Cochabamba.- Agresiones físicas y verbales, abuso sexual y violación contra menores y mujeres son algunas de las denuncias que involucran a policías. De enero a la fecha, la Defensoría del Pueblo en Cochabamba recibió seis denuncias por violencia y agresiones sexuales contra funcionarios policiales; pero, debido a amenazas y amedrentamientos, tres víctimas decidieron no solo abandonar el proceso, sino retirar la denuncia.
El último caso que indignó a la población involucra a por lo menos siete policías. Una niña de 13 años quedó embarazada producto de violación. Según la denuncia de la menor, el policía Miguel Ángel Q. C. (31), además de agredirla sexualmente, la obligaba a vender pastillas abortivas y la embriagaba para después prostituirla entre sus camaradas.
Producto de estas vejaciones, según la denuncia, el año pasado quedó embarazada por primera vez, pero fue sometida a un aborto ilegal que la dejó traumada a tal punto que ahora rechaza interrumpir su estado de gestión de tres meses.
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Una vez que estalló el caso, la menor y su familia recibieron amenazas para que desistieran con el proceso. Por ello, el representante de la institución en Cochabamba, Nelson Cox, señaló que es necesario crear un medio de protección para las víctimas que denuncian a funcionarios policiales para evitar que los casos caigan, los acusados queden absueltos y continúen ejerciendo funciones.
Este uniformado, que ya fue enviado a la cárcel en febrero de 2018 por estar involucrado en un volteo de droga, logró su detención domiciliaria con derecho al trabajo. Por este caso fue dado de baja el año pasado, pero con un recurso de apelación logró postergar su retiro definitivo y por ello trabajaba con toda normalidad en la institución.
Miguel Ángel Q. C. fue enviado al penal de El Abra el pasado miércoles y, al día siguiente, el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, confirmó la baja definitiva del policía, pero además dijo que el Departamento Nacional de Seguimiento de Causas detectó 194 procesos con baja definitiva contra funcionarios policiales, pero que, a consecuencia de una determinación judicial, estos efectivos retornaron a la institución verde olivo.
Pederasta
Cuando el expolicía Miguel Ángel Q. C. salió de su audiencia de medidas cautelares, admitió que conoce a la menor y que se contactó con ella solo para “ayudarla”. Negó ser el autor del embarazo de la niña y acusó a otro policía de haber cometido el delito de violación.
“Un policía que tenga un perfil adecuado, en cuanto supiera de esta situación tendría que haber denunciado a su camarada solamente por hacer empatía con la niña, porque su función policial es de protección y brindar seguridad”, señaló la psicóloga Mabel Fernández, al explicar que el exuniformado acusado de violación solo pudo haber “ofertado” a la menor a sus camaradas más cercanos y con un perfil similar, un pederasta.
Los hechos, las declaraciones y afirmaciones que hace el principal acusado, según Fernández, encajan dentro del perfil de un pederasta. La profesional explicó que, por lo general, estas personas se vinculan con sus víctimas (niños) y su familia, se ganan la confianza, incluso “se encargan de la seguridad de las familias”, ya sea de forma económica o de otra índole.
El abogado de la menor, Rietzon Flores, contó que el exfuncionario policial conoció a la menor hace dos años en la pensión de la abuela. “Empezó a tomar confianza con ella; su madre (tiene discapacidad) y la abuela. Incluso ofrecía dinero para la manutención de la niña y de su hermana mayor”, contó.
La psicóloga señala que estas personas “minimizan el daño que puedan causar a sus víctimas, incluso podrían decir que lo que hizo fue aceptado o deseado. No se consideran criminales, pueden decir ‘no me dijo que no quería’”.
Los pederastas —dice— buscan víctimas de 8 a 13 años. “Son sujetos con muy baja autoestima y poca tolerancia al estrés, por eso a veces su conducta se vuelve impulsiva”, agregó.
La psicóloga Mabel Fernández señala que entre pederasta y pedófilo hay similitudes. Entre ellas mencionó: la presencia de la vinculación ilegal del adulto con el niño o niña, atracción del adulto al niño, acercamiento del adulto al niño por un tiempo.
La principal diferencia es que la atracción sexual, que llega a concretarse en el caso de la pederastia, mientras que en la pedofilia se puede quedar en el plano vincular o emocional.
Los Tiempos accedió a un audio de una conversación telefónica entre el expolicía y la menor, en que el sujeto cita a la menor para darle dinero y las pastillas abortivas. “Si no abortas, vamos a tener problemas los dos, no solo tú. En realidad, yo soy quien va a tener más problemas, hoy vamos a hablar y poner las cosas bien claras”, dice un fragmento de la charla.
7 policías implicados. La víctima declaró que fue ultrajada por ese número de uniformados, pero sólo uno está detenido.
DATOS
El expolicía involucrado tiene antecedentes
El 1 de febrero de 2018, el Ministerio Público informó sobre la detención preventiva en el Penal de Arani del policía Miguel Ángel Q. C., involucrado en un “volteo de drogas”.
En 2016, fue sorprendido introduciendo bebidas alcohólicas al penal de El Abra.
La menor vendía pastillas abortivas
El expolicía Miguel Ángel Q. C. (31) obligaba a la menor de 13 años a vender pastillas abortivas, esto desde que la niña tenía 11 años. A cambio de la venta de los fármacos, el exfuncionario policial le daba un “porcentaje” de dinero.
El acusado negó este extremo, asegurando que nunca obligó a la menor a delinquir.
ANÁLISIS
Rubén Pastor. Director Nacional de DDHH de la Policía
Necesitamos actualizar y sensibilizar a nuestros policías
Para evitar que nuestros elementos incurran en delitos como el que se denunció recientemente en Cochabamba, para evitar que funcionarios policiales incurran en algún tipo de casos de violación y cualquier otro delito que atente contra los derechos humanos de la población, tenemos programadas charlas de despatriarcalización y masculinidad.
Lo fundamental es el respeto mutuo y a los diferentes grupos sociales, personas con discapacidad, adultos mayores, niños; es decir los sectores más vulnerables. Esto para poner un alto a los casos de violación.
Para esto es necesario actualizar y sensibilizar a los policías de todas las unidades.
Con este propósito se elaboró un nuevo manual para el restablecimiento del orden público, como Dirección Nacional de Derechos Humanos, estamos recorriendo los nueve departamentos, esperando llegar a la totalidad de funcionarios policiales.
Fuente: lostiempos.com