En La Paz, los entierros incrementaron de 12 a 75 por día.
El drama por el coronavirus (Covid-19) que se vive en territorio nacional se agrava con los días por el colapso del sistema sanitario, el incremento acelerado de infectados y los decesos de personas que ahora no pueden ser enterradas por falta de espacio en los cementerios o por la indolencia de algunas personas que impiden su sepultura en los camposantos, como en Carachipampa en Potosí, donde dinamitaron y apedrearon ataúdes de fallecidos a causa del virus. En Oruro, los féretros son abandonados en terrenos baldíos.
La vicepresidenta de la Asociación de Empresas Funerarias de Potosí, Aralí Alván, relata que su sector está desesperado porque no pueden encontrar espacios para que los fallecidos “descansen en paz”, ante la gran demanda de servicio de inhumación de cuerpos.
Dice que el martes, cuando intentaron enterrar los cadáveres en el nuevo cementerio para fallecidos con Covid-19 en Carachipampa, los vecinos de esa zona impidieron que se lleve adelante el entierro y comenzaron a lanzar piedras e incluso, dinamitas contra los féretros y trabajadores de las funerarias, que son los encargados de cumplir con los entierros bajo los protocolos de bioseguridad. Señala que también golpearon a las familias dolientes.
“Estaban siendo apedreados, dinamitados los ataúdes, me daba pena los cadáveres de Covid-19. Lastimosamente esta gente ha arremetido contra que gente que no puede defenderse, gente que está fallecida, gente que debería de haber estado descansando en paz”, declara, en entrevista con el diario El Potosí.
Oruro
En la ciudad de Oruro, los vecinos de la zona Huajara II denuncian que, en horas de la noche, personas abandonan ataúdes de fallecidos con Covid-19. Las familias temen contagios y piden a las autoridades hacerse responsable de esta situación.
El hombre lamenta que abandonen los cadáveres en su zona, pues teme que sus hijos y otros menores, adultos mayores se contagien. “Cómo van a venir a traer sus cadáveres, tenemos niños y nos están exponiendo al peligro, hay mucha gente que vive”, cuestiona.
La Paz
En la ciudad de La Paz, la situación es similar, el Cementerio General colapsó ante la gran cantidad de entierros. Según el director de Empresas, Entidades y Servicios Públicos, Martin Fabbri, antes de la emergencia sanitaria se atendía un promedio de 12 entierros por día y esa cifra se incrementó ahora a 75.
Por esa situación, el municipio habilitará nuevos espacios para entierros en el Cementerio General y en otros terrenos que serán definidos,
Recuerda que el servicio de cremaciones cuesta Bs 697; en tanto, el entierro en nichos varía entre Bs 155 y 1.000. En caso de Covid-19, el procedimiento es “primero intentamos la cremación de los cuerpos, una vez que se satura, porque podemos hacer entre nueve y 10 diarios, inmediatamente pasamos al entierro en nicho, si supera el número de 25 diarios dispuestos para realizar este servicio pasaríamos al entierro bajo suelo”, detalla Fabbri.