Tregua electoral contra el coronavirus

De la lógica electoral a la lógica de la unidadEditorial“Ahora el enemigo es otro. Todos vamos a perder salvo que nos unamos, para que al final no haya derrotados”. Con estas palabras, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, pedía días atrás la unidad de los referentes políticos españoles ante la amenaza creciente del coronavirus.Los ejemplos a nivel internacional se multiplican: en Estados Unidos, un acuerdo bipartidista entre republicanos y demócratas abre una tregua crucial en el combativo tablero político de ese país, para aprobar un plan que inyectará en la economía nada menos que 2 billones de dólares (el mayor salvataje en la historia norteamericana).Alemania hace otro tanto para enfrentar la pandemia y se prevé un apoyo multipartidista unánime en la Cámara Alta del Parlamento, a un plan “sin precedentes” por 750.000 millones de euros.Junto con la unidad política, los países están suspendiendo sus procesos electorales o plebiscitarios, en el entendido de que la aglomeración en la campaña y el sufragio supondría un gravísimo riesgo para la salud pública. Se están sacando el chip electoral.En el Reino Unido, las elecciones municipales de Londes, antes marcadas para el 7 de mayo, quedaron postergadas por un año, para la misma fecha del 2021.En Chile, por acuerdo entre todos los partidos, el referéndum sobre la convocatoria a una Asamblea o Congreso Constituyente quedaría para el mes de octubre, y las elecciones de alcaldes y gobernadores para el 2021.En EEUU, entretanto, las primarias quedaron pospuestas sin fecha en todos los estados donde todavía no se habían celebrado.Son indicadores de la seriedad del desafío que entraña el Covid-19, definido por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, como “una amenaza para la humanidad”. Hay que pensar en términos de la problemática humanitaria que generaría una guerra mundial. No hay otro parámetro comparativo posible.Bolivia no es una isla y los principales actores políticos tendrán que relegar el comportamiento electoral y concertar una tregua estratégica para enfrentar en conjunto al coronavirus, sumando a los actores productivos y asumiendo la responsabilidad de una gran cumbre política.El enemigo es otro y vamos a perder todos, a menos que nos unamos para que al final no haya derrotados.eju.tv