‘El juramento’: el documental de HBO huye del sensacionalismo y ofrece una notable contextualización de una secta sexual

En abril de 2018 nos sorprendimos al encontrarnos a Allison Mack, Chloe en ‘Smallville‘, implicada en un caso de tráfico sexual ligado a NXIVM, una organización sectaria cuyo líder había sido apresado el marzo anterior. Más de dos años después, HBO estrenó el pasado 24 de septiembre ‘El juramento’ (‘The Vow’), documental que nos adentra en los entresijos de este grupo.



Jehane Noujaim y Karim Amer, destacados documentalistas responsables de ‘The Square’ y ‘El gran hackeo’, nos presenta la historia de la organización fundada en 1998 por Keith Raniere y Nancy Salzman y cuyo «punto de acceso» eran unos cursos de autoayuda y de coach.

De forma similar a lo que pasa en ‘Wild Wild Country‘, el metraje interno del que disponen los documentalistas es inmenso. Ayuda también tener de aliado y uno de los principales personajes de la docuserie a Mark Vicente, codirector de ‘¿¡Y tú que sabes!?’ (‘What the #$*! Do We (K)now!?’) y miembro destacado de NXIVM.

Vicente provee material y un vistazo interno debido a su trabajo como documentalista de la organización trabajando codo a codo con su fundador. A través de este metraje vamos viendo cómo la organización empieza a crecer hasta convertirse en una compañía influyente con grandes ejecutivos, miembros de dinastías políticas y de la socialité y estrellas hollywoodienses.

Gente lista en busca de romper sus «limitaciones»

Juramento Nxivm

Gente inteligente y que buscando mejorar su autoestima y deshacerse de lo que le impide alcanzar sus metas entran a en la organización a través de cursos intensivos de autoayuda y de ascenso en niveles que lo convierten en un esquema piramidal. Pero claro, si se quedara en esto que, de por sí ya es interesante, sería otra estafa más de tantas que con un reportaje en Informe Semanal va sobrado.

El hilo conductor de ‘El juramento’ nos relata el perturbador descubrimiento de que dentro de NXIVM hay un círculo interno de solo mujeres. Si bien desde fuera las intenciones parecían buenas, lo que se suponía que era una sororidad se convirtió en una especie de sistema de esclavitud y servidumbre.

DOS (Dominant over Submissive) estaba formado por un grupo de mujeres que se comprometían a ciertos votos (por ejemplo, mantenerse en un mismo peso), eran marcadas a fuego y se comprometían a hacer todo lo que su ama comandaba… incluso sexo.

Una contextualización completa pero redundante

Noujaim y Amer nos dan un profundo vistazo no solo a este extremo sino a toda la estructura, la filosofía y el trabajo de manipulación de la organización al completo. Lo hace a través de testimonios en profundidad, lo que hace que no se queden en el sensacionalismo que una historia como esta, por su propia naturaleza, causa.

Al documental le interesan dos cosas: una es dejar claro que no estamos hablando de gente pasando una mala racha, fracasados con malas decisiones, sino casi que todo lo contrario; la otra es explorar esa línea extraña y difuminada entre lo que es una acción libre y voluntaria y la coaccionada. Si nos metemos en la boca del lobo pensando que es decisión nuestra, si es porque «no tenemos nada que perder». Ese famoso «nadie va a punta de pistola».

A pesar de que ‘El juramento’ cuenta una historia fascinante y se preocupa en navegar en las ramificaciones, los primeros episodios son un tanto repetitivos. Presentan NXIVM una y otra vez con su sentido humanitario, filosófico y demás. Da la sensación de que no han querido desechar material y esa redundancia en el mismo lastra un poco la miniserie.

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