Choferes se sienten estafados por el conflicto tarifario en Arica


Los transportistas desconocían la deuda de la estatal Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B) a Puerto Arica y también reclaman que los importadores ya pagaron al Estado boliviano, pero ellos siguen parados esperando una solución que no llega.



Miguel Angel Melendres/Arica

Muy temprano, varios hombrecitos abrigados, transitan a paso ligero por la avenida San Martín y revisan las listas de camiones planificados en el Terminal Puerto Arica (TPA). Ya saben que el tránsito en Chile, es muy respetuoso con los peatones. Pero igual, se apresuran, mientras tienen una charla tupida entre ellos. Varios expresan que se sienten estafados, desconocían la deuda de la estatal Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B) a Puerto Arica y también reclaman que los importadores ya pagaron al Estado boliviano, pero ellos siguen parados esperando una solución que no llega.

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Cada vez son más. Cruzan la avenida una y otra vez. Vienen de la calle Thompson, a tres cuadras del TPA, donde hay un pequeño mercado popular, un lugar ya tradicional para los choferes bolivianos de transporte internacional en esa ciudad, donde desayunan, almuerzan, tienen fotocopiadoras y están instalados algunos de los tramitadores de carga. Ahí hacen amistades. A veces regresan contentos, a veces cabizbajos del puerto. Debajo de su brazo, siempre cargan un folder con papeles de importación. Todos ellos dejaron su camión, estacionado en un garaje en el valle de Lluta, a unos 20 kilómetros del puerto. Están obligados a hacerlo para evitar que Carabineros (Policía chilena), los castigue con una boleta de sanción. Se vienen en minibús de los garajes instalados en zonas de tierra suelta. La información de los paneles del TPA es importante ya que depende de eso, que regresen al país, con contenedores o con carga desconsolidada.

Conflicto tarifario

Pero desde mediados de septiembre, los garajes han sido rebasados por la cantidad de camiones que no pueden regresar. Hoy se cumplen 13 días desde que muchos de ellos están abandonados a su suerte. Sin plata ni comida. En las últimas semanas, la estatal Empresa Puerto Arica (EPA) anunció la aplicación del Manual de Servicios del concesionario privado TPA a la carga boliviana, que la estatal ASP-B desconoció porque a su criterio, viola el Tratado de 1904. El puerto no asiste a las importaciones nacionales, a la espera del pago anticipado de los servicios que presta. En la primera quincena de agosto, exige el pago de alrededor de $us 230.000 a la ASP-B. La entidad boliviana manifestó que no existe ninguna deuda y las reuniones para ponerse de acuerdo hasta el momento no han dado resultados. Y mientras estos desencuentros continúan, no circula la carga hacia Bolivia.

Escasea alimento y paciencia

Normalmente, cada camión cobra a los empresarios dueños de la mercancía, $us 1.400 por contenedor, por el servicio en la ruta entre Arica y La Paz. A Cochabamba, $us 1.700, y hasta Santa Cruz, $us 2.300, según los datos aproximados de la Asociación de Transportistas Internacionales (Asociatrin). El negocio está en repetir la faena de ida y vuelta, tantas veces como se pueda en un mes. Con el conflicto en este puerto, que ya es casi permanente por una y otra situación, los choferes dejan de repetir y entonces, las pérdidas se empiezan a contar. Primero, no pueden moverse con carga y luego, los costos por cada noche de estadía, también afectan al bolsillo. Los viáticos que reciben por día, son entre $us 20 a $us 25, en una ciudad cara para cualquier boliviano. Y en unos días más se vendrá el pago por la estadía de los contenedores.

Las quejas suman

“Si no hay solución, no podemos hacer nada. Hay reuniones y reuniones, pero no hay solución aplicable. Escuché lo que dicen de uno y otro lado y no veo nada palpable. Estaba planificado desde el 16 de septiembre, pero no he podido salir hasta ahora. Algunos se van, pero uno no puede abandonar su vehículo”, lamentó Gregorio Cadima, un transportista boliviano, varado en Arica. Fortunato Mamani, comentó que la situación les “cayó de golpe” y “nos hemos visto trancados acá; si hubiéramos sabido, no hubiéramos venido a sufrir”, dijo, criticando no haber sido informados de la deuda impaga por ASP-B, en aplicación de un reajuste tarifario. Mientras Prudencio Taquisiri detectó que todos los garajes habilitados para los camiones bolivianos están colapsados, tienen que estacionar fuera de la ciudad, con el peligro de ser asaltados o sancionados por Carabineros. “En esta ciudad, el agua es muy escasa. Tenemos que comer apenas y dormir en nuestros camiones. Algunos se cocinan allí mismo. Y no hay ni cónsul acá. Solo hay uno transitorio que no conoce nada del tema. Pensamos que el Gobierno, en vez de solucionar esto, está en campaña. Pasamos los mil camiones varados. No sabemos qué hacer”, fustigó. En tanto que Hibernón Gonzales, otro de los choferes afectados, mencionó que muchos de sus colegas regresaron a Bolivia, dejando su carro al cuidado de otro. “Se van porque ya no les alcanza el dinero. No sabemos cuándo acabará el problema. Otros se van con sus vehículos a traer mineral a Oruro o Potosí para viajar a Antofagasta. Quienes quedan, están planificados y perderían más dinero si se van. Para planificar, se paga $us 50”, informó.

Bloqueos

En la última semana, cruzar por la avenida San Martín se ha vuelto un calvario. Ante la desesperación, siete entidades de transportistas de La Paz, han determinado desde mañana bloquear las carreteras fronterizas a Tambo Quemado, que une a Bolivia con Arica, además de Pisiga, vía que lleva a Iquique (Chile), para presionar por una pronta solución. Mientras tanto, el gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Javier Hinojosa, reconoció “la situación difícil de carácter humano”, abogando por un pacto. “Los transportistas están viviendo en condiciones difíciles. Es el peor momento y los camiones están ociosos. Reclamo a la ASP-B por no haber asumido su responsabilidad a tiempo”, dijo.

Fuente: eldeber.com.bo