuevo Mesías de los Pueblos oprimidos, cierne ya en medio del espacio nacional…” Nótese que el concepto de “pueblo oprimido” está concebido en este párrafo, como Población y Departamento, en el contexto nacional. ¿Y de quienes sería el triunfo Federal? “De los que han sufrido, de los que han gemido entre cadenas, de los que en vano han demandado Igualdad y Justicia”.¿Cuál federalismo tenía como ejemplo? En la proclama de Uruguaytu declaró lo siguiente: “Realizados nuestros ideales, podríamos, un día, parangonarnos con los anglosajones norteamericanos, que van hacia la cumbre de la prosperidad…” Y no faltó un periodista que lo llame el “Washington cruceño” (Diario La Reforma, 20 de febrero de 1877). Hay quienes afirman que también se refería al federalismo de Holanda como ejemplo a seguir.El SACRIFICIO por la Patria se palpa en la siguiente sentencia: “Mártires, tal vez seremos en el ejercicio de nuestro espinoso manato; pero la sangre generosa que se derrame será el rocío para las plantas: ella vigorizará la Libertad”. (Proclama de la Junta Directiva Federal, del 25 de diciembre de 1876)Ibáñez logró establecer el Estado Federal, con Ministerios departamentales. Su gobierno resistió unos meses y la parafernalia centralista desplazó una enorme fuerza militar para perseguirlo, junto a sus leales. Fue fusilado el primero de mayo de 1877 en San Diego (Chiquitos).Sus últimas palabras fueron: “De aquí se irradiará una dominante lumbrera, para las generaciones del porvenir. ¿Habrá cosa más grande que morir por un ideal, en favor de la redención de los pueblos?” Luego recibió las descargas de los fusiles unitarios sobre su cuerpo.Hoy, su memoria es respetada por todos los bandos políticos y su legado federalista igualitario aún espera su oportunidad.Espero, con este resumen, haber contribuido un poco a la memoria histórica de los dos grandes federalistas de nuestro Continente (ambos tienen monumentos en nuestra ciudad oriental). Además, haber demostrado que lo Igualitario no es sólo inherente al aspecto individual de los ciudadanos, sino fundamentalmente a la organización territorial que soberanamente conforman y asocian para mejorar sus vidas.BIBLIOGRAFÍAARTIGAS. LA INDEPENDENCIA DE LOS PUEBLOS LIBRESEduardo Pérez TorresLA REVOLUCIÓN IGUALITARIA DE ANDRÉS IBÁÑEZEmilio Durán Ribera – Guillermo Pinkert J.ANDRÉS IBÁÑEZ CAUDILLO DEL ORIENTEDaniel Pérez VelascoANDRÉS. AYER HOY Y SIEMPRECarlos Hugo Barbery Alpire