«Pedimos que podamos impugnar nuestra situación porque hay mucha discriminación, porque algunos no pueden ingresar por tener tatuajes, por tener cicatrices, por falta de estatura, vemos que es injusto porque muchos otros jóvenes ingresaron a pesar de tener tatuajes y ser más bajitos de los que nos quedamos afuera», informó a la ABI.
Según Romano, unos 50 postulantes quedaron fuera por tener tatuajes, cicatrices o les faltaba estatura, pero se observó que muchos otros de los que fueron aceptados, tienen las mismas condiciones que los que fueron rechazados.
«En mi caso salí no apto por tener un tatuaje, la verdad yo lo veo injustos porque otros con tatuajes si entraron. Hemos hechos muchos gastos, hemos pagado para exámenes médicos, certificados, análisis, inscripción, más de 3.500 bolivianos que ahora es dinero perdido», agregó.
Romano no descartó que puedan masificar sus movilizaciones, incluso viajar a La Paz para reclamar por la discriminación que sintieron.