Después de la sorpresa la reflexión

Todos los bolivianos de dentro y de fuera quedamos sorprendidos de la victoria del MAS en las elecciones del 18º, atónitos repetimos sin cuenta las visitas a la red, es que nos costó tanto asimilar que el fraudulento se había impuesto con un margen también inesperado al punto que muchos ciudadanos no terminan de convencerse, merced al cómputo detallado que está ofreciendo el TSE y que concluirá en horas más.

La cifra del 54.2% quedará como una marca, hasta ahora inexplicable de lo sucedido, cuya primera interpretación está en el “miedo y la inseguridad” que invade a mujeres y hombres, ricos y pobres, negros y blancos, dos conceptos que van juntos, la crisis es tal, expresada en la angustia que padecen las familias, “sin nadie en quién poder confiar” y para quienes el mal menor resultó siendo el MAS.



Lo cierto es que Luis Arce ganó por encima de Evo Morales, el nuevo mandatario ha marcado las distancias. “será bienvenido para colaborar, pero seré yo quién gobierne”, y en su comparecencia ante los medios está marcando hitos. “el Tipnis ha sido un error”, y esto que hace temblar “no está lejos una devaluación” y los expertos señalan el exceso de una burocracia crecida por el populismo evista, las subvenciones por el consumo de la gasolina y la subsistencia de “proyectos estatales deficitarios”, las reacciones del asilado en Baires “dejaré gobernar a Luchín”, “me dedicaré a la agricultura”, aunque unos y otros reconocen que sigue siendo el jefe del MAS. Lo que nos recuerda la historia del MNR, Siles Zuazo presidente autor de la “estabilización monetaria” y Paz Estenssoro jefe del partido, por tanto influyente en la toma de decisiones al punto que esta dicotomía partió en dos al mastodóntico MNR, esta primera división fue el comienzo del fin de la hegemonía emenerista que pervivió 12 años con tres presidencias.

El futuro incierto. Con una economía que se estrecha cada día. Con una desocupación en aumento, bajo el acoso del narcotráfico invisible, la corrupción imparable, un colectivo que se está acostumbrando a vivir de los “bonos” sin producir, ni aportar nada, solo como factor de consumo. El empresariado está reclamando desde ahora “claras señales” de seguridad en la inversión y de cordura en el manejo financiero. La juventud exige empleo y claro apoyo al profesionalismo formado en la universidad. El anuncio de reanudar RREE con Cuba, Venezuela y Nicaragua no es un buen augurio a las claras.