Inundaciones: asentamientos ilegales y mineros se suman a falta de previsión

Factores humanos, como el descuido de ciudadanos que echan basura a torrenteras o construyen en lechos de ríos, coadyuvan a las riadas provocadas por las lluvias. Faltan planes de prevención.

María Mena M.  / Cochabamba / Bolivia

El 4 de enero una  torrencial granizada  inundó las calles  de Sucre. Las aguas turbias no sólo  arrastraron mercaderías y vehículos,  sino que acabaron con la vida de cuatro personas. Esa fue la primera de una serie de riadas e inundaciones, producto de las lluvias, que se agravan por los asentamientos,  la actividad minera ilegal, el descuido de ciudadanos y la falta de previsión de autoridades



En   dos semanas, al menos 14 ríos en todo el país se desbordaron, lo que causó la evacuación de al menos 500 familias en Cochabamba, La Paz y Beni. Esos tres departamentos están en alerta roja y varios municipios alistan su declaratoria para recibir recursos económicos y tratar de reconstruir lo que les queda.

En medio de tanta pérdida y aflicción, el titular de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, identifica cinco causas que provocaron el desborde de los ríos, muy aparte del factor climático a raíz del fenómeno de La Niña.

Inspección a Guanay   realizada por  Gobernador Patzi  ayer.
Foto:Agencia marka resgistrada

Esos  factores coadyuvantes son: asentamientos y construcciones ilegales, la actividad minera, la falta de  planificación de autoridades municipales y departamentales, las obras de prevención inconclusas y, por último, la irresponsabilidad e inconsciencia de los vecinos. Todos  son atribuidos a la mano del hombre y  pudieron ser evitados.

“Hay el factor compartido con autoridades, no sólo de ahora sino de hace mucho tiempo, que no han cumplido con su función en cuanto se refiere a los trabajos de prevención en estos lugares (donde se han desbordado los ríos). Hubo autoridades que no hicieron absolutamente nada y otras hicieron poco (…). También hay un factor climático producto del calentamiento global, de debilitamiento de la capa de ozono, del fenómeno de La Niña que afecta a  todo el continente sudamericano”, precisa Calvimontes en declaraciones a Página Siete.

Lluvia y granizo en Sucre

El 4 de enero, por el transcurso de 20 minutos una torrencial lluvia con  granizo cayó en la ciudad de Sucre, inundó calles y avenidas y afectó sobre todo las inmediaciones del mercado Campesino. Las vías se convirtieron en ríos,  arrastraron todo a su paso: puestos de venta, mercadería, vehículos y mascotas. El saldo fueron cuatro personas fallecidas y grandes pérdidas económicas.

El análisis de  las autoridades determinó  que las torrenteras y desagües estaban obstruidos por basura, lo  que impidió el drenaje del agua acumulada por la lluvia. “En algunos sectores, la alcaldesa de Sucre (Rosario López) manifestó que veía cómo algunos vecinos no tenían cuidado con las torrenteras y botaban basura, tapando la boca de tormenta”, sostuvo Calvimontes.

Instó a la conciencia de los habitantes pues las torrenteras de las principales ciudades del país están tapadas por basura y otros desechos como material de construcción.

Una torrencial granizada en Sucre dejó cuatro fallecidos y grandes pérdidas el 4 de enero.
Foto:Correo del Sur

Evacuaciones en Villa Tunari

Hace una semana la Alcaldía de Villa Tunari y la Gobernación de Cochabamba coadyuvaron en la evacuación de 150 familias a unidades educativas tras el desborde del río 24, que inundó las viviendas de las comunidades Villa 14 de Septiembre y la Central San Miguel. Las familias afectadas superan las 3.400.

“Se ha desbordado el río 24. Cada día están trabajando volquetas y tractores para salvaguardar la vida de las familias y desviar el caudal del agua. Las lluvias pueden continuar hasta marzo, eso nos preocupa”, informa el alcalde de Villa Tunari,  Asterio Romero.

