Murillo admitió que se juegan horas claves para evitar una guerra civil en Bolivia

El ministro de Gobierno reveló que la bancada del MAS en la Asamblea aprobará este martes la ley que define el 18 de octubre como fecha definitiva, con lo que se espera pacificar el país. Manifestó que la Iglesia Católica y la comunidad internacional facilitan el acuerdo.

 

Luis Marcelo Tedesqui Vargas

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, reveló esta noche a CNN que se gesta un acuerdo para que el martes se reuna la Asamblea Legislativa y que los dos tercios del MAS aprueben una ley que establezca el 18 de octubre como la fecha definitiva de las elecciones.

CNN le preguntó al ministro Murillo qué esperaba el Gobierno para controlar la situación. El ministro le respondió que era difícil de entender, a 10 mil kilómetros de distancia, lo que realmente está pasando y los riesgos que corre el país.

Luego admitió que Bolivia está ante una “crisis política terrible”. Le explicó que no es un cálculo político el intervenir o no. “Si lo fuera lo haríamos, meteríamos soldados, policías y aplacaríamos los 151 bloqueos que hay en este momento”.

Sin embargo, señaló que eso generaría caos, más contagios, “muerte por bala, muerte por covid-19. Sería prácticamente insostenible el tema. Otros candidatos simplemente critican desde la comodidad del Twitter o desde su casa”. Resaltó la iniciativa que lleva adelante el gobierno con los puentes aéreos que llevan de una región a otra comida, oxígeno y medicamentos que hacen falta. “Todo el mundo está indignado, si hasta en una guerra se respetan las ambulancias, los medicamentos, la vida del herido”, agregó.

Ahí se generó un momento de tensión. El periodista mexicano Fernando del Rincón le reclamó por esa alusión de que veía las cosas a 10 mil kilómetros, y le recordó que durante la crisis del año pasado “usted mismo me decía que yo tenía la vista muy clara, así que no vayamos por ese camino”, sentenció el entrevistador.

Rincón señaló que lo que ocurre en Bolivia está tipificado por la Corte Penal Internacional como crimen de guerra, y le mencionó el artículo 8, que señala que así se considera dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes de la paz, o de asistencia humanitaria. “Todo eso pasa en su país y cuando es un crimen de guerra, es el Ejército el que se encarga”, le recordó.

«Hay muertes, hay caos, hay enfrentamiento en las calles» comentó y luego el periodista consultó por qué permite el gobierno de Jeanine Áñez un crimen de guerra “frente a sus narices”. Murillo respondió que en los últimos días, su trabajo de 24 horas es “evitar que haya una guerra civil en este país. Tenemos las horas contadas para ello, se lo garantizo», subrayó.

El ministro reforzó que se trabaja en negociaciones para que levanten todos los bloqueos, sin que eso quiera decir que los incitadores no vayan a ser procesados y paguen por delitos de guerra. «Tratamos de salvar vidas, sabemos que hay gente armada, lo hemos denunciado, pero tratamos de bajar la conflictividad”.

Admitió que en este momento se lleva adelante un delicado trabajo de negociación, en el que está la Iglesia católica y la comunidad internacional. “Hay un equipo grande trabajando en esto, no es salir y meter bala, eso sería lo políticamente correcto, pero no es lo que debemos hacer en este momento. Si no se logra un acuerdo en las próximas horas y poner un alto a esto, no quedará otra que actuar de la forma más dura, con la ley y la CPE por delante. Es triste y lamentable lo que está pasando”.

El ministro, conocido por su línea dura, recalcó que la fecha del 6 de septiembre la pusieron “Evo Morales; el presidente del TSE, Salvador Romero y Carlos Mesa. Nosotros consultamos si es que tenían un análisis epidemiológico, no lo tenían, y luego cambiaron la fecha sin consultar a nadie, eso produjo todo el problema que vivimos”.

Acotó que a la convocatoria de diálogo de la presidenta, el domingo, “era normal que no vaya Luis Arce, pero que falten Carlos Mesa, Jorge Quiroga, Luis Fernando Camacho, eso sí fue cálculo político”.

Una vez más, mencionó que sí estuvieron la Iglesia y la comunidad internacional. “Ellos están apoyando y se llegó a un acuerdo con el 18 de octubre y hacer una ley. Se convocó para mañana a una Asamblea y entiendo que en las próximas horas, levantarían los boqueos, lo que nos evitaría una gran pérdida de vidas», reveló.

Así, el ministro confirmó que el diálogo está en marcha, no con actores políticos que hacen “cálculos”, pero subrayó que sí está el Gobierno, los sectores afines al MAS y su bancada, para bajar la tensión.

De hecho, esta noche Evo Morales instó a sus bases a través de Twitter para que acepten el 18 de octubre como fecha definitiva refrendada a través de una ley, y por otra parte, el dirigente Andrónico Rodríguez garantizó que el convoy que salió esta mañana de Santa Cruz con oxígeno, rumbo a Cochabamba y La Paz, pasará sin problemas.

Finalmente, ante la pregunta de Rincón sobre si es que fue un error de la presidenta convertirse en candidata, el ministro respondió que los actores políticos que se oponen a Evo Morales: Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y Jorge Quiroga, se rehusaron a hacer un frente común y que eso fue lo que empujó a Áñez a postularse.