En 85 días de pandemia, 56 reclusos perdieron la vida por el Covid-19

El hacinamiento, falta de médicos y la precaria infraestructura facilitó el contagio de 453 privados de libertad, en ocho cárceles del país.

En 85 días de pandemia, 56 reclusos perdieron la vida por la Covid-19



Fuente: paginasiete.bo

El hacinamiento, la falta de personal médico y la precaria infraestructura carcelaria causaron la muerte de al menos 56 personas privadas de libertad afectadas por el coronavirus, en lo que va de la pandemia.

Un informe de Régimen Penitenciario da cuenta de que en 85 días de cuarentena, se registró 453 casos de Covid-19 en ocho cárceles del país, sin contar con la penitenciaría de Potosí.

En total, en ese periodo se registró 149 casos sospechosos de coronavirus, 118 positivos, 109 internos recibieron el alta médica, 16 fueron hospitalizados y cinco están en espera de resultados.

Sobre las 56 muertes, el reporte da cuenta de que el primer deceso ocurrió el 8 de mayo, en el penal cruceño de Palmasola, y el más reciente corresponde al 3 de agosto, en la cárcel de San Pedro, de la sede de gobierno.

“El tema médico estaba bien antes de que ingrese el Covid-19 a los penales, pero cuando ingresó tuvimos carencia de médicos, ahí nos dimos cuenta que necesitábamos muchos médicos; como mucho también perjudicó la falta de infraestructura carcelaria”, indicó el director general de Régimen Penitenciario, Clemente Silva Ruiz, en el webinar “Situación carcelaria y Covid-19: retos nuevos y persistentes”, organizado por la Organización de Naciones.

Silva indicó que la Dirección Penitenciaria elaboró planes de contención e intervención frente a el Covid-19, que en la ejecución tuvieron sus debilidades y no fueron aplicados al 100% en las nueve direcciones departamentales del país, reportó ANF.

El director penitenciario sostuvo que pese a que el sistema tiene contrato con hospitales para la atención de privados de libertad, cuando los internos eran llevados de emergencia con sospecha de Covid-19 no eran recibidos. Los administradores de los hospitales argumentaban falta de espacio. “Esta fue una de las causas para las muertes”, apuntó.

Asimismo, señaló que la precaria infraestructura carcelaria imposibilitó optimizar el aislamiento de los sospechosos.

«La infraestructura no ayudó a tener una zona de contención para detenidos preventivos nuevos, para casos sospechosos y positivos de Covid-19”, declaró la autoridad.

En abril, todavía con el confinamiento rígido, el penal de Palmasola fue el primero en el país donde se registraron casos de coronavirus entre los internos, que incluso organizaron protestas para recibir atención médica.

Unas semanas después, el virus ingresó a la cárcel de San Pedro, de la sede de gobierno, donde se cobró la vida de más de una decena de reclusos.

En Santa Cruz, las autoridades habilitaron la guardería del recinto para aislar a los casos positivos y sospechosos, ambientes con los que no se contó en otras penitenciarías del país.

“Esta fue una de las debilidades que tuvimos por falta de espacio geográfico en los recintos penitenciarios, especialmente en San Pedro (La Paz), después en Oruro y en Cochabamba, donde la infraestructura no ayudaba, cosa que no ocurrió en Santa Cruz con Palmasola ni en Pando ni Beni”, precisó.

Silva indicó que el coronavirus ingresó a las cárceles pese a que se restringieron las visitas por los contagios de los privados de libertad en los centros hospitalarios y por los policías de seguridad penitenciaria “que trajeron el Covid-19 al interior de los recintos”.

La población penitenciaria en el país es de 5.873 privados de libertad con sentencias (33,53%) y 11.628 detenidos preventivos (66,44%).