El secretario de la Madre Tierra de la Gobernación de Cochabamba, Ever Flores, apunta a los comunarios que no respetaron las franjas de seguridad que prohíben cualquier tipo de actividad a 100 y 200 metros del cauce. “Debe haber árboles, vegetación en los ríos, pero los comunarios cultivaron a la orilla. Hicieron obras de contingencia, pero no fueron suficientes”, dice.

Calvimontes añade que en el cauce del río 24 se identificó la estructura abandonada de un puente  con seis pilares que desvían el curso de las aguas, sobre todo cuando sube su nivel, lo que inunda las comunidades aledañas. Dice que analizan medidas para encaminar el curso de la corriente.

Aún se desconoce el tiempo que las familias evacuadas permanecerán en las unidades educativas debido a que las lluvias persisten en el Chapare. Las autoridades evalúan la afectación a las viviendas y a  las hectáreas de cultivos.

Asentamientos en   Taquiña

El desborde de la cuenca del río Taquiña tiene en alerta a los habitantes del municipio cochabambino  de Tiquipaya, sobre todo en temporada de lluvias.

En febrero de 2018 un aluvión  sepultó casas y mató a seis personas. Dos años después nuevamente el río se desbordó y desde entonces, los vecinos viven   con miedo aunque se resisten a abandonar esa zona considerada inestable.

Diferentes autoridades apuntaron   a los asentamientos ilegales sobre la franja de seguridad del río como la causa del deslizamiento y desborde del  Taquiña.

“Los vecinos nos mostraron cómo otros vecinos habían edificado sin respetar la norma urbana. Había una vivienda que estaba en el cuello de embudo de la cuenca de tal manera que no había mucho espacio para que el agua circule y  eso ocasionaba el rebalse del mismo”, explicó el  viceministro Calvimontes que  llegó a esa conclusión tras una visita al cauce del Taquiña junto con  autoridades de los municipios de Tiquipaya y Cercado.

 

Flores descarta que haya  una tragedia de características similares a 2018 en el río Taquiña. Asegura que este mes no se registraron incidentes y que los vecinos no deben temer, ya que las obras ejecutadas en  las partes alta y baja de la cuenca permiten controlar el caudal.

“En la cuenca Taquiña este año no hemos tenido efectos negativos. Se hicieron trabajos de prevención desde la pasada gestión”, recalca el secretario de la Madre Tierra de Cochabamba.

Flores aclara que las autoridades municipales de turno no planificaron  ni  previeron ensanchar las torrenteras. Estas tienen una profundidad de dos metros y  en temporada de lluvias frecuentemente se ven rebasadas  por  el mayor caudal que hace que la corriente  supere los tres metros de profundidad.

La tarde del pasado domingo 17 de enero un fuerte temporal alarmó a los habitantes de ese sector tras la crecida del río Taquiña que amenazaba con arrastrar el puente del mismo nombre. Por la lluvia, los caudales  de las torrenteras del eje metropolitano crecieron  y dos de estas  rebalsaron. En Colcapirhua  se registró un accidente vehicular y el conductor murió ahogado.

Minería en Guanay

El municipio de Guanay, en el departamento de La Paz, continúa en vilo y trata  de recuperarse después de que  los ríos Mapiri y Tipuani inundaran la población el pasado lunes 18 de enero. El saldo fueron 2.000 familias afectadas y   grandes pérdidas económicas.

La Gobernación de La Paz envió ayuda, como alimentos y maquinaria a esa región.

A criterio de Calvimontes, en este desastre tuvo que ver la mano del hombre, ya que la actividad minera aurífera alteró el curso de los afluentes en la zona. “Eso fue lo que me dijeron los vecinos”, sostuvo la autoridad.

Además de las empresas mineras autorizadas, en Guanay operan otras ilegales de extracción de oro, de acuerdo con  datos de  la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM).

San Borja inundado

En el municipio beniano de San Borja,  las aguas de tres afluentes se desbordaron y anegaron a 37 comunidades. Fue necesaria la evacuación de unas 3.000 personas al coliseo municipal y a albergues temporales.

