Niños en riesgo, confinados con sus agresores y sin ir a la escuela

El país se consternó ante 38 infanticidios en lo que va del año. La cuarentena no frenó las vulneraciones contra la seguridad de los niños y niñas.

 



Leny Chuquimia / La Paz

Confinados junto a sus agresores, recibiendo  alimentación insuficiente y  sin ir a la escuela, así se encuentran gran parte de los niños bolivianos durante   la pandemia. Los infanticidios que han consternado al país ya suman 38 y los riesgos suman para la niñez.

“Vamos a actuar con todos los servicios que dependen del Ministerio de Justicia para lograr una sanción ejemplar. No podemos permitir que niños sean violados o asesinados”, afirmó el viceministro de Igualdad de Oportunidades, Alex Ríos.

La directora de la Defensoría Municipal de la Niñez   de La Paz, Jacqueline Llanos, explicó que antes de la cuarentena y durante la etapa rígida los casos de la Defensoría doblaban los atendidos por los Servicios Legales Integrales (SLIM), que dan atención a la familia. Pero con la flexibilización la brecha se acortó.

“Nos hace suponer que  la casa  es donde se generó la violencia, igual que en la cuarentena rígida. El hogar debió ser el sitio seguro  y es donde se vulneran los derechos. En este momento hay muchos detonantes: el tema económico, el aislamiento en un solo espacio, la convivencia… no deberían serlo”, dijo.

La Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación  expresó su preocupación. Considera que el problema educativo se constituye en una vulneración.  “Además limita la alimentación escolar gratuita, incrementa la brecha digital entre espacios urbanos y rurales y entre unidades fiscales y privadas”, afirma.

El Informe mundial sobre crisis alimentarias 2020 advierte que el impacto de la pandemia en la seguridad nutricional de los niños podría ser devastador, a medida que las opciones de alimentos se vuelven cada vez más limitadas.

La violencia crece 

El 5 de julio, el cuerpo de Esther, de nueve años, fue encontrado cerca su domicilio. Fue vejada y asfixiada por el inquilino de la casa en la que guardaba la cuarentena.  12 días después, en el Beni, un niño fue apuñalado por su progenitora hasta sacarle el corazón. Se busca al padre.

Datos del Ministerio de Salud señalan que en los primeros cinco meses del año, los hospitales del sistema público atendieron 142 niños -de 0 a 14 años- víctimas de violencia intrafamiliar, 167   de violencia sexual y 663 niñas gestantes.

Las estadísticas de la Felcv dan cuenta que durante la cuarentena rígida (del 22 de marzo al 31 de mayo) se atendió 102 casos de estupro y 118 de violación a niños, niñas y adolescentes.

“En esa etapa en la Defensoría  hemos atendido 388 casos. Ya entrando a la flexibilización, solo en la primera quincena, subimos a 242 casos”, explicó Llanos.

Añadió que aunque hay restricciones, los padres consumen bebidas alcohólicas  en presencia de sus hijos, o los abandonan.

Se suma que muchos niños y adolescentes, por la falta de ingresos en los hogares o de espacios seguros para su cuidado, salen a las calles para colaborar a la economía familiar. Se ven expuestos al contagio pero también a varios tipos de violencia.

Cabe recordar que el pasado fin de semana, en Viacha, una niña que vendía helados fue vejada. El agresor la llevó a un terreno con la promesa de que allí vendería sus productos.

El hambre, otro de los peligros que preocupa

“Hace tres días que no comemos”. Esa fue la frase con la que Marcelo, un niño de 11 años, llegó en medio de la cuarentena, a la fundación Calentando Corazones de Santa Cruz. Angustiado por la falta de alimentos para sus hermanos y el desempleo de sus padres, caminó por más de tres horas buscando un lugar donde pedir ayuda.

Su situación se repitió en Senkata-El Alto, donde hace tres meses, ante el anuncio de la llegada del Gobernador de La Paz y Unicef, una madre de un barrio vecino,  juntó a sus nueve hijos y salió  a su encuentro.  “Ya no hay comida”, afirmaba.

Según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en el mundo, 364 millones de niños se quedaron sin acceso a las comidas que recibían en sus colegios, 80 millones de ellos están en Latinoamérica. Bolivia no escapa a esta realidad.

En el país 2.4 millones de escolares que se beneficiaban con el desayuno escolar ya no lo reciben. El programa, que esta cargo de los municipios, ayudó  a bajar los indicies de desnutrición en muchas regiones. Sin embargo, lo avanzado puede perderse.

El INE, a finales de 2019, señalan que Bolivia tendrá problemas para cumplir con las metas del Plan de Desarrollo Económico y Social 2016-2020. Este pretendía disminuir al 9% la desnutrición crónica en menores de cinco años. Los datos muestran  que se encuentra en un 16%.

