Fraude electoral neocomunista

 

El fraude electoral es la mayor ofensa que se le puede hacer a la democracia, es desnaturalizar su esencia misma, desnaturalizando la voluntad popular. Quien apele a esta abominable práctica, debe recibir la máxima sanción.



Si bien el fraude no es un tema nuevo, en estos últimos tiempos los neocomunistas, han diseñado una sofisticada fórmula de fraude electoral. Como nunca fueron demócratas, respetar la democracia les importa un pito, solo la usan para llegar al poder, luego la desechan.

Esta corriente totalitaria ha cambiado de estrategia, en décadas pasadas apelaba a las guerrillas para hacerse con el poder, pero a partir de fines de los años 60 del siglo pasado, han decidido incursionar en la revolución cultural de inspiración gramsciana. Su nueva revolución consiste en introducir; de manera disfrazada, la hegemonía comunista a través del Sistema Educativo, los medios de comunicación, movimientos culturales, religiosos y otros. Otra forma deshonesta de engañar a la gente.

Después del fracaso de las guerrillas, eligieron este verdadero lavado cerebral para embaucar a la gente. Luego de conseguir este objetivo, optan por la vía electoral, como método de llegar al gobierno. Desde el gobierno convocan a la Asamblea Constituyente y el referéndum predeterminados, buscando tener una constitución a su medida. Con todas estas nobles herramientas que les da la democracia, y usando todo tipo de triquiñuelas, cooptan los poderes del Estado, desvirtuando la democracia y logrando su anhelada hegemonía comunista. Cabe destacar, que no han abandonado totalmente el uso de la fuerza contra sus adversarios, pero ahora esto pasa a un segundo plano.

Como si esto fuera poco, su más reciente invención es el fraude castrochavista trasnacional, mucho más efectivo, barato y rápido que los métodos anteriores. Ya tenemos varios ejemplos en el continente americano: Venezuela, Bolivia y la reciente polémica en Norte América, son sus más claros exponentes; no me extrañaría que también se hubiera implementado en otros países.

No tengo duda que los neocomunistas; conservando el pensamiento de Stalin, están aplicando aquello de que: No importa quién vota, sino quien cuenta los votos, han desarrollado este protocolo de fraude, que aplican en los diferentes países. El lobo pierde el pelo, pero no las mañas. Con el apoyo del Foro de San Pablo/Grupo de Puebla, y la plata de varios de sus estados cautivos, se han dado a esta innoble tarea. El apoyo de potencias extra continentales y oscuras metástasis, es también evidente.

La democracia tiene que encontrar el antídoto contra este brutal atropello de la voluntad popular, la justicia y la dignidad, No podemos permitir la vuelta del Muro de Berlín.

Ya es hora que la izquierda recupere la decencia, ganando elecciones limpiamente, así como respetando la democracia auténtica que el pueblo exige.