Economista, Gonzalo Chávez. | Los Tiempos
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El diferimiento del pago de créditos hasta fin de año causará que la banca deje de recibir 7 mil millones de dólares, a razón de 700 millones por mes, lo que causaría una crisis financiera, que agravaría aún más la situación económica por la que atraviesa Bolivia.
Los datos y el comentario corresponden al economista Gonzalo Chávez, entrevistado por el programa En Portada, conducido por Los Tiempos, Página Siete y Asuntos Centrales.
Chávez hizo esta interpretación a propósito del proyecto de ley impulsado por el MAS en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para extender el diferimiento de créditos “sin distinción de prestatarios” hasta el 31 de diciembre de 2020.
Esta demanda es respaldada por transportistas, microempresarios y otros sectores laborales, que anunciaron una escalada de medidas para que el Ejecutivo promulgue la referida ley, que ya está sancionada en la ALP.
Según Chávez, esta iniciativa es sólo “una especie de competencia, quién hace políticas económicas que puedan dañar al otro” y que se encuentran lejos de ser aportes propositivos a la economía boliviana.
“Es cierto que el sistema bancario ha ganado por año entre 200 y 300 millones de dólares, pero el diferimiento implica por mes 700 millones de dólares menos” para el sistema financiero nacional, explicó.
El Gobierno estableció, inicialmente, un diferimiento en el pago de créditos para los meses de marzo, abril y mayo. Como había confusión en los enunciados de la ley y ante la presión de un mayor plazo, el Gobierno accedió a un nuevo diferimiento para los meses de junio, julio y agosto, pero sólo para quienes demostraran no tener trabajo, haber sido despedidos o haber tenido problemas con sus salarios.
La ALP, dominada por el MAS, propuso una nueva ley que extienda el diferimiento hasta fin de año “sin distinción” de prestatarios. De atenderse a este pedido y siguiendo los números de Chávez, la pérdida alcanzaría a los 7 mil millones de dólares.
Según Chávez, hablar de esas cifras cuando la banca maneja 28 mil millones de dólares en depósitos tendrá un impacto muy grande y generará una situación de iliquidez.
“Lo peor que le puede pasar a Bolivia es que en una situación de tormenta económica se le sume una crisis financiera”, añadió.