En una sola noche, el líder cívico de Santa Cruz vivió en carne propia la realidad dividida por la que atraviesa Bolivia.
Los cantos y plegarias a Dios en el cabildo de la ciudad cruceña, encabezado por el líder cívico Luis Fernando Camacho, al parecer no fueron escuchados ni pudieron ayudar al dirigente a salir del aeropuerto Internacional de El Alto (La Paz).Anoche a las 10:00 aterriza un avión en El Alto. Personas afines al MAS rodean el aeropuerto y en las afueras de la terminal aérea algunas llantas comienzan a arder. Camacho y su delegación acaban de arribar suelo paceño.La delegación debía salir por la puerta trasera de la terminal bajo resguardo militar, pero tras saber de su llegada, el funcionario del aeropuerto Ivar Aguilar, anunció la noticia e inmediatamente todas las salidas del aeropuerto fueran bloqueadas.“El ministro Romero instruyó que cierren todo El Alto (…) para dejar la vía expedita a los masistas para que no podamos salir” afirmó Camacho.Por su parte, los pasajeros internacionales tuvieron que esquivar piedras y fuego para poder salir. En el retén de la terminal todos los autos fueron revisados para impedir que alguno esconda al líder cruceño.2:15 de la madrugada y la delegación cruceña sigue sin dormir, el aeropuerto se mantiene rodeado y ninguna fuerza policial los colabora.“Nos tuvieron como 45 minutos afuera, en la plataforma, con un frío impresionante, para decirnos que ya había mucha gente” denunció Jerjes Justianiano.Como si de rehenes se tratase, Camacho y su comitiva no tuvieron salida sino hasta la mañana del día de hoy. Un avión charter levantó vuelo a las 8:00 del Aeropuerto Internacional de El Alto y fue como una especie de salvación para ellos.Camacho bajó de un pedestal en el que la multitud lo halaga y apoya, a otra que lo insulta y lo agobia. En una sola noche, el líder cívico vivió en carne propia la realidad dividida por la que atraviesa el país.Página Siete / Juan Pablo Garcia / La Paz