Real Santa Cruz logró valioso empate ante Wilstermann (0-0)

Un dulce empate logró este jueves Real Santa Cruz en la capital cochabambina. Se la puso difícil a Wilstermann, que venía de una resonante victoria ante el Tigre en La Paz.

Los albos arriesgaron todo en un partido que tuvo como protagonista a la lluvia durante gran parte del encuentro. El 6-0 que recibieron en El Alto ante Always Ready, en la fecha pasada, había dejado herido a los merengues que no estaban dispuesto a soportar otra goleada en contra. Luchó y sufrió, pero logró su obetivo: traerse al menos un punto.

El equipo aviador mereció irse al descanso, tras el final del primer tiempo, con el marcador a su favor. Lo mereció por lo que hizo en esta etapa. Manejó a su antojo el juego. Por derecha con Sebastián Galindo, por izquierda con Serginho y por el centro con Gilbert Álvarez.



Real padeció, pese a que puso resistencia gracias a un gran despliegue físico en la que Juan Rivero y Ezequiel Michelli tuvieron mucho trabajo desde la zaga.

En el medio campo el rol de Carlos Ribera y Saúl Guerra fue vital, sobre todo para presionar a jugadores que mueven el equipo rojo. Tonino Melgar, Didí Torrico y Alejandro Meleán coparon la zona media y metieron presión en la marca, lo que obligó a sus contendientes que pierdan fácilmente la pelota y tengan como única arma los contragolpes, que no fue fructífera porque con Lucas Gómez y Rodrigo Lafuente en la ofensiva poco y nada pudieron elaborar para meter miedo.Wilsterman generó cuatro llegadas con peligro para abrir el marcador. La más clara fue la de Meleán a los 25 minutos, cuando su remate dio en el travesaño y Michelli salvó de la línea.Otra fue la de Galindo, a los 39’, cuando quedó solo y Romero le sacó la pelota.

En el segundo tiempo, el mensaje de Pepe Peña a sus dirigidos fue redoblar esfuerzo para achicarle los espacios al rojo cochabambino, que buscó todo el tiempo el gol de la victoria.

La lucha fue intensa. Real por impedir que le marquen y los aviadores por encontrar un yerro de su rival para poder abrir el marcador.

En esta tarea, la labor de la zaga merengue fue ponderable, incluido el arquero Leonardo Romero, que tapó toda pelota que vino sobre su arco. Rivero y Michelli fueron los estandartes de una zaga, que no dio tregua y en el medio Carlitos Ribera y Saulo Guerra se desvivieron para apoyar en la marca y en las salidas.

En lado rojo, Serginho fue el dolor de cabeza hasta donde pudo. Después Cristian Díaz se la jugó a reforzar la ofensiva al sumar a su equipo a Paúl Arano y William Álvarez, el hermano menor de Gilbert. Para contrarrestar esta decisión Peña metió a Mauricio Saucedo, a Brahian Egüez y a José Caravallo. El duelo se vio hasta en los entrenadores que sobre la marcha modificaron estrategia. Al final, tuvo mayor efecto la determinación del DT de Real, que al menos su equipo suma un punto y deja a los aviadores con un sabor amargo de empatar en casa.

Fuente: https://eldeber.com.bo/