Los ministros de Exteriores de la Unión Europea dicen no estar dispuestos a tolerar que se utilice la presión migratoria «como arma política», como ha hecho Turquía, y piden a los migrantes que «no vayan a la frontera».
Los ministros comunitarios han reconocido el esfuerzo de Turquía al acoger en su territorio a casi 4 millones de refugiados, pero sobre todo han mostrado su solidaridad con Grecia, que ha denunciado que Ankara «orquesta» el envío de migrantes que llevan años establecidos en su territorio hacia las fronteras de la UE.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quiso «enviar un mensaje claro: no vayan a la frontera; la frontera no está abierta», indicó Borrell al término de la reunión en Zagreb para abordar la situación en Siria. «Si alguien les dice que pueden ir porque la frontera está abierta y pueden entrar libremente en Grecia o Chipre, eso no es cierto», insistió Borrell, instándoles a evitar una situación potencialmente peligrosa. Y convocó una cumbre europea para los días 29 y 30 de junio para recaudar fondos. «Es necesario actuar urgentemente para hacer frente a esta importante crisis humanitaria», dijo.
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En la reunión no se decidió ofrecer más dinero a Turquía para mantener a los refugiados sirios en el país. Sin embargo, varios estados indicaron que estaban listos para recibir más ayuda. «El requisito previo para esto es que Turquía también cumpla con sus obligaciones», enfatizó Maas.lgc (efe/dpa/afp)Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas.
Fuente: www.dw.com