Aunque la prevalencia de desnutrición aguda está por debajo del 5%, hay una tendencia al incremento. Y en cuanto a la anemia la meta era reducirla al 30%,  pero la prevalencia es de 53%.

El Informe mundial sobre crisis alimentarias 2020, indica que en América Latina y el Caribe, las crisis sociopolíticas, las condiciones climáticas extremas, la falta de empleo y los altos precios de los alimentos pueden conducir a un deterioro de la seguridad alimentaria. Además la pandemia genera un gran impacto en la calidad de la dieta de los niños, la cantidad, frecuencia, seguridad y diversidad.

“En estas  emergencias no pueden acceder a servicios preventivos tales como suplementos y programas de inmunización, lo que aumenta el riesgo de  desnutrición”, dice el documento.

Niños  y adolescentes   salen a trabajar a  las calles para ayudar a la economía familiar. Foto: Víctor Gutiérrez / Página Siete

Extrañan la escuela y temen enfermar

Entre el 7 y el 23 de mayo, la ONG Educo realizó una encuesta en la que participaron 4.476 niños, niñas y adolecentes de unos 20 países. La mayor cantidad de respuestas llegaron desde Bolivia, Mali, Bangladesh, Guatemala, y Filipinas. El 41% de los participantes tiene entre 6 y 11 años.

El 31.12% de los participantes son  niñas, niños y adolescentes  bolivianos. Los resultados  son una muestra de cómo viven la pandemia.

A la pregunta de ¿qué extrañas en este momento de limitaciones para poder salir de casa? el 24,56 de los encuestados respondió “ir a la escuela”, el  20,93% respondió “ver a mis amigas y amigos”, 17,28% “visitar a familiares”, 14,86% “salir a jugar”, 10,49% “ver a mi maestra o maestro”.

En cuanto a lo que les preocupa en este momento, un 23,21% respondió “enfermar o que enferme alguien de la familia, un 18,86% dijo que temen que su familia “no tenga dinero suficiente”. El 17,94%  dijo: “que los adultos no puedan salir a trabajar”; el 14,36% que “haya personas que no puedan recibir atención médica. Otro 12,52% afirmó que le preocupa  que haya menos comida en casa.

Entre las cosas positivas ven que muchos pasaron más tiempo en familia, pero temen por el futuro. Un 31,64% no sabe o no está seguro de lo que pase después de la emergencia, mientras que un 30,23% piensa que su vida mejorará. Otro 19,39% cree que su vida será más difícil y un 18,74% que no cambiará.

 Crecerá  la mortalidad y pobreza infantil

“Los impactos del Covid-19 son multidimensionales. Al ver las estadísticas pareciera ser que la incidencia de la enfermedad es menor en niños y adolescentes, pero hay que entender que habrá una repercusión en quienes padecerán el cierre  o disminución de servicios de salud”, afirmó la oficial de Asuntos Sociales de la Cepal, Claudia Robles.

Participó en un dialogo virtual con adolescentes de México, Honduras, Paraguay y Bolivia, impulsado por Tejiendo Redes Infancia.

Señaló que  según investigaciones científicas, se estima que por primera vez en 60 años, la mortalidad infantil a nivel global pueda aumentar. Esto a causa de la disminución en la atención médica así  como de la desnutrición.

“Esto último es clave y tienen que ver con una serie de factores de complejo análisis. Pero  claramente la ausencia y el déficit de ingresos en el hogar es algo fundamental. Aquí nuevamente vienen las terribles estimaciones sobre el aumento de la pobreza”, dijo.

Indicó que el impacto será mayor en familias de migrantes e indígenas. Estima que la pobreza alcance al 37,2% de la población de América Latina, mientras que la pobreza extrema llegue a un 15,5%.

En ambos casos la mayor incidencia llegará  a la población infantil.

La niñez  boliviana 

  • Población  Según proyecciones de población a 2018 del INE, las niñas y niños de 0 a 11 años representan 25,7% del total de la población boliviana, es decir, 2.910.420. Para el 2025 se calcula que habrá  2.916.065 niñas y niños.
  • Educación  De acuerdo al INE, el departamento de La Paz registra la tasa más alta de asistencia escolar de niños  de 6 a 11 años, que alcanza a 97,2%.
  • Trabajadores  Según datos del Censo 2012,  unos  402.612 niños y adolescentes  entre 7 a 17 años formaban  parte de la Población Económicamente Activa.
  • Abandono  Según datos de Unicef,  medio millón de niños menores de 12 años no cuentan con registro de identidad, de ellos, 210 mil son huérfanos, y 366 mil abandonados. 313 mil niños se ven obligados a trabajar y 2.200 se encuentran en situación de calle.

Fuente: paginasiete.bo