Estafas y contrabando, riesgos del auge del mercado negro del coronavirus

Según médicos, especialistas y autoridades de la Policía, los peligros son la adquisición de un producto falsificado que no causa ningún efecto o que puede ser nocivo para la salud de las personas

Luis Escobar  / La Paz



Página Siete

Ante el desabastecimiento de insumos, la alta demanda y el mínimo control, el mercado negro de oxígeno, plasma,  pruebas y fármacos para Covid-19 está en pleno auge en Bolivia y se mueve a través de las redes sociales. Por comprar en este negocio ilegal, los ciudadanos -en muchos casos pacientes con coronavirus o síntomas de la enfermedad- están expuestos al menos a seis riesgos que van desde estafas  hasta la adquisición de productos de contrabando o de dudosa procedencia que pueden causar daños en la salud.

“Hay el riesgo de que estos productos nos sean originales, no sean efectivos y, por tanto, no causen ningún alivio al paciente. Incluso pueden incluir componentes nocivos para la salud”, advirtió la presidenta de la Asociación de Profesionales Propietarios de Farmacias (Asprofar)  María Tórrez, respecto al primer problema por adquirir medicamentos en el mercado negro.

En las redes sociales venden  desde Ivermectina hasta vitamina C. Los comerciantes acuerdan citas en puntos estratégicos de la ciudad para la entrega de los medicamentos para la Covid-19 que escasean en las farmacias. “Cada pastilla de Ivermectina cuesta 18 bolivianos y el blíster (de 10 unidades) a 180 bolivianos”, indicó   uno de los ofertantes por redes sociales. Ofrecen desde Omeprazol hasta dióxido de cloro que no son recomendados por  médicos.

El segundo riesgo se refiere  a la adquisición de productos que son transportados de forma inadecuada y sin los protocolos. “El hecho de que no cumplan con las medidas necesarias para manipular los medicamentos, los hacen riesgosos”, explicó Tórrez.

“Todo medicamento que ingresa al país debe pasar por los controles de la Agemed (Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnología). Lamentablemente, estos productos llegan como mercadería común y se ponen a la venta. El problema es que no se garantiza  que sean legítimos y ese es el mayor inconveniente. No sólo vienen la Ivermectina y otros fármacos; además, hay una ilegalidad en el manejo de los medicamentos y las autoridades deberían regular esto”, explicó Henry Herrera, presidente del Colegio de Bioquímicos y Farmacias de La Paz. Esto también  ocurre con la venta de pruebas rápidas sin  autorización.

Para Herrera, por comprar productos en el mercado negro, las personas se exponen a consumir dosis inadecuadas y en vez de conseguir una mejoría, pueden empeorar su estado de salud. “Si consumen un medicamento con una dosis inferior, el paciente no presentará ninguna mejoría o si es reemplazado por otro, tampoco causaría ningún efecto. Por el contrario, puede causar intoxicación y afectar los riñones”, dijo el especialista, respecto al tercer problema.

Respecto al cuarto problema y el más riesgoso, el secretario general de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva Adolfo Vásquez  explicó que si los fármacos no son recetados por un médico, su consumo no es seguro “porque pueden traer reacciones adversas, como falla hepática, falla renal, problemas respiratorios y  problemas gastrointestinales”.

“No hay ningún medicamento preventivo para esta enfermedad. Evidentemente, el sistema de salud puede verse más colapsado por las intoxicaciones que pueden generarse con estos medicamentos cuando no se los toma de forma adecuada y con prescripción. Por tanto, la gente debe tener cuidado con productos no aprobados como el dióxido de cloro y la Ivermectina; también deben ser prescritos por un médico”, añadió.

Muchos  pacientes son víctimas de  la venta ilegal de plasma.
Foto: Archivo

En el mercado negro, las personas también están expuestas a las estafas (quinto problema). Según el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) Iván Rojas, muchas personas fueron engañadas en la compra de medicamentos, pruebas rápidas y balones de oxígeno que se ofertan por las redes. “Los vendedores exigen a los ciudadanos que hagan una transferencia a través de Tigo Money y en algún caso fueron tan osados que pidieron que les depositen el dinero en una caja de ahorro en un banco y no recibieron nada”, advirtió.

El jefe policial  recomendó que antes de realizar una transacción con estas personas hay que verificar, primero, si el perfil es real o falso. Rojas lamentó que mucha gente busque ganar dinero a costa de la desesperación de los pacientes con coronavirus y sus familias.  “No podemos mercantilizar el dolor, y la necesidad de las personas en este momento de pandemia”, dijo.

El sexto riesgo en el mercado negro es caer en las redes de venta ilegal de plasma hiperinmune que se comercializa desde 1.000 hasta 10.000 bolivianos, montos que muchas víctimas se ven obligadas a pagar por la desesperación y urgencia de tener un ser querido enfermo con Covid-19. “En esos momentos la gente aprovecha para hacer un negocio de todo esto. A nivel del Ministerio  de Salud sacamos que es un  delito cobrar por la donación y que está penado por el Código Penal”, dijo el jefe de la dirección del Banco de Sangre y Hematología del Ministerio de Salud  Ignacio Alurralde.

Pero pese a las advertencias, la venta de plasma continúa. El asambleísta  Amilcar Barral, -que se contagió Covid-19- contó que recibió dos transfusiones. “Cuando estuve delicado recibí dos transfusiones de plasma; la primera la recibí de donación pero la segunda tuvimos que comprarla por la emergencia y nadie está controlando”, dijo.

