Tras el periodo de confinamiento por la pandemia del coronavirus, 33 comunidades indígenas y campesinas que habitan en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi, considerado el bosque húmedo más diverso del mundo, se preparan para recibir nuevamente al turismo mundial.

El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), informó el director del Parque Madidi, Jorge Medina, trabaja con estas poblaciones en protocolos de bioseguridad que deberán regir para los turistas nacionales y extranjeros.

“Con las 33 comunidades campesinas e indígenas que tenemos en el Madidi, y que trabajan con emprendimientos comunitarios, estamos trabajando en talleres para la socialización de los protocolos de bioseguridad y reactivar el turismo de manera gradual”.

De acuerdo con Medina, todas esas poblaciones tienen como único ingreso económico los recursos que reciben por concepto del turismo. Entre 2016 y 2019 el flujo de visitas de bolivianos y extranjeros al parque fue de entre 8.000 y 10.000 personas anuales.

Los visitantes extranjeros que ingresan a la zona pagan una tasa de Bs 200 bolivianos y los nacionales, Bs 50. “Esos recursos van al Sernap y se distribuyen en un fondo social, otro para emergencias y para gastos operativos”, precisó Medina.

La revista norteamericana National Geographic catalogó al parque como una de las más grandes reservas de biodiversidad y uno de los 20 destinos turísticos más importantes del mundo.  Los ríos Madidi y Tuichi, afluentes del Beni, son los más caudalosos y los referentes principales del parque. En sus alrededores viven las comunidades indígenas tacana, lecos, chimán, mosetén, araona y los quechua, con un aproximado de 3.000 habitantes.

Un sector de la población indígena, la que se encuentra cercana al río Tuichi, llegó a un acuerdo especial con el Estado y se les permitió utilizar los recursos naturales del bosque.

Con una superficie de 1.8 millones de hectáreas, custodiadas por 24 guardaparques,  el territorio del Madidi abarca las provincias paceñas de Franz  Tamayo, Abel Iturralde y Larecaja y su ingreso es posible por los municipios de Apolo, San Buenaventura, Rurrenabaque, Ixiamas, Pelechuco y Guanay.