Asamblea de Cochabamba trata hoy con “urgencia” uso del dióxodo de cloro pese a alerta de riesgos

La Gobernadora de Cochabamba pide que los legisladores aprueben con “dispensación de trámite y voto de urgencia”. La OPS, la OMS y científicos niegan que sea una cura para la COVID-19.

Una persona entrega el dióxodo de cloro en una calle de Cochabamba.   DICO SOLÍS
Una persona entrega el dióxodo de cloro en una calle de Cochabamba. DICO SOLÍS

 

 



 

Legisladores de Cochabamba convocan para este miércoles –a pedido de la gobernadora Esther Soria– a sesión con “dispensación de trámite” para aprobar el proyecto de ley departamental para producir el químico desinfectante para consumo humano como tratamiento para combatir el coronavirus, pese a que organismos internacionales, nacionales y científicos alertaron sobre riesgos y afectos adversos.

Este miércoles, a las 14:00 horas, la Asamblea Legislativa Departamental tratará el proyecto de ley departamental “Uso de Medicina Natural y Alternativa para el tratamiento de personas con COVID-19”, a solicitud de la gobernadora Esther Soria, del Movimiento Al Socialismo.

Anoche, la asambleísta Lizeth Beramendi, (UNICO) informó al canal de televisión Red Uno que la Comisión de Salud analizó el tema y decidió pedir que el pleno de la Asamblea apruebe la producción y uso del dióxodo de cloro y otras alternativas para tratar el coronavirus.

“Dijo que el SEDES deberá realizar los protocolos para uso en convenio con las universidades de Cochabamba”.

El secretario departamental de Coordinación General de la Gobernación de Cochabamba, Fanor Alvarado, dijo que el lunes fue enviado el proyecto a la Asamblea para que el tema sea tratado en sesión extraordinaria con el único punto.

“Con dispensación de trámite y voto de urgencia” (art. 93, del reglamento), así fue remitida la nota al ente legislativo, “al tratarse de un asunto importante y urgente, y considerando el numeral 4, parágrafo 1, del art. 109 del Reglamento General de la ALDC”.

Señaló que la Gobernación realizará campañas comunicacionales y de información en los medios de comunicación, redes sociales, plataformas virtuales oficiales  para informar sobre el uso del dióxido de cloro, así como otras medicinas alternativas y naturales para la prevención, atención y tratamiento del COVID-19.

Alvarado puntualizó: “La Gobernación de Cochabamba gestionará los recursos económicos y convenios interinstitucionales necesarios para la producción y distribución del dióxido de cloro, según reglamento especial”.

RECHAZO DE CIENTÍFICOS

En tanto, desde el Ministerio de Salud de Bolivia se alertó que el tratamiento a pacientes con COVID-19 utilizando dióxido de cloro “no tiene ninguna base científica”.

Advirtió con iniciar procesos legales a quienes promuevan su consumo. De esta forma, el Ejecutivo quiere frenar la especulación en torno a un producto desinfectante que no está considerado como medicamento.

En Cochabamba y varias ciudades de Bolivia existe consumo del desinfectante con el respaldo de testimonios que personas que dicen haberse sentido mejor con el dióxodo de cloro.

Algunos médicos y municipios se aferran a las “evidencias obtenidas” hasta ahora con el uso del dióxido de cloro, por ello, piden a las autoridades de salud que permitan el estudio científico avalado por las universidades antes de prohibir y sancionar su utilización.

La pasada semana, la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz aprobó una norma que establece la producción y distribución del dióxido de cloro para casos COVID-19 y se espera que la Gobernación la promulgue.

El doctor Guery Ramiro Cordero encabeza un grupo de más de 450 médicos que han implementado el uso de dióxido de cloro como parte del tratamiento a pacientes con Covid-19. “Nosotros queremos salvar vidas, proponer soluciones que alivien el dolor de los pacientes”, manifestó al sitio digital urgentebo.

En tanto, el doctor Juan Saavedra, especialista en Medicina Interna e Infectología, explicó a Urgentebo que el consumo del dióxido de cloro a la larga puede ocasionar cáncer en la vejiga y que su uso para el tratamiento del coronavirus no es recomendable.

“El consumo de cloro está por encima de los niveles permitidos, se recomienda que la cantidad de cloro que tiene que haber en el agua potable es 8 mg por litro y entonces, a esa cantidad de agua que ya consumimos, las personas que usan dióxido de cloro están aumentando la concentración de cloro y eso produce inflamación, náuseas, vómitos, diarrea, deshidratación, pero además, como están preparando de forma casera el dióxido de cloro, esta preparación de cloro tiene gran cantidad de impurezas y esas impurezas como el clorito, como el mismo cloro, a largo plazo puede producir un producto que se llama trihalometano y eso llevaría a cáncer de la vejiga”.

El Ministerio de Salud calificó como un “alto riesgo para la vida del pueblo boliviano” los protocolos que sugieren la aplicación del dióxido de cloro en pacientes con coronavirus, como el emitido por el autodenominado “Comité Boliviano de Solución de Dióxido de Cloro”.

EPIDEMIOLOGÍA

Para el jefe Nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto, el único ente que puede regular el ejercicio de la salud en el país es el Ministerio del área. La competencia de los SEDES (Servicio Departamental de Salud) o las direcciones municipales se limita a adecuar la normativa nacional y, por tanto, no pueden desconocer la disposición en contra del uso del dióxido de cloro.

Prieto insiste en que el dióxido de cloro “no es un medicamento aprobado en ningún país” y recuerda que, desde el Ministerio de Salud ya se ha propuesto un protocolo de tratamiento básico “que, aplicado dentro de los primeros ocho días, reduce la posibilidad de complicaciones en la salud”.