René Sahonero, técnico del Ministerio de Salud, reconoció que muchas personas “se aprovechan del problema sanitario”. “Hay usureros, engañan con productos que ofertan en las redes sociales. Ahí es donde comienza el problema; lamentablemente, nadie estaba preparado para una pandemia de este tipo y ahora muchos quieren aprovechar al máximo. No hay garantías y es complicado el control a través de las redes sociales”, concluyó.

La Policía y las intendencias comenzaron los controles.
Foto: Archivo

Policía inicia un ciberpatrullaje contra venta ilegal de fármacos

La escasez de medicamentos en las farmacias provocó el auge de un mercado negro de Covid,  en el que la población busca los productos requeridos pese a los riesgos. Ante esta situación, la Policía inició un ciberpatrullaje para evitar la venta ilegal de insumos médicos sin registro sanitario o a precios exorbitantes.

“Fuimos trabajando con el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) y realizamos un ciberpatrullaje. Este trabajo tuvo como resultado la intervención de un sitio donde vendían un medicamento. Se identificó que ofrecían Azitromicina a 100 bolivianos (por cada pastilla) en una tienda de Villa Fátima. En este lugar se vendían además productos de limpieza como lavandina. Este último artículo no tenía registro sanitario”, declaró el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc)  Iván Rojas.

Los agentes encubiertos identificaron a los comerciantes a través de las redes sociales, fueron hasta el lugar y los sorprendieron con el medicamento. De inmediato, los uniformados secuestraron el fármaco. Para Rojas, este fue “un primer golpe” para evitar que continúen con la venta ilegal de estos medicamentos.

“Se procedió a la aprehensión de tres personas que fueron puestas ante la autoridad jurisdiccional. (Los tres infractores) están  en este momento con detención domiciliaria. Eso es lo que ha dispuesto el juez cautelar”, añadió el oficial de la Policía.

Estas personas fueron acusadas por agio y especulación, aunque Rojas dijo que se debería incluir ejercicio ilegal de la profesión. “Este señor que atiende una limpieza no está capacitado en administrar un lugar donde se venden medicamentos”, explicó y añadió que los operativos continuarán en los siguientes días. “Estamos tras el mercado negro, tras estos medicamentos que no tienen registro sanitario e ingresaron por algún lado al país, me imagino por contrabando”, precisó.

Los operativos los inició la Felcc  y después se sumaron los equipos multidisciplinarios que están conformados por la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnología en Salud (Agemed), el Servicio Departamental de Salud (Sedes),  la Oficina de Defensa del Consumidor y el gobierno municipal.

Además, las intendencias municipales de La Paz y El Alto comenzaron con los operativos de control en las farmacias hace dos semanas con la finalidad de evitar el agio y especulación en ciertos productos para la salud demandados por la ciudadanía por la Covid-19.

El secretario municipal de Seguridad Ciudadana de la ciudad de El Alto  Dorian Ulloa dijo que se verifica si el comercio cuenta con los fármacos, que los precios estén dentro de los rangos establecidos por el Gobierno y que exigen la exhibición de la lista de costos en la puerta del establecimiento o en un lugar visible.

“La ciudadanía en redes sociales hizo conocer su disconformidad en cuanto al precio de algunos medicamentos o a la carencia de estos fármacos que fueron presentados como tratamientos preventivos para pacientes con sintomatología leve. Por eso llevamos adelante estos operativos de control y serán sostenidos en el transcurso de los siguientes días”, dijo Ulloa.

Alertan peligros en venta de test sin aval

Cada paquete de pruebas rápidas para detectar la Covid-19 contiene un frasco con  los reactivos necesarios para procesar la muestra. Sin embargo, a través de las redes sociales, se venden los tests por  unidad y dosifican el reactivo con goteros, lo que puede invalidar el examen.

“Las pruebas Covid la venden de forma individual, pero no hay en Bolivia una importación legal donde se comercialice así. Vienen en cajas de 25 a 30 pruebas; es decir, 25 a 30,  casete y un reactivo. Lo que hace la gente es repartir ese reactivo en goteros menores; es decir, que está adulterando el producto y quién sabe si las pruebas tendrán un registro sanitario”, declaró Gabriel Crespo, ejecutivo de Farmacorp.

El ejecutivo agregó que muchos más medicamentos van a aparecer a través de Facebook y en los grupos de WhatsApp. “El problema está en que estas personas han estado ocupando espacios de vuelos para traer productos sin registro, quizás falsificados, pruebas que no fueron habilitadas en su país de origen las traen a Bolivia”, agregó. Por tanto, pidió a la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnología en Salud (Agemed) certificar los productos.

El presidente del Colegio de Bioquímicos y Farmacias de La Paz Henry Herrera pidió a las autoridades respectivas hacer un seguimiento a las redes sociales, espacios en los que ofrecen estos artículos para emitir “la sanción respectiva”. Denunció que proliferó la venta de reactivos para hacer las pruebas rápidas de Covid. “Los ofrecen hasta en librerías y pueden causar falsos positivos o negativos y propagar la enfermedad”, advirtió.

En las redes sociales también se venden  las pruebas rápidas IgG-IgM  por mayor o menor. Estos productos se comercializan desde 123 hasta 525 bolivianos.

“Ya llegaron las pruebas de Covid-19 certificadas que te dan el resultado al instante. Venta por mayor y menor. Llevamos a domicilio”, se lee en una publicación desde Facebook Marketplace.

El asesor del Ministerio de Salud  René Sahonero  advirtió riesgos en la compra de estas pruebas debido a que algunas son falsificadas. Recomendó que la prueba sea realizada por una persona capacitada. “Estamos viendo que hay muchos falsificados y que no cumplen con los requisitos de calidad que realmente necesita el paciente”, dijo el galeno.