Cochabamba: 15 periodistas sufrieron agresiones físicas y amedrentamiento

En uno de los casos, los agresores retuvieron la cámara fotográfica de David Flores, fotoperiodista de la agencia gráfica APG regional Cochabamba y borraron las imágenes logradas cuando una volqueta descargaba escombros en el kilómetro 12 de la avenida Blanco Galindo, vía que une la ciudad de Cochabamba con Quillacollo, y donde se instaló un punto de bloqueo, el 30 de octubre pasado.

La imagen muestra al grupo de personas que rodeó a periodistas de Quillacollo, en el kilómetro 12 de la carretera Cochabamba-Quillacollo, el 30 de octubre. Crédito: Ricardo Cruz.

La imagen muestra al grupo de personas que rodeó a periodistas de Quillacollo, en el kilómetro 12 de la carretera Cochabamba-Quillacollo, el 30 de octubre. Crédito: Ricardo Cruz.

Fuente: Opinión

Quince periodistas de radioemisoras, canales de televisión, periódicos y una agencia de prensa gráfica privada de la ciudad de Cochabamba sufrieron agresiones físicas y amedrentamiento durante la cobertura periodística de bloqueos protagonizados por sectores que cuestionaron los resultados de las elecciones generales de octubre pasado.



Según el relato de los periodistas afectados a la Unidad de Monitoreo de la ANP, los maltratos e intimidación ocurrieron en cuatro escenarios distintos de protesta vecinal y de jóvenes que se identificaron como miembros de la agrupación Resistencia Juvenil Cochala (RJC) y Resistencia Juvenil de Quillacollo (RJQ).

En uno de los casos, los agresores retuvieron la cámara fotográfica de David Flores, fotoperiodista de la agencia gráfica APG regional Cochabamba y borraron las imágenes logradas cuando una volqueta descargaba escombros en el kilómetro 12 de la avenida Blanco Galindo, vía que une la ciudad de Cochabamba con Quillacollo, y donde se instaló un punto de bloqueo, el 30 de octubre pasado.

Flores describió que llegó al lugar donde se registraba la protesta para captar imágenes del bloqueo que exigía la restitución de los dos tercios en el reglamento de debates en las cámaras de Senadores y Diputados, anulados por la mayoría parlamentaria del Movimiento al Socialismo (MAS) al finalizar la anterior gestión legislativa. También pedían la invalidación de las elecciones generales del 18 de octubre en las que el Tribunal Supremo Electoral dio como ganador al binomio Luis Arce Catacora y David Choquehuanca, del MAS.

Mientras Flores conversaba con una de las mujeres, en el punto de bloqueo, un camión descargó escombros y basura en la avenida. “Un joven al darse cuenta que había captado (en fotografía) ese momento se acercó y me dijo que por ‘las buenas’ borre todo. Me resistí explicando que solo hacía mi trabajo. También vino el chofer del vehículo y en tono más enérgico exigió que entregara la cámara fotográfica”.

El fotoperiodista tuvo que borrar varias imágenes, pero guardó algunas. “El mismo joven agarró el visor y empezó a revisar, mientras la mujer -con la que antes yo estaba hablando- se envolvió la correa en su mano. Borraron todo e incluso el hombre se animó a decirme que no me preocupe porque luego tendría su permiso para hacer otras tomas gráficas y que hasta podría posármelo”.

Flores indicó que sintió mucha impotencia porque vio impedido su trabajo. Me decían en tono amenazante: “Somos respetuosos, pero si no borras…”

Al día siguiente, en el mismo lugar de bloqueo ocurrió otro atentado al trabajo de los periodistas, esta vez, de Quillacollo. Ricardo Cruz, periodista del canal privado de televisión 35 explicó que los reporteros acudieron en grupo para cubrir la protesta y resguardarse de agresiones.

“Nos pidieron que nos identifiquemos, pese a estar con nuestras credenciales visibles. Les dijimos quiénes éramos y se molestaron cuando les preguntamos dónde vivían ellos porque teníamos la información de que era gente ajena a Quillacollo, pero se identificaba como Resistencia Juvenil de Quillacollo. Querían quitarnos nuestras cámaras”.

El periodista informó que sufrieron empujones mientras los bloqueadores manoseaban las cámaras y constantemente les gritaban “prensa vendida”. Varios videos muestran el momento de tensión.

Además de Cruz estaban en el grupo otro radialista de 99.3 FM Furias, el camarógrafo Alfredo Orellana, el enviado del canal de televisión 44, Edma Mamani; el reportero Juan Carlos Bernal de radio Fides y Ángela Mamani de canal 35 de televisión.

“Había personas ebrias y agresivas”, dijo Cruz.

La Federación de Trabajadores de la Prensa de Cochabamba registró agresiones a 15 periodistas durante las últimas dos semanas e interpuso una denuncia ante el Ministerio Público contra el autor o los autores por afectar al derecho de los periodistas a trabajar, a la libertad de prensa y por agresiones graves que violan la Constitución Política del Estado porque obstaculizan la labor de información.

De acuerdo a la denuncia presentada por la Federación ante el Fiscal de Materia, otro de los hechos ocurrió el 30 de octubre, aproximadamente a las 21:00 horas en la avenida Heroínas de la ciudad de Cochabamba, frente a las puertas de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), donde un grupo de periodistas que realizaba cobertura asistió para transmitir la protesta de ciudadanos y miembros  de la Resistencia Juvenil Cochala exigiendo la restitución de los dos tercios en el reglamento de las dos cámaras legislativas.

Dos periodistas del diario Opinión, dos de la red televisiva Red Uno, el fotógrafo del periódico Los Tiempos sufrieron agresiones verbales y empujones. Fueron rodeados en medio de gritos de “prensa vendida”.

Otro caso sucedió el sábado 31 de octubre, aproximadamente a las 18:00 horas en los alrededores de la plaza de Las Banderas de la ciudad de Cochabamba –al final del paseo de El Prado– al que un grupo de periodistas llegó ante el anuncio de un “cabildo” convocado por miembros de la RJC. Algunos impidieron que los trabajadores de la prensa transmitan las conclusiones del encuentro. Hubo insultos, amenazas y amedrentamiento.

El domingo 1 de noviembre cerca de las 10:00 horas, después que terminó la audiencia de medidas cautelares del presunto integrante de la RJC a quien incautaron petardos y otros explosivos de su automóvil, un grupo de activistas increpó a los trabajadores de la prensa que realizaba la cobertura en afueras de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.

Los mayores ataques verbales fueron dirigidos al equipo de prensa del canal de televisión ATB. “A través de una serie de insultos impidieron que se realice el desarrollo normal del trabajo periodístico”, dijo el secretario ejecutivo de los trabajadores de la prensa de Cochabamba, David Ovando.

Cruz dijo que cada vez es mayor el peligro que viven los periodistas en las calles. “Nos prohíben sacar  cámaras y tenemos la sensación de que en cualquier momento recibiremos un garrotazo en la cabeza. La gente ignora que también somos seres humanos, con sentimientos y familias en nuestras casas”, concluyó.