La inflación argentina repuntó hasta el 4% mensual en agosto

La Cámara de Diputados aprueba más dinero para los comedores gratuitos por “emergencia alimentaria”

Manifestantes acampan en el centro de Buenos Aires para exigir que se declare la emergencia alimentaria.
Manifestantes acampan en el centro de Buenos Aires para exigir que se declare la emergencia alimentaria. Reuters
ENRIC GONZÁLEZ

La inflación vuelve a dispararse en Argentina. Los precios subieron un 4% en agosto, como consecuencia de la devaluación sufrida por el peso hace un mes, y la inflación interanual se situó en el 54,5%. El dato es más grave en lo referido a los alimentos, que aumentaron un 4,5%. Poco antes de que el Instituto Nacional de Estadística diera a conocer el dato, la Cámara de Diputados aprobó una declaración de emergencia alimentaria que suponía un incremento del 50% en la dotación presupuestaria para comedores gratuitos.



El presupuesto para 2020, con el que deberá manejarse el Gobierno que salga de las urnas el 27 de octubre, es moderadamente optimista acerca del futuro control de la inflación: considera que el actual repunte será temporal y estima que el año próximo la subida de precios se reducirá hasta el 34%, una cifra aún muy elevada pero lejos de la actual. Argentina, sin embargo, seguirá en recesión. El Producto Interior Bruto debería crecer en 2020, según el proyecto de presupuesto, un 1% (a final de 2019, la contracción rondará el 2,6%), pero incluso los técnicos del Ministerio de Hacienda admiten que es más probable una bajada cercana al 1%, dadas las circunstancias creadas por la devaluación posterior a las elecciones primarias de agosto, al nuevo impulso inflacionario y a la incertidumbre creada por la suspensión de pagos parcial sobre la deuda pública y la implantación de controles sobre la compraventa de divisas.

Horas antes de que se conociera el dato de inflación de agosto, un portavoz del Fondo Monetario Internacional, Gerry Rice, señaló que las perspectivas eran oscuras: «Reconocemos las condiciones complejas del mercado y la incertidumbre que hace difícil la situación», dijo, para añadir que la institución multilateral seguía «comprometida» con Argentina. Añadió que, al menos hasta junio, Argentina «no había incumplido las reglas». No dijo, sin embargo, si el FMI desembolsaría o no los 5.400 millones de dólares correspondientes a septiembre dentro del préstamo de 57.000 millones concedido en 2018. El ministro de Hacienda argentino, Hernán Lacunza, viajará a Washington a finales de mes para intentar desbloquear el desembolso, necesario para contrarrestar la sangría de dólares que sufre el sistema desde la devaluación del 12 de agosto.

Gobierno y oposición se pusieron de acuerdo el jueves para aprobar por unanimidad en la Cámara de Diputados un proyecto urgente sobre la emergencia alimentaria en el país. Los diputados de la coalición gobernante respaldaron el texto presentado por los peronistas, aunque precisaron que no estaban de acuerdo con la oposición en cuanto a «la magnitud de la situación que se está viviendo». El candidato a la vicepresidencia junto a Mauricio Macri, Miguel Pichetto, aseguró el miércoles en una entrevista que no se podía «hablar de hambre» en Argentina, porque era «una exageración».

El diputado oficialista Héctor Flores recordó que seguía vigente la Declaración de Emergencia Social formulada tras el colapso de 2002 y que en 18 años no se había conseguido resolver el problema de la pobreza estructural. «Hubo emergencia social cuando la economía no crecía y hubo emergencia social cuando crecíamos a tasas chinas», señaló, en referencia a los años de gobierno kirchnerista. El texto aprobado en la Cámara, que ahora pasará al Senado, supone un aumento del 50% en las dotaciones presupuestarias para comedores gratuitos.

La cuestión de la pobreza empieza a comportar complicaciones políticas para la candidatura del peronista Alberto Fernández, gran favorito para ganar la presidencia en octubre. Tras varios días de movilizaciones y bloqueos de transporte en Buenos Aires, impulsados por sindicatos y entidades sociales situados en el ala izquierda del kirchnerismo, y tras graves choques con la policía en pleno centro de la capital, Fernández pidió «tranquilidad en las calles». Le preocupaba que la actitud de los sectores más radicales asustara a sus electores moderados y que la protesta se descontrolara.

Parte de las organizaciones que exigen un aumento en los subsidios sociales y más dinero para los comedores públicos rechazaron el mensaje del candidato. «El gobierno en ciernes comienza mal», declaró Eduardo Beliboni, dirigente de Polo Obrero, para quien era «necesario mantener las protestas y ganar la calle». Según estas organizaciones, la emergencia alimentaria declarada por la Cámara de Diputados no resolvía nada y había que exigir más dinero al gobierno de Macri para acabar con las deficiencias nutricionales. Uno de cada tres argentinos adultos, y uno de cada dos argentinos jóvenes, viven en la pobreza.

Fuente: elpais.com