Que bueno es ser rey de la coca y de las colas

 

Fuente: ovidioroca.wordpress.com



Los pueblos cansados de las guerras, ya desde antiguo establecieron pactos y escribieron normas de cumplimiento obligatorio, lo que les permitía convivir y trabajar en paz. Se designaban personas notables (ahora no) para resguardar y asegurar el cumplimiento de estas normas, pues cuando se empezaban a incumplir los procedimientos acordados estas dejaban de ser creíbles y se retornaba al salvajismo.

Las personas respondemos a los estímulos y provocaciones por lo que creamos reglas que generan diferentes incentivos y oportunidades. En la democracia se pide trabajo y responsabilidad para que la sociedad avance; los tiranos que son más prácticos ofrecen promesas y cuando las personas se decepcionan y protestan, usan el temor y el amedrentamiento para controlarlas.

En esencia las leyes y normas pueden se justas o injustas y el ciudadano tiene la responsabilidad legal y moral de obedecer las leyes justas. Pero también tiene la responsabilidad moral y el derecho humano de desobedecer las leyes injustas, para poder sobrevivir como individuo y como sociedad.

La cultura política del populismo cocalero, en su proceso de cambio considera que es privilegio del Jefazo cambiar y aplicar las leyes cuando le conviene y como le da la gana; pues es su derecho humano. En esta cultura, se considera que las leyes y normas existen para ser usadas a conveniencia de quien tiene el poder y para amedrentar al opositor y al ciudadano.

Últimamente el MAS, al no conseguir los dos tercios de votos en el Parlamento lo que antes les permitía hacer y aprobar lo que les daba la gana, decidió cambiar el reglamento y ahora se lo hará por mayoría absoluta, que es la que tienen. Después si es necesario, le meten nomas y cambian esta norma para que las decisiones sean por simple decisión masista. Jallalla Evo.

  1. M. Vivanco del HRW, comentaba: “Un día antes de perder la mayoría de dos tercios en el Senado de Bolivia, el MAS redujo el umbral de 2/3 de los votos para decidir importantes materias. El MAS cambió las reglas del juego para hacerlas a su medida. Un Mal precedente”.

Evo Morales coherente con la cultura populista cocalera, declaraba desde Buenos Aires: “Quiero que sepan, tengo 30 procesos; en algunos estamos con Andrónico, Leonardo Loza, Orlando Gutiérrez, el Subgobernador de Tarija. Ninguno es de corrupción, hacemos política no por la plata sino la patria. Se van a recordar, todos los procesos se van a caer. Para esto tienen sus Jueces y Fiscales.

Aunque suene aburrido, vale la pena reiterar que el auténtico sistema democrático, establece la participación del ciudadano en un esquema donde todos son iguales ante la ley y donde ejercen sus derechos y obligaciones en el marco de un régimen constitucional; vale decir en un Estado de Derecho. Esta democracia se asienta en la confianza de la ciudadanía por instituciones legislativas, judiciales, los Gobiernos Nacionales y Departamentales y Municipales.
Últimamente con el deterioro de las instituciones se cae esta confianza y se genera inestabilidad política e inclinación hacia sistemas autocráticos y algunos desubicados han propuesto absurdamente el retorno de Gobiernos Militares.

La experiencia internacional muestra que los países que prosperan son aquellos que cuentan con instituciones que funcionan: parlamentos y tribunales honestos, reglas estables que rigen los derechos de propiedad y fomentan la competencia empresarial; son reglas justas, predecibles y se aplican a todos por igual.

En los países así institucionalizados, los emprendedores deben competir e innovar y cuando no existe institucionalidad ni respeto a la propiedad privada, muchos empresarios establecen para seguir con sus negocios establecen vínculos con políticos del régimen y conforman empresas monopólicas para evitar la competencia.