Empresas estatales


Empresas-estatales

La ministra de Desarrollo Productivo, Nélida Sifuentes, célebre por hablar sin tapujos sobre los ojos de un ministro y de la manera que engañó Gabriela Zapata al presidente, no usa la misma actitud cuando se refiere a la empresa estatal Quipus, dedicada al ensamblaje de computadoras y teléfonos celulares. Admite que la empresa es deficitaria, que pierde millones de bolivianos por año, que hay un gran stock de mercadería que no se puede comercializar y que han perdido algunas licitaciones por no cumplir con estándares de calidad. Estas son las conclusiones de un informe que el propio ministerio hizo público y que, pese a los números tan negativos, se niega a considerar el cierre de la empresa, algo que prometió el Gobierno tras el fracaso de la empresa Ametex. Aquella vez, el vicepresidente García Linera dijo que “empresa pública que pierda plata será cerrada”, política que debería ser aplicada no sólo a Quipus, sino a todas las entidades. Varios informes y estudios han confirmado que casi todas las compañías creadas por el Estado Plurinacional arrojan cuantiosas pérdidas y aunque se comen la mitad del presupuesto nacional, el régimen las mantiene erosionando las arcas públicas, las reservas del Banco Central e incrementando peligrosamente la deuda externa. Si hubiera seriedad en el Gobierno, se debería considerar la situación incluso de YPFB o Huanuni. Pero sólo el análisis, y mucho más la posibilidad de cierre, sería admitir el fracaso del “proceso de cambio”.El Día