“En San Borja hay un problema estructural. El río en su curso principal tiene una división en dos partes. El margen que se va al lado izquierdo tiene una palizada de más o menos dos kilómetros y la profundidad es incalculable. Dicen que está palizada es como un muro que obstruye la circulación de las aguas en dos partes, por lo que todo el caudal se va por un solo lugar inundando las comunidades”, explica Calvimontes y agrega que se busca financiamiento para  encauzar la corriente del afluente.

El viceministro recaba información sobre las causas del desborde de los ríos para presentar un informe al Gobierno. “Con esos datos se elaborará un plan y de destinará un presupuesto que ayude a mitigar la afectación”.

Alerta por riadas

Se reporta la crecida de al menos  14 ríos: Alto Beni, Unduavi, Mapiri, Tipuani, Isiboro Sécure, Maniqui, Ichoa, Chipiriri, Ivirgarzama, Ichilo, Taquiña  Piraí,  y el río 24, entre otros.

Lluvia y granizo afectaron a Sucre (Chuquisaca) y Betanzos de Potosí. En la segunda región, el granizo destrozó cultivo. Las comunidades más afectadas fueron: Santiago Alto, Lagunillas, Quivincha y  Tecoya, entre otras.

Sucre 

Cuatro personas murieron  en Sucre: dos hombres y dos mujeres,  durante la lluvia y granizo del 4 de enero. También se registraron varios heridos y personas con hipotermia, según el informe oficial.

17.000 pollos murieron ahogados por el desborde del río Tolave que inundó  la granja Santa María en la comunidad Sirpita de Tiquipaya y dejó otros daños

18MM de bolivianos se invirtieron  en obras en la cuenca Taquiña . Las construcciones ilegales avanzan sobre la franja de seguridad del río pese a las advertencias de las autoridades.

Guanay Aún se encuentra sumergida en lodo y  maquinarias se encargan de la limpieza. Hace 20 años, la población  vivió una tragedia similar por  desborde de los ríos Mapiri y Tupuani.

13.000 familias resultaron damnificadas en el país a causa de las lluvias, según el reporte de  Defensa Civil. Se teme el desborde de otros afluentes en una decena de municipios.

  Gobierno destina Bs 83 millones a emergencias

El Gobierno destina 83 millones de bolivianos a la atención de emergencias causadas por las intensas lluvias en Bolivia. Hay 17 puntos  críticos en cuanto a transitabilidad en el país

En Cochabamba,  riadas dejan centenares de afectados. Foto:APG

“En estos casos nos hemos comprometido para que el Ministerio de Obras Públicas pueda ayudar y coadyuvar a  la ciudadanía que vive en estas zonas. Quiero decir a la población que estamos preparados, tenemos los recursos económicos  para realizar trabajos de prevención”, dijo el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño.

La autoridad aseguró que estos recursos fueron distribuidos a los nueve departamentos del país de acuerdo con  un plan de contingencia elaborado por esa cartera.

En el caso de Cochabamba, el secretario de la Madre Tierra, Edver Rojas, precisó que esa región, según el POA, sólo cuenta con un presupuesto  de tres millones de bolivianos para atender urgencias  por cuestiones climáticas, pero el monto podría subir si se declara en emergencia.

“Es cierto que estas lluvias han afectado;  sin embargo, estamos en condiciones de sostener y mantener la tranquilidad y viabilidad del transporte”, añadió el ministro Montaño.

Las carreteras del país

Las precipitaciones y nevadas en las diferentes regiones  también dañaron la capa asfáltica de las carreteras del país dificultando la circulación vehicular. La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC)  se encarga de la limpieza y mantenimiento  de las vías.

El gerente nacional técnico de la ABC, Cristian Mendieta, informó que en todo el país se desplegaron 800 equipos y máquinas en las zonas de riesgo y  que 80 empresas y microempresas están a cargo de conservar las carreteras, con énfasis en la temporada de lluvias.

“Tenemos 17 puntos críticos en el norte paceño, en Cochabamba, Santa Cruz, Beni y en el sur de Bolivia. Se recomienda a los conductores manejar con mucha precaución”, recalcó el gerente.

La ABC tiene un presupuesto vigente que supera los 46 millones de bolivianos para el mejoramiento y mantenimiento vial.