La visita en el Cementerio General se desarrolla bajo el control de bioseguridad

Los funcionarios municipales están en las puertas de ingreso para controlar el cumplimiento de las medidas de protección contra el Civid-19

Foto: Christian Peña y Lillo

Desde las primeras horas de este domingo miles de cruceños se volcaron al Cementerio General, para visitar a sus seres queridos que ya partieron.

El Deber recorrió algunas de las calles internas del camposanto principal de la urbe cruceña y pudo ver qué adultos, niños (incluso algunos que aún no pueden caminar) y personas de la tercera que fueron a ver la tumba de sus difuntos.

La venta de flores

La Alcaldía a través de personal de la Secretaria de Seguridad Ciudadana trabajan para hacer cumplir las normas de bioseguridad por la pandemia de coronavirus, verificando la temperatura de las personas y poniéndoles alcohol en gel en las manos de los visitantes del cementerio. Además, en la puerta principal del camposanto, hay una cámara de desinfección para todos los que ingresan en este lugar.



Algunos aprovecharon que en la mañana, para evitar aglomeraciones

«Vine hoy porque mañana seguramente vendrá más gente y será más el bolleo. Es mejor cuidarnos y evitar esas aglomeraciones», apunto Cristina Flores, una mujer de más de 50 años, que estaba llevándole flores a sus hermanos y a sus padres.

Si bien la recomendación es que los niños y las personas de la tercera edad no vayan al cementerio, no existe restricción por parte de las autoridades que están a cargo de la vigilancia de estos sitios, ya que la decisión quedó en manos de la propia población.

En el ingreso del Cementerio General se instaló una cámara de desinfección

En las calles aledañas al camposanto, los comerciantes ofrecen flores naturales y artificiales desde Bs 15, lo mismo que los barbijos (utensilio indispensable para ingresar al cementerio), las velas y los sombreros. Personal de la Dirección Departamental de Transito trabajan para la normal circulación de vehículos en la zona y multar a los conductores que estacionaron en lugares prohibidos sus rodados.

La oferta de barbijos está presente en los alrededores

 

Fuente: El Deber