Una visita controvertida

Marcelo Ostria Trigo

El próximo viernes llega a Bolivia, en visita oficial, el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, quien fuera canciller uruguayo durante la presidencia en su país de  José Mujica. Almagro militaba en el Movimiento de Participación Popular (MPP) “un grupo político de izquierda uruguayo, fundado por ex guerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional –Tupamaros”, que ahora integra el Frente Amplio, y “su objetivo es avanzar hacia la revolución y el socialismo”. Por esto, se creía que su gestión en la OEA sería muy inclinada en favor de los gobiernos populistas de izquierda que predominaban en nuestra región.

Sin embargo, desde el inicio, Luis Almagro fue –y sigue siendo– uno de los prominentes críticos del gobierno de Nicolás Maduro, promoviendo que la OEA aplique a los “bolivarianos” las sanciones  previstas en la Carta Democrática Interamericana, por sus fragrantes violaciones a la democracia, la institucionalidad republicana  y los derechos humanos. Denunció permanentemente el acoso a los opositores que, pese a las presiones oficiales, obtuvieron la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015. Es más: desde que Juan Guaidó asumió como presidente encargado de Venezuela, Almagro fue uno de los que sostuvo su legitimidad. Todo esto le valió que recientemente fuera expulsado del Movimiento de Participación Popular (MPP) que lidera el expresidente Mujica.



Almagro llega a Bolivia cuando hay tensiones preelectorales y, por ello, las opiniones de diversos sectores se dividen sobre las motivaciones –supuestas o reales– de  su visita. Anticipadamente se menciona que se trata de un gesto para apoyar al gobierno de Evo Morales en  la reelección ilegal del mandatario y que con su programada visita al Chapare, se prestará a defender la actividad cocalera tan ligada al narcotráfico.

Se aproximan las elecciones del Secretario General de la OEA, y se sabe que Almagro es candidato a la reelección (La Carta del organismo permite la reelección por una sola vez). No es aventurado, entonces, pensar que uno de los propósitos de su visita es conseguir el voto del gobierno boliviano, aunque no se vislumbra que vaya a votar por la reelección de un crítico a su más cercano aliado: Nicolás Maduro.Hay otro elemento: Luis Almagro también se reunirá con representantes de la oposición al gobierno del MAS. Esto es significativo, pues así escuchará las diferentes opiniones e informaciones de los otros sectores políticos. Habrá que recordar que el presidente Barack Obama, en su visita a La Habana, fue muy criticado porque no se reunió con la disidencia tan perseguida por el castrismo.Al final, habrá que esperar para saber cuál fue el verdadero propósito de esta importante visita.